Las Peñas Buitreras desde las proximidades de la Granja de San Ildefonso |
A los pies de las Peñas Buitreras discurren varios cursos de agua que, encajonados y formando pozas, o saltando de roca en roca, formando chorreras, constituyen unos parajes atractivos y particulares en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama, próxima a la Granja de San Ildefonso.
El río Cambrones nace en la
vertiente segoviana del Puerto de Malagosto, lugar de paso para los que desean atajar en el camino entre Segovia y Rascafría (pinchar aquí para ver el itinerario)
Más al Sur, los arroyos del Chorro
Chico y del Chorro Grande nacen entre los 1.850m y 1.950m en las aplanadas y
extensas majadas que hay en la vertiente Oeste del tramo de los Montes
Carpetanos comprendido entre el Puerto del Reventón y el Collado de la Flecha,
recorren a saltos las empinadas barranqueras graníticas hasta amansarse en
torno a los 1.450m, yendo finalmente a desaguar en el río Cambrones, junto a la
Granja de San Ildefonso (pinchar aquí para ver el itinerario).
Uniendo ambos recorridos resulta la circular de hoy.
En resumen, el recorrido realizado es el siguiente:
Origen y llegada en la Granja de
San Ildefonso junto a la plaza de toros – acceder a las Calderas
del río Cambrones por dehesa y robledal – continuar aguas arriba junto al cauce
hasta salir del barranco y alcanzar la zona de sucesivos escalones a la altitud
de 1.300m – abandonar el curso del río
por “empinada ladera a través” densamente tapizada de avena loca de unos
dos metros de porte, en pos de una pista superior que, a los 1.450m de altitud,
discurre paralela al perfil de la cresta divisoria entre Segovia y Madrid – recorrer
su zigzagueante trazado de vuelta hacia la Granja – cruzar la parte inferior de
los arroyos de Chorro Chico y Chorro Grande, respectivamente – vadear éste
último, abandonar la pista y empezar la fuerte subida que, aguas arriba, se
interna en el pinar que cubre la ladera – enlazar con el PR-10 a los 1.800m –
Fuente del Infante – Retorno a la Granja. En total una circular de algo más de 21km de
longitud, salvando un desnivel total en ascenso de 950m de D+.
Son las 8:30h cuando iniciamos el
itinerario junto a la Plaza de Toros de la Granja en dirección a la Fábrica de
Vidrio. Los primeros kilómetros hasta llegar al barranco del río Cambrones
discurren por buena pista y sendero a la fresca sombra de los robles.
Deambular por el bosque permite
ir observando detalles y escenas que le son propias: rincones sombreados o
luminosos, la desgarrada posición del árbol abatido por la tormenta, las
evoluciones mañaneras de los insectos, etc.
Rincones del bosque |
Insectos danzarines |
Al poco se llega a un puente sobre el río
Cambrones. Aguas arriba seguimos el cauce del río hasta el pie del Cerro de
Valmesado, punto a partir del cual el agua fluye en forma de pequeños saltos o
escalones sucesivos para, seguidamente y algo más arriba, embarrancarse entre
paredes graníticas creando un abundante número de pozas o calderas que invitan
al baño, conformando un refrescante y estrecho entorno de agua y arbolado
enclavado entre laderas empinadas.
Seguimos una trocha bastante bien
definida, que al principio se aparta del río para después internarse
decididamente en la garganta de granito por la que fluye. Finalmente la senda conduce
al mismo cauce. Una pequeña fuente permite aprovisionarse de agua antes de
seguir (fuente de Malpaso).
Aparece la primera caldera y se
cruza el río que, a partir de este momento, se remonta por su orilla izquierda
orográfica (derecha en el sentido de la marcha).
Sucesivamente, y durante un par
de kilómetros, vamos pasando junto a las numerosas pozas, unas más accesibles
que otras, todas ellas excavadas en el sólido granito de la zona.
La roca junto al agua está
bastante pulida por lo que conviene andarse con cuidado para evitar un baño
imprevisto. La opción de buscar paso por la ladera cubierta de avena loca
resulta también viable, sólo que muy trabajosa, dado que las altas hierbas
(superan la altura de una persona) y su densidad hace que no se vea trocha
alguna.
Sobrepasadas las calderas el
barranco comienza a abrirse; es entonces cuando dejamos la proximidad del agua
y, ladera arriba, con la inestimable ayuda de los bastones, subimos por la
incómoda pendiente cubierta de alta y resbaladiza hierba (la “dichosa”
avena loca), en pos de la pista que sabemos que está unos metros por encima de
la linde de pinos hacia los que nos dirigimos.
Una vez en la pista la tomamos
hacia la derecha (al Sur), recorriendo su sinuoso y agradable trazado
flanqueado por los altos pinos, dando vista a las Peñas Buitreras.
Las Peñas Buitreras |
Tras los cuatro primeros
kilómetros alcanzamos el mirador de la cascada del arroyo del Chorro Chico y un
kilómetro y medio más allá el del arroyo del Chorro Grande.
El Chorro Chico |
El Chorro Grande |
Una vez vadeado éste último
abandonamos la pista y empezamos la fuerte subida que, aguas arriba, se interna
en el pinar que cubre la ladera. Comienza así el recorrido ascendente del
Chorro Grande y de sus numerosas cascadas o chorreras que se pueden contemplar,
con mayor o menor cercanía, desde varios miradores naturales. Se nos hace
extraño iniciar el ascenso a las 12:30pm, horario muy tardío para lo que
estamos habituados. En realidad el tramo que emprendemos ahora se puede
considerar como una excursión aislada en sí misma, solo que en este caso la
estamos integrando en una circular única y bastante más extensa.
Curso del Chorro Grande |
Las piernas tardan menos de lo
esperado en ponerse en modo ascenso y la subida resulta bastante cómoda. La
pendiente es notable pero la trocha es clara, pudiéndose observar distintos
tramos del Chorro Grande.
La senda está cada vez más rodeada
de altos "escobones". El tapiz vegetal de enebro resulta apacible a la vista pero
literalmente esconde lo que hay debajo: ¿Roca o hueco?, por lo que vale la pena
no arriesgar.
El enebro lo cubre todo |
Alcanzando la parte superior del Chorro Grande |
En la parte superior, y tras
cruzar un arroyo secundario que vierte en el Chorro Grande a la altitud de
1.700m, lo seguimos aguas arriba hasta alcanzar y superar un murete de piedras
(1.850m) que se extiende a derecha e izquierda sin que se vea su límite.
A poco de llegar al murete delimitador, junto al arroyo secundario que vierte en el Chorro Grande |
El calor aprieta y los 30ºC al
descubierto resultan rigurosos. El accesible cordal y el Puerto del Reventón,
unos doscientos metros más arriba, no nos resultan nada tentadores. En otra
ocasión quizá. En ésta optamos por subir unos pocos metros más y alcanzar el
PR-10 por el que rápida y cómodamente
llegamos al emplazamiento de la Fuente del Infante y del Chozo que hay junto a
ella (1.840m). Cómo se agradece reponer energías, y beber de la fresca agua que
mana, antes de emprender el muy pendiente descenso hacia la Granja por la pista
que la comunica con la Fuente.
Fuente y Chozo del Infante |
Seiscientos metros de desnivel
que se bajan con mayor rapidez y comodidad de lo esperado siguiendo el sinuoso
trazado de la pista, dando vista a la cara Sur de las Peñas Buitreras.
Cara Sur de Peña Buitreras, a la dcha. |
Un oportuno “mirador con banco
artesanal” (1.450m) constituye la excusa perfecta para hacer un alto y
contemplar la Granja de San Ildefonso y el embalse del Pontón Alto, abajo, en
la planicie.
Oportuno mirador con banco |
Continuamos camino, apagamos la
sed con el agua que mana de la Fuente de los Helechos unos metros más abajo,
para después tomar el tramo de pista que se encamina hacia el Esquinazo.
A la altura de los 1.300m, muy
poco antes de alcanzar la tapia que bordea el Palacio de la Granja, nos
detenemos atraídos por un grupo de cerezos silvestres repletos de frutos ¿Quién
se resiste ante semejante tentación? ¡Desde luego que nosotros no! Así que dedicamos
un rato a saborear las cerezas, agradeciendo
sobremanera su intenso y fresco sabor que sirve como inesperado colofón
gastronómico a una extensa e inusual circular recorriendo distintas partes del
río Cambrones y de sus dos afluentes más destacados, el Chorro Chico y el
Chorro Grande.
Deliciosas cerezas |
Hola Carmar.
ResponderEliminarAgua en abundancia que discurre por barrancos, ríos, cascadas y calderas, que bien nos hubiera venido su compañía en algunos momentos el otro día.
Por más veces que vayamos a un lugar, siempre queda algo por conocer y más en esta vertiente segoviana que la tenéis menos trillada.
Un saludo
Esos arroyos y fuentes que tanto se echan de menos en los ásperos lapiaces y que, cuando aparecen es como una bendición.
EliminarEn Guadarrama son abundantes, y cómo alegran los sentidos. El agua de la Fuente del Infante es especialmente buena y fresca.
Salud y Montaña.
El año pasado estuve entre La Granja y Segovia y fue un puntazo. No hizo tanto calor como estos días y, se estaba de maravilla.
ResponderEliminarEsta senda que nos presentas garantiza una frescura para estos puñeteros y deshidratantes días que estamos padeciendo.
Es una buena elección.
Un abrazo.
Es tan agradable y fresco el entorno de la Granja de San Ildefonso que se comprende enseguida la razón por la que los reyes hicieron de ella su residencia de verano.
EliminarNosotros ahora nos limitamos a recorrer sus rincones como ocasionales naturalistas.
Un abrazo.