Al Sur y Oeste del puerto de
Guadarrama se levanta la Sierra de Malagón que, además de marcar el límite
entre Madrid y Ávila, es el enlace entre las parameras de Ávila y el conjunto montañoso de
Gredos.
El "dorso" SSO de
Malagón, con el punto más señero en el Pico de Abantos, constituye una especie de
plano inclinado de superficies onduladas surcadas por los cursos de agua que se
encajan en gargantas más bien amplias, como la del río de la Aceña y la del
arroyo del Hornillo.
La circular de hoy discurre por
zonas de Majadas, Rentas y Cercas, Solanas y Umbrías en una franja de aproximadamente
1,5km de ancha por unos 5km de larga,
orientada de Oeste/Este, con puntos más distantes en el Puerto de Malagón
(1.536m) y el Puente de la Aceña (1.160m), respectivamente.
El recorrido, realizado en el
sentido de las agujas del reloj, sigue aguas arriba el fluir pausado del río de
la Aceña, y de su afluente el arroyo del Tobar, descendiendo luego, tras pasar por el Puerto de Malagón, junto al arroyo
del Hornillo en su deslizar por las Chorreras Alta y Baja. Es el Aceña el cauce
principal, que primero recoge las aguas del arroyo del Tobar (en la zona de Las
Hurdillas) y posteriormente, en el Puente de la Aceña, las del arroyo del
Hornillo.
Son las 9h cuando emprendemos la
marcha en el solitario Puente de la Aceña, aguas arriba del río del mismo nombre hasta
alcanzar la Umbría Calleja. El ganado pasta aparentemente insensible al frío
que hace a la sombra mientras nosotros apretamos el paso para llegar cuanto
antes a la zona soleada, al tiempo que observamos el incipiente brotar de los
arbustos.
En un momento dado, tras cruzar
los cauces del río Aceña y del arroyo Tobar, un sendero pedregoso enfila
directamente hacia arriba, abandonando el llano, al encuentro del sol que hace
rato está dando sobre el Risco del Galdano.
Es una subida empinada que salva unos doscientos metros de desnivel. El sol y la
pendiente tardan poco en “templarnos” a medida que dejamos atrás y abajo la
sombra junto al río. Las jaras perfuman el ambiente y los enebros lo adornan.
Alcanzamos un murete en lo alto
del cordal (encontraremos muchos más a lo largo de la jornada) y continuamos
ascendiendo pegados a él. Por encima, a la izquierda y a lo lejos, se divisa el
embalse de la Aceña, a los pies de la población de Peguerinos.
Embalse de la Aceña |
Seguimos la senda que pronto se
transforma en camino de herradura, y por debajo del Risco del Galdano nos
adentramos en un corto desfiladero que luego da acceso a unas amplias laderas,
al pie de las Rentas del Tobar y de Robledondo.
Desfiladero del Galdano |
Tras abandonar el desfiladero la
trocha, al principio difusa y que exige cierta orientación, se va consolidando
a medida que se acerca al embalse del Tobar, hasta confluir con una clara pista
que ya se sigue sin dificultad alguna. A pesar de ser entrado el invierno aún
quedan hojas de roble prendidas de algunas ramas. De nuevo detalles que adornan
la marcha.
Paulatinamente nos acercamos al Puerto de
Malagón, lugar de referencia y de confluencia de caminos. Atrás queda el embalse del Tobar.
Una vez en el Puerto tomamos dirección SSO por el Camino del Pinar,
iniciando un largo llaneo con zona de páramo a la derecha y de pinar a la
izquierda. El paisaje es amplio e induce
a la serenidad.
En un momento dado una pista
lateral hacia la izquierda abandona la que venimos siguiendo y se interna en el
pinar para, al poco, embocar con un cortafuego que se enfila directamente hacia
la cima del Cerro de la Cabeza, cuyo vértice geodésico es visible desde la
distancia.
El Cerro de la Cabeza (1.679m) es
el punto más alto por el que pasamos hoy, y constituye una buena atalaya
desde la que observar alrededor, desde el lejano Gredos a los más próximos
Pedriza, y San Lorenzo del Escorial, al pie mismo del
Cerro.
Sierra de Gredos |
La Pedriza, con el collado de la Dehesilla en el centro |
San Lorenzo de el Escorial |
Retomamos la marcha iniciando
el descenso hacia la Majadahonda, en busca del arroyo del Hornillo. Seguimos y
cruzamos varias de las pistas que abundan por la zona, con el punto final fijo
en la mirada.
Llegamos junto a un oportuno
abrevadero / fuente cuya agua bebemos con agrado a la par que observamos sus
detalles.
Continuamos el descenso y nos
internamos en un pinar en el que se pierde la perspectiva. Encaramos el tramo
en el que más atentos hay que ir del track.
Finalmente ya vemos el barranco del Hornillo; amplio e inconfundible por su arroyo directo hacia una
mancha de pinar y por el gran número de cercas y muretes que anteceden. Paisaje
en verdad característico.
Barranco del Hornillo |
Abandonando la senda vamos
directamente a cruzar el arroyo del Hornillo atravesando las lajas tumbadas que
conforman las Chorreras Altas por las que el agua se desliza silenciosamente ¡Atención
a los resbalones! Tienen poca inclinación pero caer sentado de golpe sobre el
pulido granito es una sensación a evitar.
Chorreras Altas del Hornillo |
Seguidamente, con la vista fija
en la embocadura del pinar, vamos perdiendo altura progresivamente a la par que
vamos franqueando muretes. Una especie de entretenida gymkana campestre.
Alcanzado el pinar se encuentra
la nítida senda que, aguas abajo del arroyo del Hornillo, conduce hasta la
popular Chorrera Baja, hoy con poca agua pero espectacular en primavera (pincha aquí), a
tope de caudal.
Chorrera Baja del Hornillo |
Estamos cerrando la circular; tan
sólo un último tramo dentro de un bosque de muy altos pinos que, cómodamente
nos devuelve al Puente de la Aceña, ahora repleto de vehículos y de personas,
dando por finalizado un recorrido de unos 14km de longitud, salvando un
desnivel total en ascenso de unos 600m de D+ sosegado y pleno de
detalles que permite orear el espíritu en paisajes solitarios.
Hola Carmar.
ResponderEliminarDespués de disfrutar de las alturas, ahora toca hacer lo propio con las zonas bajas, recorriendo los cauces de los ríos, bosques y zonas de pastos.
Veo que la zona de Gredos o eso parece ... aguanta todavía la nieve, nos vemos pronto.
Un saludo
El reducto de Gredos todavía la tenía, aunque escasa y ya en retirada ahora.
EliminarPronto nos vemos.
Un saludo
El día del Trabajo hicimos esta ruta, pero comenzando en Robledondo y remontando el Arroyo del Hornillo hasta su nacimiento, y subiendo al Barranco de la Cabeza. La Sierra de Malagón es digna de ser visitada. Como ya he comentado, una de mis debilidades. Bonita ruta Carmar. Abrazos
ResponderEliminarGracias, Rafa, por tu comentario. Ya sé que nos atraen las mismas soledades; menos mal que las seguimos encontrando.
EliminarUn abrazo