Olivos centenarios de Sestrica |
A Sestrica vinimos por su alcornocal atraídos; de Sestrica nos fuimos de sus olivares prendados.
La localidad de Sestrica, en la
comarca del rio Aranda, se encuentra en una ladera al pie de la Sierra de la
Virgen, no lejos de Calatayud.
Si bien lo que a priori nos
incitó a visitar el lugar fue la existencia de un alcornocal muy bien
conservado, con algún ejemplar aislado de gran tamaño, la verdadera sorpresa
para nosotros fueron los majestuosos olivos que se encuentran.
Para los admiradores (en el
literal sentido del término) de los árboles centenarios el entorno ofrece el
atractivo de contemplarlos en su medio, en un paraje singular que se recorre sin prisa y con deleite.
Es Sestrica un pueblo tranquilo
donde los aperos aguardan a que alguien acuda, cuando toque, a ponerlos en
funcionamiento.
De camino al alcornocal, que se
encuentra a unos cinco kilómetros hacia la montaña, vamos pasando por los
distintos campos y rincones donde cerezos, almendros y olivos llaman la
atención.
En las proximidades de la
población los abigarrados cerezos comparten escenario con los almendros. La
mañana es limpia y fresca. Todo reluce.
Almendros |
Cerezos |
Fresco ambiente mañanero |
Así, casi de forma imperceptible, hemos dejado atrás Sestrica y nos hallamos en el paraje conocido como el Prado, lugar donde se encuentra un ejemplar de alcornoque centenario El Alcornoque del Prado, un árbol de unos 10 metros de altura, 640 cm de perímetro en la base y con un tronco dividido en numerosos “recepes”, que no hace mucho pasó de la categoría de “árbol sobresaliente” a la de “singular”, según consta en el Catálogo de árboles singulares de Aragón. El árbol catalogado se halla rodeado de madreselvas, escaramujos, jaras y majuelos.
Alcornoque del Prado |
El Alcornoque del Prado se halla cerca, pero fuera, del alcornocal de Sestrica, un bosque mediterráneo también raro al que, tras la visita, nos encaminamos seguidamente.
Los materiales silíceos del
sustrato hacen que la flora no sea la típica a la que estamos acostumbrados en Aragón, donde predomina la caliza; la
abundante presencia del Cantueso (Lavandula stoechas) da fe de la sílice que lo
sustenta.
Flor lila del cantueso |
Madreselva |
La senda comienza a picar hacia arriba, la sierra cubierta de encinas la tenemos al alcance.
Flor de la encina |
El paseo en ida y vuelta por el
alcornocal es relativamente corto, con unos 300 metros de desnivel, hasta dar
vista a la localidad de Viver, así que nos detenemos en cualquier rincón, prendándonos
del ambiente.
Las últimas sacas de corcho fueron realizadas en el 2006, y puede verse en los troncos la regeneración de la corteza.
El retorno a Sestrica lo hacemos por una pista que, paralela a la carretera CV 706 (al otro lado), sigue el curso del barranco de las Umbrías.
Zona de olivares impresionantes
que recorremos admirados.
A Sestrica vinimos por su alcornocal atraídos; de Sestrica nos fuimos de sus olivares prendados.
Hola Carmar.
ResponderEliminarCasi no me acordaba de esta salida, a tardado pero a merecido la pena. Bien es cierto que Sestrica es famoso por su alcornocal, único en Aragón, pero esos olivos son igual o más espectaculares.
Un saludo
Tiene razón Eduardo; el alcornocal es lo que da referencia atractiva a Sestrica pero, los olivos tienen un porte que no desmerecen en absoluto, sus troncos son espectaculares.
ResponderEliminarCuántas veces habré dicho: tengo que ir por allí...(llegará).
Una caminata muy interesante y, me gusta el ejemplar solitario al que han respetado la corteza. Que bonitos son completos.
Un abrazo.
Vayamos donde vayamos, sea cual sea la razón por la que a un determinado lugar acudimos, mantengamos siempre los ojos abiertos de par en par. Nos sorprenderemos con frecuencia de "las otras razones" por las que también deberíamos haber ido.
ResponderEliminarGracias Eduardo y Javier por apreciar conmigo los extras que tiene Sestrica, que no es sino uno de esos lugares, ocasionalmente mencionados pero no suficientes veces recorridos, que tanta naturaleza ofrecen a quien en ellos se adentra. El atractivo de lo sencillamente natural.
Un abrazo y gracias por vuestra visita y comentarios.
Árvores centenárias, flores, caminhar na natureza, amigos, ar puro, sol,... tudo me encanta... aliás, o que mais me encanta de verdade é a vida, que me dá todas essas oportunidades... ainda que a distância...
ResponderEliminarUm beijo, maravilhosos homem da natureza e dos animais encantados
La naturaleza, los árboles, las flores, todo ello simplemente "está". Es cosa nuestra el ir a llenarse de todo ello regenerándose de la vida urbana que nos toca a diario.
EliminarCon estas entradas trato de compartir cómo la veo y la siento, y me alegra sobremanera que te agraden. Es como vivir las experiencias varias veces.
Gracias por tu comentario.
Salud, Montaña y un abrazo.