domingo, 14 de julio de 2019

Chorrera del Cancho Litero y Puerto de Linera en los Montes Carpetanos.

Chorrera del Cancho Litero

Los Montes Carpetanos son un tramo de la Sierra de Guadarrama que delimita las provincias de Segovia (al Norte) y de Madrid (al Sur), extendiéndose de NO a NE desde el macizo de Peñalara hasta el puerto de Somosierra, manteniendo una altitud media por encima de los 2.000m. Integrados en el largo cordal hay picos tan relevantes como El Nevero (2.200m) y los Reajos (Capón, 2.090m y Alto, 2.100m).

Por la vertiente madrileña, comenzando en el Puerto de Navafría, se extiende una Pista Horizontal que, manteniendo la altitud en torno a los 1.800m, sigue el trazado de la cuerda cimera hasta enlazar con el Puerto de Somosierra. Discurre por zona boscosa permanentemente, cruzando las cabeceras de los distintos barrancos que van apareciendo.

En el tramo entre La Peñota y la Peña Berrocosa la Pista Horizontal “toca” el Puerto de Linera a la altitud de 1.831m para luego seguir su trazado O - E al pie de la Sierra, comunicando las cabeceras del barranco del Arroyo del Cancho Litero con la del Arroyo del Buitraguillo, ambos separados entre sí por el lomo que, desprendiéndose de la Peña Berrocosa (1.960m) hacia el Sur, continúa por el Cerro del Espino (1.886m) y acaba perdiendo altura en el Berrocazo (1.500m).

Transitar por estos hermosos y extensos parajes cubiertos de abigarrados pinares conlleva a elegir entre las numerosas y zigzagueantes pistas que los surcan o por los directos y muy pendientes cortafuegos y/o monte a través. 

Gran cortafuego que se desprende de la Peñota. Acabaremos subiendo por él
La garantía de bosque, amén de la soledad esperada a lo largo del recorrido, constituyen un objetivo en sí mismos para realizar una circular larga (unos 26km de longitud), salvando un desnivel total acumulado algo superior a los 1.000m de D+, con punto de partida y llegada en la localidad de Villavieja del Lozoya, deambulando por las coladas, caminos, laderas a través y por las numerosas pistas que surcan estos parajes.


La realizamos en el sentido de las agujas del reloj, siguiendo primero el trazado de la colada de la Solana (su descubierta hace honor al nombre).

Es temprano cuando iniciamos la marcha en Villavieja del Lozoya en pos de la Colada de la Solana pasando, al poco de comenzar, junto a la poza del Caz.

Poza del Caz
El trayecto por la Colada de la Solana, larga y jalonada de rosales silvestres, endrinos y demás arbustos punzantes,  acaba tras 5km de recorrido.

Roca de los Mil Hombres, en la Colada de la Solana

Nos enganchamos frecuentemente en los rosales silvestres
Ante la mirada curiosa de las vacas
Al alcanzar el arroyo del Montarrón, de cara a un frontal de pinar que se yergue sobre lo que hasta el momento ha sido una zona despejada. La altitud es de 1.250m y en adelante ya marcharemos por bosque. 

Frontal de pinar al final de la Colada de la Solana. Al fondo, los alomados Montes Carpetanos
Cruzando el arroyo del Montarrón nos internamos en el pinar. Inmediatamente la senda se difumina entre un caos de ramas caídas entre altos y oscuros pinos. Para visitar la escondida Chorrera hemos de remontar aguas arriba el Arroyo del Cancho Litero, sin cruzarlo y siguiendo la mejor trocha de las varias que hay, manteniendo el cauce a nuestra izquierda y a cierta distancia.

Se agradece la sombra de los pinos
Finalmente unos mojones nos indican la senda para superar un farallón rocoso. Desde su parte alta, unos pocos metros en realidad, ya se distingue (que no se ve) la ubicación de la Chorrera del Cancho Litero, a la que se desciende sin dificultad. Enclave ciertamente recoleto el de la cascada.

Observando "el escondite" de la Chorrera del Cancho Litero
Chorrera del Cancho Litero
Tras la visita desandamos el camino hecho hasta retornar a la entrada del bosque de pinos tras la Solana. Toca, ahora sí, alcanzar y vadear el Arroyo del Cancho Litero por unos troncos colocados de forma muy oportuna.


La presencia de un enorme toro, junto a varias vacas que ocupan una pequeña nava, nos induce a rodear prudentemente el lugar.

A la vista de los toros, preferimos dar un rodeo para no molestar
Ascendiendo por el Camino de Gallegos
Hasta alcanzar una pista superior, el Camino de Gallegos, que seguimos hasta entroncar con el evidente y ancho cortafuegos que comunica directamente con la cima de la Peñota. Sopesamos la conveniencia de seguir por la pista y sus amplias lazadas o enfilar cortafuegos arriba. Decidimos optar por la directa y hacia arriba, asumiéndolo como una forma de “entrenamiento”. La primera mitad vamos alegres y derechos, luego comenzamos a hacer zetas y finalmente resoplamos hasta acabarlo. Prácticamente ya está superado el desnivel total de la circular.

Una vez arriba tomamos la Pista Horizontal, alcanzamos el Puerto de Linera donde, tras una breve parada, continuamos por ella hacia el Collado del Espino para pasar a la cuenca del Barranco del Buitraguillo. Son amplias las vistas hacia la Sierra de la Cabrera.

Sierra de la Cabrera (izq) y Mondalindo (dcha), desde la Pista Horizontal
Poco antes de llegar al Arroyo de las Lagunillas (que más abajo vierte en el del Buitraguillo) iniciamos el acompañamiento de sus aguas monte a través. Iniciamos ahora el tramo más agreste del recorrido, por el que descendemos durante 350m de desnivel sin trocha alguna, por el muy asilvestrado y cada vez más pendiente entorno.

Iniciamos la sesión de "monte a través"
La primera parte es llevadera, en cambio la segunda (donde las líneas de nivel “se aprietan”) nos obliga a ir abriéndonos camino entre los arbustos y árboles caídos, al tiempo que esmeramos la atención para evitar resbalones y torceduras. 





Tensión y adrenalina hasta llegar al Arroyo del Buitraguillo y a una senda de cazadores (de apenas 1km de longitud), que permite relajar las piernas y la atención, hasta entroncar con una pista a 1.420m que tomamos en sentido Sur.

Senda de cazadores junto al arroyo del Buitraguillo
(Si se quiere obviar “la experiencia” del montaraz acompañamiento de las aguas del Arroyo de las Lagunillas, en lugar de abandonar en su parte alta la Horizontal para iniciar el monte a través, se sigue por ella hasta cruzar el arroyo (unos 200m más adelante) y encontrar un visible y próximo cortafuego descendiendo por él hacia el Este hasta que termina en otra pista inferior (1.630m) cuyo trazado descendente hacia el Sur ya podemos seguir fácilmente).

Aún queda trecho, pero ahora se camina muy bien, además algo de aire nos da de cara, lo que contribuye a refrescarnos.

En un momento determinado un ciervo cruza el camino a unos cincuenta metros de donde estamos. Como no nos percibe podemos verle evolucionar y comer ajeno a nuestra presencia, hasta que nos siente, gira la cabeza, nos ve, nos miramos durante un instante, y huye rápidamente. Bonito encuentro.


Resulta agradable caminar por la Colada del Roblazgo, flanqueada de robles. 

Colada del Roblazgo
En dirección a Villavieja de Lozoya, lugar donde concluye esta circular que nos ha permitida recorrer la densa masa forestal que cubre la vertiente Sur de los Montes Carpetanos, donde numerosas pistas hay y que pocas visitas recibe a pesar de la naturaleza montaraz que ofrece.

4 comentarios:

  1. Hola Carmar.

    Bueno, otra larga caminata, aunque más agradecida por los largos tramos de bosque y con ese cielo, que parece nublado, que seguro os quito algún rayo de sol.

    Con tanto monte a través, se os van a quedar las piernas bien "lisas", que aunque se vaya de largo, las dichosas ramas, espinos y demás matorrales se hincan ante lo más profundo.

    Un saludo

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    1. Cómo se nota que sabes de qué va esto. Sí, las piernas van depiladitas con tanto restregón con arbustos de todo tipo, la mayoría punzantes y leñosos.

      Un saludo, Eduardo.

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  2. No os falta razón. La belleza del recorrido es indudable y, además, una buena jornada de depilación "natural".
    Un abrazo.

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    1. Las piernas quedan listas y lisas, como las del mejor ciclista :-)
      Un abrazp

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