Chorrera del Cancho Litero |
Los Montes Carpetanos son un
tramo de la Sierra de Guadarrama que delimita las provincias de Segovia (al
Norte) y de Madrid (al Sur), extendiéndose de NO a NE desde el macizo de
Peñalara hasta el puerto de Somosierra, manteniendo una altitud media por
encima de los 2.000m. Integrados en el largo cordal hay picos tan relevantes
como El Nevero (2.200m) y los Reajos (Capón, 2.090m y Alto, 2.100m).
Por la vertiente madrileña, comenzando
en el Puerto de Navafría, se extiende una Pista Horizontal que, manteniendo la
altitud en torno a los 1.800m, sigue el trazado de la cuerda cimera hasta
enlazar con el Puerto de Somosierra. Discurre por zona boscosa permanentemente,
cruzando las cabeceras de los distintos barrancos que van apareciendo.
En el tramo entre La Peñota y la
Peña Berrocosa la Pista Horizontal “toca” el Puerto de Linera a la altitud de
1.831m para luego seguir su trazado O - E al pie de la Sierra, comunicando las
cabeceras del barranco del Arroyo del Cancho Litero con la del Arroyo del
Buitraguillo, ambos separados entre sí por el lomo que, desprendiéndose de la
Peña Berrocosa (1.960m) hacia el Sur, continúa por el Cerro del Espino (1.886m)
y acaba perdiendo altura en el Berrocazo (1.500m).
Transitar por estos hermosos y
extensos parajes cubiertos de abigarrados pinares conlleva a elegir entre las
numerosas y zigzagueantes pistas que los surcan o por los directos y muy
pendientes cortafuegos y/o monte a través.
Gran cortafuego que se desprende de la Peñota. Acabaremos subiendo por él |
La garantía de bosque, amén de la
soledad esperada a lo largo del recorrido, constituyen un objetivo en sí mismos
para realizar una circular larga (unos 26km de longitud), salvando un desnivel
total acumulado algo superior a los 1.000m de D+, con punto de partida y
llegada en la localidad de Villavieja del Lozoya, deambulando por las coladas,
caminos, laderas a través y por las numerosas pistas que surcan estos parajes.
La realizamos en el sentido de
las agujas del reloj, siguiendo primero el trazado de la colada de la Solana
(su descubierta hace honor al nombre).
Es temprano cuando iniciamos la
marcha en Villavieja del Lozoya en pos de la Colada de la Solana pasando, al poco de comenzar, junto a la poza del Caz.
Poza del Caz |
El trayecto por la Colada de la
Solana, larga y jalonada de rosales silvestres, endrinos y demás arbustos
punzantes, acaba tras 5km de recorrido.
Roca de los Mil Hombres, en la Colada de la Solana |
Nos enganchamos frecuentemente en los rosales silvestres |
Ante la mirada curiosa de las vacas |
Al alcanzar el arroyo del Montarrón, de cara a un frontal de pinar que se
yergue sobre lo que hasta el momento ha sido una zona despejada. La altitud es
de 1.250m y en adelante ya marcharemos por bosque.
Frontal de pinar al final de la Colada de la Solana. Al fondo, los alomados Montes Carpetanos |
Cruzando el arroyo del Montarrón
nos internamos en el pinar. Inmediatamente la senda se difumina entre un caos
de ramas caídas entre altos y oscuros pinos. Para visitar la escondida Chorrera
hemos de remontar aguas arriba el Arroyo del Cancho Litero, sin cruzarlo y
siguiendo la mejor trocha de las varias que hay, manteniendo el cauce a nuestra
izquierda y a cierta distancia.
Se agradece la sombra de los pinos |
Finalmente unos mojones nos
indican la senda para superar un farallón rocoso. Desde su parte alta, unos
pocos metros en realidad, ya se distingue (que no se ve) la ubicación de la Chorrera del Cancho Litero, a la que
se desciende sin dificultad. Enclave ciertamente recoleto el de la cascada.
Observando "el escondite" de la Chorrera del Cancho Litero |
Chorrera del Cancho Litero |
Tras la visita desandamos el
camino hecho hasta retornar a la entrada del bosque de pinos tras la Solana.
Toca, ahora sí, alcanzar y vadear el Arroyo del Cancho Litero por unos troncos
colocados de forma muy oportuna.
La presencia de un enorme toro,
junto a varias vacas que ocupan una pequeña nava, nos induce a rodear
prudentemente el lugar.
A la vista de los toros, preferimos dar un rodeo para no molestar |
Ascendiendo por el Camino de Gallegos |
Hasta alcanzar una pista
superior, el Camino de Gallegos, que seguimos hasta entroncar con el evidente y
ancho cortafuegos que comunica directamente con la cima de la Peñota. Sopesamos
la conveniencia de seguir por la pista y sus amplias lazadas o enfilar
cortafuegos arriba. Decidimos optar por la directa y hacia arriba, asumiéndolo
como una forma de “entrenamiento”. La primera mitad vamos alegres y derechos,
luego comenzamos a hacer zetas y finalmente resoplamos hasta acabarlo. Prácticamente
ya está superado el desnivel total de la circular.
Una vez arriba tomamos la Pista
Horizontal, alcanzamos el Puerto de Linera donde, tras una breve parada,
continuamos por ella hacia el Collado del Espino para pasar a la cuenca del
Barranco del Buitraguillo. Son amplias las vistas hacia la Sierra de la Cabrera.
Sierra de la Cabrera (izq) y Mondalindo (dcha), desde la Pista Horizontal |
Poco antes de llegar al Arroyo de
las Lagunillas (que más abajo vierte en el del Buitraguillo) iniciamos el
acompañamiento de sus aguas monte a través. Iniciamos ahora el tramo más
agreste del recorrido, por el que descendemos durante 350m de desnivel sin
trocha alguna, por el muy asilvestrado y cada vez más pendiente entorno.
Iniciamos la sesión de "monte a través" |
La primera parte es llevadera, en
cambio la segunda (donde las líneas de nivel “se aprietan”) nos obliga a ir
abriéndonos camino entre los arbustos y árboles caídos, al tiempo que esmeramos
la atención para evitar resbalones y torceduras.
Tensión y adrenalina hasta
llegar al Arroyo del Buitraguillo y a una senda de cazadores (de apenas 1km de
longitud), que permite relajar las piernas y la atención, hasta entroncar con
una pista a 1.420m que tomamos en sentido Sur.
Senda de cazadores junto al arroyo del Buitraguillo |
(Si se quiere obviar “la experiencia” del montaraz acompañamiento de
las aguas del Arroyo de las Lagunillas, en lugar de abandonar en su parte alta
la Horizontal para iniciar el monte a través, se sigue por ella hasta cruzar el
arroyo (unos 200m más adelante) y encontrar un visible y próximo cortafuego
descendiendo por él hacia el Este hasta que termina en otra pista inferior
(1.630m) cuyo trazado descendente hacia el Sur ya podemos seguir fácilmente).
Aún queda trecho, pero ahora se
camina muy bien, además algo de aire nos da de cara, lo que contribuye a
refrescarnos.
En un momento determinado un
ciervo cruza el camino a unos cincuenta metros de donde estamos. Como no nos
percibe podemos verle evolucionar y comer ajeno a nuestra presencia, hasta que
nos siente, gira la cabeza, nos ve, nos miramos durante un instante, y huye
rápidamente. Bonito encuentro.
Resulta agradable caminar por la
Colada del Roblazgo, flanqueada de robles.
Colada del Roblazgo |
En dirección a Villavieja de Lozoya, lugar donde concluye esta circular que nos ha permitida recorrer la densa masa
forestal que cubre la vertiente Sur de los Montes Carpetanos, donde numerosas
pistas hay y que pocas visitas recibe a pesar de la naturaleza montaraz que
ofrece.
Hola Carmar.
ResponderEliminarBueno, otra larga caminata, aunque más agradecida por los largos tramos de bosque y con ese cielo, que parece nublado, que seguro os quito algún rayo de sol.
Con tanto monte a través, se os van a quedar las piernas bien "lisas", que aunque se vaya de largo, las dichosas ramas, espinos y demás matorrales se hincan ante lo más profundo.
Un saludo
Cómo se nota que sabes de qué va esto. Sí, las piernas van depiladitas con tanto restregón con arbustos de todo tipo, la mayoría punzantes y leñosos.
EliminarUn saludo, Eduardo.
No os falta razón. La belleza del recorrido es indudable y, además, una buena jornada de depilación "natural".
ResponderEliminarUn abrazo.
Las piernas quedan listas y lisas, como las del mejor ciclista :-)
EliminarUn abrazp