domingo, 20 de enero de 2019

El Cerro de la Camorca y las Pesquerías Reales en el bosque de Valsaín.

Pinar de Valsaín

Parece ser tendencia natural y extendida el no valorar suficientemente lo que se tiene al alcance de la mano. Contrarrestar activamente tal propensión, a la que nos vemos instintivamente abocados, se ha convertido en nuestro modus  operandi desde hace tiempo,  siendo éste el propósito que nos impulsa a buscar, diseñar, y a la postre realizar, itinerarios por entornos intimistas y/o intrincados, a la par que novedosos, dentro del restringido entorno de nuestras montañas próximas, tratando de combinar entorno y estación del año de la manera más conveniente.

La singularidad y la extensión del Bosque de Valsaín son notables ¡Tenerlo cerca constituye un privilegio! Aprovecharlo es cosa de cada uno.

Para hoy nos planteamos un paseo mañanero por el Bosque de Valsaín, buscando percibir sus sonidos y el fluir de las transparentes aguas del río Eresma en una fría y soleada jornada.



Iniciamos la marcha en La Boca del Asno siguiendo el río Eresma aguas abajo.

El Eresma baja bravo junto a la Boca del Asno
El frío resulta más intenso de lo previsto y no acabamos de entrar en calor. Tanto es así que estamos deseando llegar a la fuerte cuesta arriba que nos espera para acceder al Cerro Pelado, como recurso para calentarnos, pero para ello aún falta, así que avivamos el paso todo lo que podemos sin dejar de admirar el bello y silencioso paraje junto al río.

Aguas abajo del río Eresma



Tras un kilómetro escaso desde la salida llegamos al puente de Navalacarreta, por el cual cruzamos a la margen izquierda, y nos alejamos del cauce para adentrarnos en el pinar.

Puente de Navalacarreta
Al poco nos acercamos a ver la Fuente del Tío Linos de la que mana abundante agua.


Seguidamente deshacemos durante unos metros el camino hasta la fuente para encontrar el entronque con un arrastradero de madera, e iniciamos el ascenso por muy pendiente ladera al Cerro Pelado. Recta y hacia arriba es la senda que atraviesa el pinar. Ahora, por fin, sí entramos en calor.

En lo alto del Cerro Pelado, bonito enclave cubierto de pinos, se contempla el Cerro de la Camorca, doscientos metros de desnivel entre ambos y separados unos tres kilómetros que se recorren por la amplia pista del Cordal de la Fuenfría.

Enfrente el Cerro de la Camorca, tras él, al fondo, el Montón de Trigo
Antes de proseguir dejamos vagar la vista hacia las familiares cumbres que se divisan entre los pinos a la par que nos fijamos en los detalles.

El Montón de Trigo, al fondo, desde el Cerro Pelado

Las "peladuras" naranjas son características de los pinos de Valsaín
Sin más demora descendemos unos metros hasta entroncar con el Cordal de la Fuenfría, buena y amplia pista todavía a la sombra por la que marchamos hasta colocarnos al pie y unos metros por debajo del Cerro de la Camorca. Es este un tramo habitualmente muy transitado por ciclistas.

En el Cerro de la Camorca: refugio, buenas vistas y todo el desnivel de la jornada ya ascendido.

Desde el Cerro de la Camorca: a la izq. el Montón de Trigo, a la dcha. la Pinareja.

Peñalara (izq) y las Cabezas de Hierro (dcha) desde la Camorca
Dejamos la cumbre y emprendemos la bajada hasta encontrar, a la altitud de 1.685m, el inicio de la Vereda de Valbuena, que “se precipita” por la Divisoria de los Berciales a encontrar, trescientos metros más abajo, el cauce del Eresma.

Tras esta nava y a la izq. se toma la Vereda de Valbuena
Rápido y cómodo descenso por un bosque de pinos silencioso y apenas frecuentado donde “los habituales”, a los que procuramos no importunar, nos miran con cierta curiosidad.

Montaraz entorno por el que discurre la Vereda

Uno de los "habituales"
Alcanzado el río Eresma lo recorremos junto al cauce, aguas abajo por el Camino de las Pesquerías Reales, contemplando las transparentes y rápidas aguas, hasta alcanzar de nuevo el punto de partida en La Boca del Asno.

Camino de las Pesquerías Reales, junto al Eresma



Bonita circular mañanera por el bosque de Valsaín, un espectáculo en sí mismo en cualquier época del año. Toda una experiencia para el recuerdo.



4 comentarios:

  1. El Bosque de Valsaín, uno de los emblemas y joya de la Sierra de Guadarrama, por su belleza y conservación. Transitar por él, sea cual sea el recorrido, es un deleite para los sentidos. Solo un "pero" a vuestro paseo, teníais a tiro la Casa Eraso con mucha historia en lo que queda de sus muros. Un abrazo. Rafa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Razón tienes, amigo Rafa, que la Casa Eraso es un atractivo bastión que esta vez dejamos de lado, que íbamos de tiempo no sobrados. No obstante ya la conocemos, y en invierno, entre profundas nieves, constituye un paraje especialmente bello.

      Un abrazo

      Eliminar
  2. Hola Carmar.

    Que bonito es Valsaín! y más aún cuando se recorre en compañía de un río. Veo que las cumbres ya blanquean, imagino que este fin de semana mojarás los esquíes.

    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias Eduardo, en cuanto al Bosque de Valsaín, me remito a lo dicho al comienzo de esta entrada: ¡Tenerlo cerca constituye un privilegio! Aprovecharlo es cosa de cada uno.

      Este fin de semana concretamente no será cuando inicie la temporada de esquí de travesía, esperaré a que el manto se consolide y a que le caiga la segunda capa, que pronto la tendremos encima.

      Salud y Montaña.

      Eliminar