Piedra, bosque, agua, niebla y sol. Humedad, musgo, liquen, alfombras de hojas de pino y de granito desmenuzado. Rumor de agua, trinos de pájaro, olor de jara, limonita y cantueso. Soledad, esfuerzo, mojones, serenos bosques, altivas rocas, curiosos pasos. Y mucho más ofrece este trayecto de hoy, que me ha llevado desde Canto Cochino a la Pedriza posterior, con sus Torres, transitando por los dos grandes itinerarios boscosos de este Parque regional. Muy recomendable en cualquier época del año. En verano, porque aprovechas la sombra en la mayor parte del recorrido. En invierno, porque los bosques con nieve son especialmente bellos. En otoño, porque los ocres de los helechos valen un valer. En primavera, como hoy, porque la vegetación está rompedora.
Lo primero que escuchas, cuando bajas del coche en Canto Cochino, es el ruido del rio Manzanares y el de su afluente principal, el arroyo de la Majadilla, al unirse en este punto. Las abundantes lluvias de la semana anterior y de ayer mismo hacen que el caudal sea muy considerable.
Hay humedad y agua por todas partes, en esta mañana soleada cuando a las 9h me pongo en marcha.
El itinerario de hoy sube por el bosque de la margen derecha del arroyo de la Ventana, por bien marcado sendero hasta el collado del Miradero o Carabina. Discurre al pie de las Milaneras, en su falda Este. Agua por doquier, atención a los tramos sobre rocas de granito, a medio bosque, porque son verdaderas cascadas de agua. Los pájaros trinan a sus anchas sobre los árboles. La humedad es tanta que voy teniendo que desempañar las gafas con frecuencia. La salida al sol del collado me deja ver la niebla que se va levantando. Uhm! Bueno, sigamos hacia las Torres.
La entrada al “comedor de Termes”, punto culminante del itinerario, constituye la puerta de acceso al laberinto pétreo de la Pedriza posterior. La niebla se muestra más allá, esperándome. Las rocas están húmedas, resbaladizas. El entorno es “peculiar”. Siempre me pregunto qué sustrato dará alimento a ese árbol situado sobre aquella roca con forma de “cara”. No son raras estas “vistas” por aquí.
Hoy no me topo con las cabras montesas. Las echo de menos.
La niebla me va rozando, me humedece la ropa y las gafas, hace algo de frio. Voy atento a los pasos sobre las rocas, porque estando mojadas, un resbalón, con la consecuente torcedura, no sería nada raro.
Con la niebla a mis espaldas alcanzo el collado de la Ventana. Como unas avellanas y un plátano antes de lanzarme a por el camino del bosque. El segundo bosque de hoy y de la Pedriza, situado en la falda Oeste del collado de la Ventana, al pie de las Buitreras. Recorro la margen izquierda del arroyo de la Ventana por senda hermosa, asentada por rododendros en su comienzo, y acolchada por hoja de pino hasta el final, oyendo y viendo por entre los pinos el agua bajando a raudales y despeñándose en cascadas.
Cruzo en medidos y decididos saltos el río, para entroncar con el sendero de la subida, a la vista del Pájaro y de la Muela.
Desde aquí, sigo con las largas zancadas que he mantenido bajando desde la Ventana, y en 20 minutos llego al coche, en Canto Cochino, donde el trasiego de personas, a estas horas, es más que abundante.
Bonito recorrido de 4h, salvando 1.050m de D+ total, por un entorno que, de ahora en adelante, hasta que comience a apretar el calor, seguro que visitaré con cierta asiduidad.
Bello comienzo "labordetiano" para una bella salida. Deberías ir pensando en escribir una guia senderista de la zona, seguro que tendría aceptación.
ResponderEliminarUn abrazo....... y bienvenido