Sierra de Algairén en Alpartir |
La circular se desarrolla por la
parte más oriental de la Sierra de Algairén. Esta Sierra, al sur de Zaragoza, constituye
un paraje apenas tocado por la mano del hombre, por lo que “la naturalidad”
está garantizada.
En lo tocante a su vegetación, las
zonas más elevadas de la montaña están cubiertas de encinas, enebros y pinos.
De entre los arbustos los romeros, las jaras y las aliagas son los más abundantes.
En el valle, olivos y almendros
ocupan las partes más cercanas a la ladera, mientras que la zona baja y plana,
algo distante de las alturas, se encuentra cubierta por viñedos.
Saliendo del pueblo de Alpartir
sigo hacia el Oeste la pista junto al río del mismo nombre durante
aproximadamente 1 kilómetro, hasta llegar a un poste indicador “multi-señales”
que ofrece varias alternativas para la circular. Hacia la izquierda: “Ruta
valle de Tiernas”; hacia la derecha: “Ruta hacia la Mina”. En mi caso opto por
realizarla en sentido de las agujas del reloj, ya que prefiero experimentar la umbría
y la cencellada de la vertiente Norte, dejando la Sur para la vuelta.
Indicador "multi-señales" |
A partir de aquí la pista,
paralela al río, se interna en un barranco amplio y atractivo en el que doy
vista a las peñas y sus formas.
Adusta y pétrea faz |
Las cabras montés, desde la
sombra, me miran; el buitre, desde el tibio sol mañanero, las observa a ellas;
yo, desde la senda, los contemplo mientras acelero el paso, que la mañana no
está para bromas. En definitiva, los cuatro somos ya conscientes de nuestras
respectivas presencias.
Los detalles van captando mi
atención, tanto los naturales como los debidos a la mano del hombre.
Ladrillos de adobe |
Tras unos 3.5 kilómetros de haber
acompañado al río aguas arriba, en un punto determinado un cartel invita a
adentrarse en el barranco lateral de Valdelagües; cambio pista por senda
cubierta de escarcha; la cencellada está siendo severa estos días. El ambiente resulta
sereno y solitario.
Fuente de Valdelagües |
Al final del barranco la senda se
sale de él, vira hacia el Norte y se aprieta contra las peñas tomando altura e
internándose luego entre los pinos.
Al cabo del pinar doy vista al Arco de Piedra (840m), ya en terreno
abierto.
El Arco de Piedra |
Desde el Arco la senda pica hacia
arriba y me encamino hacia la Peña Casca Alta.
A punto de alcanzar el mojón
cimero observo movimiento entre las rocas, acelero el paso y llego a tiempo de
ver cómo un cabritillo solitario sale huyendo de mi presencia.
Tras seguirlo con la mirada hasta
que desaparece entre los árboles me aposento en la cima, y observo el amplio
entorno que se divisa desde la Peña
Casca Alta (937m), para enseguida continuar camino hacia el Collado del
Horcajo (915m), ascendiendo a él por un bello y poblado bosque de pinos.
Desde la Casca Alta se divisa, al fondo, la Sierra de Vicort |
En el Collado giro completo hacia
la derecha (al Oeste) para enfilar hacia la Peña Butrera, que alcanzo
fácilmente.
La Peña Butrera (979m) constituye una excelente atalaya sobre la
vecina Sierra Vicort y los Picos de Valdemadera y Falguera. Comparto cima con
un gran saltamontes que se inmuta poco por mi presencia. Toda la subida del día
está ya hecha.
Cima de la Peña Butrera |
Somos dos compartiendo cumbre |
Para descender continúo senda
adelante, hacia el Norte, siguiendo los mojones.
Dejando atrás la cima |
Enebros, encinas y pinos se
emulan mutuamente en altura creando una cobertura vegetal densa y atractiva.
Me confundo en alguna
intersección con una pista descendente, y he de retroceder, porque pretendo
continuar el recorrido por las sendas transversales que voy encontrando (todas
indicadas por su correspondiente cartel), la primera, la Senda de la Solana
(apelativo bien puesto), al final de la cual tomo la Senda de las Ortigas
Viejas, aunque no vi ortiga alguna que justificara tal nombre, sí está, en
cambio, jalonada de almendros.
Desembocando finalmente en una pista que recorre
el Barranco del Hontanal hacia el punto de partida (muy corredera), pasando por
la boca de la antigua mina poco antes de llegar al poste indicador
“multi-señales” del inicio / fin de la ruta.
En resumen, una circular de unos
15,5km de longitud, salvando un desnivel total en ascenso de 700m de D+, por un
entorno natural variado y muy agradable, a lo largo del cual no me crucé con
persona alguna y sí tuve la oportunidad de ver buitres y cabras montés.
Está muy bien eso de partir de Alpartir y regresar, después, alpartir y volver a marchar o desandar lo encaminado y entrar en un bucle atemporal y constante
ResponderEliminarTenga usted, amigo meu, cuidado que no sólo cierzo espacio y tiempo se conjugan por separado que siendo diferentes siempre unidos están. Pues no es uno sin el otro lo que da lugar a este universo de costumbres corredoras a tan natural entorno que la despoblación posibilita.
Que los vientos cierzos, inciertos muchas veces, atraviesan dando centelladas en considerales alturas, estratos o planaltos arcos por dónde sin refugio dan la vuelta los otros vientos solares, gélidos cómo pocos; procuradores de dolor de oídos...
Una excursión muy buena para dentro de unos meses si, a partir del miércoles, la cosa mejora. Ya veremos y ojalá podamos andar alas andadas...
Un abrazo dilecto, Carlos
Salud y Libertad, meu, qué si falta, no hay Monte ni por si acaso :)´ ¡brummmm...!
Es la buena salud, dilecto Deicar, un estado necesario para entrar en otros menesteres, que a falta de ella tan sólo a recuperarla hay que dedicar nuestros esfuerzos.
EliminarBien me place escuchar que a punto vas estando, que sabía de tu travesía, así que en cuanto llegues, ya sabes, daremos alas a los anhelos y al monte iremos, que sin prisa nos espera.
Cuídate, sánate y nos vemos.
Un fuerte abrazo.
Hola Camar.
ResponderEliminarLa sierra de Algairén ofrece múltiples y variados recorridos, que fuera de temporada de caza, resulta sencillo recorrer en soledad.
Está circular, me falta por conocer, pero la del valle de Tiernas, ofrece unos bosques espectaculares.
Un saludo
Valles y entornos recoletos y bellos, con frecuencia desconocidos, que por su humildad a pocos tientan, teniendo en cambio tanto que ofrecer.
EliminarLas Tiernas son, sin duda, uno de estos parajes.
Salud y Montaña.