domingo, 16 de diciembre de 2018

Reajo Alto y Pico Reventón desde el embalse del río Ceguilla.

Cima del Reajo Alto


Los Montes Carpetanos es el nombre que recibe la parte norte de la alineación montañosa principal de la Sierra de Guadarrama. Forman un cordal de lomo mayoritariamente redondeado, que tiene una longitud aproximada de 50km, extendiéndose en dirección suroeste-noreste desde el puerto del Nevero o Collado de Quebrantaherraduras en la base norte de Peñalara (extremo suroeste), hasta el puerto de Somosierra (extremo noreste). Los Montes Carpetanos definen el límite entre las provincias de Segovia y Madrid (valle del Lozoya).

La montaña más alta de estos montes es El Nevero (2.209 m), ubicado en la zona central de los mismos. La parte noreste del cordal, a partir del Nevero, está formada por montañas algunos de cuyos nombres hacen alusión a su forma, tales como Reajo Capón (2.092m) y Reajo Alto (2.100m) (“reajo” significa “prado pequeño”). Recorrer el tramo entre ellos y el Puerto de Navafría permite ir oteando un horizonte de montañas amplio y espectacular.

Hoy tengo el propósito de completar un circuito íntegramente por la vertiente segoviana con origen y final en la Piscifactoría que hay junto al embalse del río Ceguilla (1.327m), en la cara Norte de la Sierra, aprovechando la red de pistas y senderos que surcan los extensos pinares que cubren las laderas hasta la altitud de 1.700m.


Caminar por estos lugares es garantía de soledad ya que son muy pocas las personas que se adentran por ellos, porque la mayoría o bien toman el Pico del Nevero como destino, partiendo del Puerto de Navafría, o bien se mueven preferentemente por la vertiente madrileña del Lozoya.

Son casi las 9am cuando inicio la marcha en una mañana de frío, cielo bastante nublado, humedad y con visibles restos de nieve en las partes altas.

Avanzo rápido por un entorno invernal donde, a medida que asciendo, los altos y rectos pinos de las partes inferiores van dando paso a los de menor porte y troncos retorcidos de las cotas superiores.



En la vertical de la Peña del Buitre abandono la pista y enfilo directamente hacia lo alto aprovechando un arrastradero de madera muy pendiente que se acaba a los 1.850m de altura.

A partir de esta altitud los pinos se hacen más escasos y dan paso a zona de pedrera, bien asentada por enebros de bajo porte, que se deja transitar sin mayores inconvenientes. El frío arrecia y las nubes encapotan el cielo.


La nieve ya ha hecho acto de presencia lo que, a la par que contribuye a afianzar el canchal, me obliga a poner los “pinchos” en las zapatillas, pues al poco de entrar en ella la encuentro helada.


Se hace necesario suplementar las zapatillas con los "pinchos" para la nieve dura
El ambiente es invernal y nieva ligeramente. Me cuesta identificar el lugar exacto del cordal al que estoy llegando, así que continúo recto y hacia arriba, ya me orientaré cuando esté en lo alto.


La pendiente se va moderando al tiempo que distingo un grupo de rocas más elevadas hacia las que me dirijo. Finalmente identifico que se trata de la Peña del Buitre tras la cual es casi un llaneo hasta el Reajo Alto.

Aplanada cima del Reajo Alto en la que se distingue, al fondo, un redil de madera 
¡Atención en casos de niebla o con nieve, ya que la falta de referencias visuales llamativas (todo el entorno es bastante aplanado) inducen a desorientarse con suma facilidad, aun conociendo la zona! Para tales condiciones climatológicas el uso de GPS o de brújula resultan de suma utilidad.

Una vez en el PR-33, que recorre en altura el cordal hasta el Puerto de Navafría, todo es dejarse llevar mientras voy contemplando el extenso paisaje a ambos lados y al frente. Atrás queda la borrasca mientras los cielos se van despejando algo. Las nubes dibujan atractivas formas como consecuencia del viento en altura.

Al fondo, el Pico del Nevero, desde el PR - 33

El viento en altura contornea las nubes dándoles atractivas formas


Tras alcanzar el Puerto, comienzo la bajada tomando una larga y amplia pista entre altos pinos, con aislados ejemplares destacando ostentosamente de entre los demás.


La sigo durante varios kilómetros hasta cruzar el Arroyo de los Tejos donde, a la altitud de 1.650m, se encuentran ejemplares (más bien pocos) de estos árboles, en mi opinión tan dignos de reverencia y contemplación.

Tejos entre los pinos, achicados en tamaño pero crecidos en años


El arroyo baja caudaloso.

Arroyo de los Tejos
Cortando camino ladera a través, evitando las lazadas de la pista, pierdo altura rápidamente.

En la soledad y quietud por la que me muevo unos barracones antiguos y cerrados confieren al paraje un algo de misterioso. Sé que ya estoy cerca del punto de partida.


Enseguida alcanzo el cauce del Arroyo de las Pozas, que cruzo por un puente de piedra, accediendo al tramo asfaltado de una pista que me permite llegar al lugar donde dejé el coche por la mañana, tras recorrer apenas quinientos metros.


En suma, una circular  poco convencional, de 20km de longitud, salvando un desnivel total en ascenso de 900m de D+, que se desarrolla en la zona segoviana, tan dada a las soledades entre inmensos pinares, donde únicamente es usual encontrarse con otras personas a lo largo del PR-33, muy adecuada para recorrer con esquíes o raquetas, cuando la nieve cubra pistas y laderas. Hasta entonces dejo el lugar mientras el frío del atardecer anticipa la helada que seguirá durante la noche.



6 comentarios:

  1. Precioso el tejo y, con poca prisa para crecer. Tiene su espacio y, con el tiempo,
    sus vecinos irán cayendo por la extraordinaria longevidad de este árbol añoso.
    Un paisaje muy navideño apropiado para estas fechas, que espero y deseo, sean
    grandiosas para ti y los tuyos.
    Un abrazo.

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    1. El Tejo, árbol solitario y muy longevo, de grueso tronco y desgarbado aspecto; En el tejo del ahora han vivido cientos de tejos. Los tejos son amigos de lugares sombríos, o quizá son ellos mismos los que transmiten tal impresión.

      Un dicho popular inglés reza así:

      Las vidas de tres zarzos, la vida de un perro. / Las vidas de tres perros, la vida de un caballo. / Las vidas de tres caballos, la vida de un hombre. / Las vidas de tres hombres, la vida de un águila. / Las vidas de tres águilas, la vida de un tejo. / La vida de un tejo, la longitud de una era. / Siete eras desde la creación hasta el día del juicio.

      (Zarzo: Tejido de cañas, mimbres o juncos, que forma una superficie plana)

      Gracias Javier por tus buenos deseos, que son los mismos que tengo para ti. Buenas y "naturales" fiestas.

      Un abrazo

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  2. Hola Carmar.

    Primer contacto con la nieve, aunque de momento solo sea con zapatillas, que viendo esas lomas redondeadas resulta una zona muy buena para el esquí de travesía y raquetas.

    El día a pesar de ser malo, al final ayudo para que las fotografías ganaran en belleza, en esta época del año conviene madrugar un poco menos, lo malo es que son tan pocas las horas de luz, que o se acortan las distancias o se llega de noche.

    Nos vemos pronto.

    Un saludo

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    1. Cuidadoso equilibrio invernal el que obligan a mantener tanto las superficies nevadas / heladas como las pocas horas de luz.

      Gracias Eduardo por tu comentario y hasta muy pronto ya por esas sierras pre-pirenaicas, que de nieve parece que va poco vestido el Pirineo, de momento.

      Salud y Montaña

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  3. Muito, muito entretida essa rota e seu precioso relato...
    Obrigada!
    Um beijo

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    1. Muy solitaria ruta por terreno inhóspito a veces. El encuentro con los tejos lleva a la reflexión haciendo un alto en el camino para luego, seguir corriendo hacia el final de la ruta, conscientes de nuestra minúscula existencia en comparación con tales árboles creados para la casi eternidad.

      Gracias Teca por tus visitas y entrañables comentarios, que siempre estoy en la esperanza de recibir.

      Un abrazo.

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