miércoles, 1 de julio de 2015

El Moncayo de Castilla y el Moncayo de Aragón, o La Peña Negrilla y el Pico de San Miguel, por el Barranco de Castilla.

Vertiente aragonesa del Moncayo
Al Oeste de Zaragoza el Moncayo (Pico de San Miguel), con 2.316m de altitud, es el techo de la Cordillera Ibérica y una montaña  atractiva, llena de contrastes y bellos rincones, elevándose sobre las tierras más bajas que la rodean.

Las Peñas de Herrera vistas desde la aproximación a la base del Moncayo
El macizo principal se inicia en el Moncayo de Castilla o Peña Negrilla (2.116m), y continúa por el pico de San Miguel o Moncayo de Aragón (2.316m), el Cerro de San Juan (2.283m), Morca (2.283m), Lobera (2.227m) y Negra (2.172m). El macizo se orienta de NW a SE separando la Depresión del Ebro de la Meseta.

Bosques frondosos y abundantes fuentes cubren la vertiente aragonesa, saliendo a la solana entre enebros y lajas pedregosas por encima de los 1.800m de altitud. Y como ambas cosas, altitud y arboledas, andaba buscando, elegí un recorrido amplio, variado y con un desnivel importante: Aparcamiento de Agramonte (1.085m) – Barranco de Castilla – Peña Negrilla Norte (2.065m) – Peña Negrilla Sur (2.116m) – Collado de Castilla (1.947m) – Moncayo de Aragón (2.316m) – Ermita de la Virgen (1.620m) – Agramonte. En conjunto, unos 19km salvando un desnivel total acumulado de 1.400m de D+.

Son las 8:15 h cuando comienzo la marcha en el aparcamiento de Agramonte. Muchas moscas y apenas tres vehículos. Tocamos a un buen número de insectos por persona.

La Peña Negrilla (N) desde Agramonte
Tomo una senda que, justo a la entrada del aparcamiento, sale de la calzada para coches, y se introduce en el pinar salvando un par de lazadas que hace la carretera para entroncar de nuevo con el asfalto algo más arriba (altitud de 1.120m), lo cruzo y, siguiendo la indicación de un pequeño letrero,  me encamino hacia el Barranco de Castilla o de Agramonte en dirección al Oeste.

A partir de éste momento la buena senda se interna en el bosque, primero abedules que, al poco, dan paso a las hayas. Avanzo sobre una alfombra de hojas, en medio de una gran humedad y percibiendo el piar de los pájaros. Los mojones se siguen bien. La armoniosa sensación de soledad y paz es total.

Abedules
Hayas
Siempre hacia el Oeste, el camino, en un largo rodeo del macizo, va ganando altura paulatinamente, aproximándose al Barranco que se intuye tras las hayas.

Pacientes cazadoras a la espera
Por dos veces entronca el sendero con una pista que, a la altura de 1.350m y de 1.430m, respectivamente, y tras atravesarla, tiene continuidad ladera arriba apenas unos metros hacia el Oeste de la pista.

En el último cruce, ya con el Barranco de Castilla a unos pocos metros tras los árboles, un cartel marca la entrada a la senda que lleva al Collado de Castilla. Deja atrás las hayas y asciende paralela al barranco, por el bosque, entre pinos, brezos y lajas de piedras hasta que, a la altura de los 1.650m, sale al propio Barranco, muy ancho y cubierto de enebros rastreros con algunos petachos de lajas, más abundantes cuanta más altitud.

A partir de aquí la trocha hacia el Collado de Castilla sale del bosque y discurre por fuera de él, ascendiendo paralela al lateral del pinar. Enfrente, al Oeste, al otro lado del amplio barranco, se eleva el lomo que, a los 2.000m de altitud, une las cimas N y S de la Peña Negrilla.

Cordal de Peña Negrilla. A la izq. la punta S, a la dcha. la punta N. Bajo la loma, el barranco de Castilla y la línea de pinar que termina, a la izq. en el Collado de Castilla o de Pasalobos.
Opto por cruzar el barranco, enebros a través y sin senda, para acceder directamente a la pequeña depresión que hay entre ambas cumbres. La realidad es que los enebros, cuando son pequeños, y éste es el caso, son arbustos resistentes y compactos sobre los que se camina relativamente bien; de forma que, buscando la línea de menor pendiente y de máxima cantidad de zonas rocosas, alcanzo la parte superior del cordal, junto a una pequeña borda de piedra (oportuno cobijo, unipersonal o para parejas bien avenidas, en días de tormenta o ventisca). 

Me acerco primero a la cima Norte, la menos elevada, contemplo el paisaje y la loma al completo hasta la cima Sur o Moncayo de Castilla, así llamado porque es el que se ve desde la parte castellana, ocultando con su silueta al más elevado Pico de San Miguel o Moncayo de Aragón.

Desde la punta N de Peña Negrilla : a la dcha. la punta S de Peña Negrilla, y a la izq. la cara Este del Moncayo de Aragón o Pico de San Miguel
Recorrer el cordal resulta un cómodo paseo a lo largo del cual se va viendo la pedregosa ladera Este del Pico de San Miguel elevándose desde el Collado de Castilla.

Son hermosas y extensas las vistas desde la cima de la punta Sur de la Peña Negrilla.

Cima S de la Peña Negrilla. Al fondo, el Moncayo de Aragón

Tras el Moncayo, los planos de los distintos cordales de sierras más bajas
Superar los 370m de desnivel entre collado y cima no supone tanto esfuerzo como se podría anticipar. Los hitos de piedra van mostrando el mejor trazado y el ser la última subida del día contribuye a tomarla con mucho ánimo.

Collado de Castilla y ladera Este del Moncayo
Lo que hasta ahora ha sido deambular en solitario por apacible naturaleza poco frecuentada, a partir de la cima del Moncayo se transforma en todo lo contrario. Cumbre muy hollada en la que hay que estar muy atento para poder fotografiar el punto geodésico justo cuando no hay nadie.

Cima del Moncayo de Aragón
El descenso lo hago por la vía normal, cruzándome con la procesión de personas que por él transitan, la mayoría, como todavía es temprano, hacia arriba, unos pocos, empezando el descenso.

La zona alta del Moncayo es muy pedregosa y aplanada; el sendero está muy marcado y la carrera sobre las lajas que lo cubren resulta fácil.

El Cucharón y sus empinados laterales van quedando atrás y cada vez más en lo alto, me voy acercando rápidamente al bosque.


El Cucharón
Un  poco más y estoy ya al alcance de la Ermita. 

Desde las proximidades de la Ermita se ven las tierras bajas del Campo de Borja
Un nutrido grupo de personas se preparan para una comida de hermandad a la sombra; ha habido una romería. Yo continúo mi carrera descendente hacia las fuentes del Fraile y del Sacristán por sendero que hasta por cinco veces atraviesa la carretera de acceso a la Ermita. 

A la sexta ya no la cruzo y, con el Refugio de la Paridera al otro lado, tomo hacia el Oeste una trocha que, paralela a la carretera, pero entre los árboles (pinos, abedules, hayas),  y pasando sucesivamente por las fuentes de los Tres Caños y de la Teja, me lleva de retorno al punto de partida en Agramonte, ahora sí con un buen número de coches, con gana de tomar a la sombra de los robles el bocadillo que me espera, y sin sed, ya que este bello recorrido circular cuenta, en su última parte, con varias fuentes en las que aprovisionarse de agua en abundancia.


8 comentarios:

  1. Hola Carmar.

    Buena vuelta te distes por el Moncayo, la zona de bosque es una delicia, pero después el tramo de solana, aun madrugando se hace pesada.

    Menuda diferencia entre Aragón y Castilla, sobre todo por gente, yo en ese tramo entre el Moncayo y Peña Negrilla, poca gente me suelo cruzar.

    Un saludo.

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    1. Parece, Eduardo, que el Moncayo nos atraiga de manera especial. Al menos en mí caso así es. Cada estación, con sus particularidades, ofrece alguna variación. Ahora son los bosques y frescas fuentes; los colores del otoño y el renacer de la primavera. La dureza del invierno se concentra bien en el Cucharón y lomas cimeras. Hay que andar entonces con sumo cuidado. En fin, un buen lugar que ZGZ siempre tiene ahí. Aprovechémoslo, pues. Salud y Montaña.

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  2. ¡¡Manda carallo, el Moncayo!!
    Ya lo dijo Cayo César ...Tulio Cicerón:
    Y yo, en el plato, con estos callos
    habiendo pasado Cesaraugusta
    Qué gusto.
    Ave, Salud y Monte :))´

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    1. AVE para llegar, en caso de que el coche falle y el bolsillo lo permita.
      Salud para embarcarse y animarse en alguna extensa ruta.
      Monte para oxigenarse, embelesarse y, al final, cansarse tras tanto caminar.
      Qué gusto que Cesaraugusta permita estas cosas.
      Salud y Montaña, amigo

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  3. Pues sí que es una buena excursión la que te diste. Te tienes que echar perro con el que mantener buena charla durante esas largas caminatas ;)

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    1. Como si perro me echo, la más probable es que de casa me echen, pues que no lo veo.
      En lo de charlar puede que aciertes, pero lo que a veces me preocupa es que, sin can, también me sorprendo hablando cuando voy por ahí. A veces, hasta en voz alta. A saber dónde acabaremos. Abrazos.

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    1. Robledales en una vertiente; Hayedos y más robledales en la otra. Ambas son naturalmente atractivas. Ciertamente que la Naturaleza no distingue de delimitaciones.
      Gracias por tu visita y comentario

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