A Raya d'as Tiñas, desde la cumbre del Peiró |
Antes de entrar en materia expliquemos que, tanto Raya como Tiña, son
términos que en Aragón se utilizan para designar lo siguiente:
Raya: Faja o
contrafuerte rocoso que se aprecia en una montaña
Tiña: Tiene dos
significados principales; el primero de ellos se corresponde con “oruga”, el
segundo, y al que se debe el nombre de esta formación rocosa, se aplica a las
antiguas cuadras “de segundo nivel”, es decir, no las principales y que habitualmente
se encuentran en los pueblos, sino a las que se construían en el monte,
fundamentalmente con piedra seca (sin argamasa) y cubiertas con lajas planas,
para usos esporádicos y no prolongados de los rebaños para ser usadas en sus
temporadas de pasto o migración.
La combinación de ambos términos define a la perfección el entorno en el
que se eleva esta faja rocosa cuya cara Sur, sobre el embalse de Árguis, acoge
en su ladera unas cuantas tiñas de la época en la que las ovejas, hoy
sustituidas por vacas, deambulaban por estas solanas.
Tiñas al sol del otoño |
Programo un recorrido circular que comienza en el pueblo de Árguis,
asciende y recorre la Raya d’as Tiñas, se interna luego en la sierra de Bonés,
pasa por la ermita de la Magdalena, nacimiento del río Flumen, y retorna por el
Mesón Viejo de Monrepós al punto de partida.
Son las 10:30am cuando salgo de Árguis y enfilo por un sendero que nace al
otro lado de la carretera con la señal
indicando “La Magdalena”. Día muy frío (4ºC junto al coche), soleado y muy
aireado, con fuertes vientos del Norte de los que, en la cara Sur, aún estoy a
resguardo.
Más arriba la senda cruza una vez más la antigua carretera de Monrepós y se
interna entre los bojes. Al poco se alcanza un poste indicador: a la izquierda,
hacia La Raya; a la derecha, a la ermita de la Magdalena. Tomo el de la
izquierda.
El camino está muy bien mojonado y se dirige claramente hacia el Oeste,
pasando junto a algunas tiñas semiderruidas.
Abajo va quedando el pantano de Árguis.
Poco a poco, a medida que se va ganando altitud, los erizones comienzan a adueñarse
del entorno. Bajas, robustas y punzantes matas a la espera de pantorrillas
desprotegidas.
Tan atento voy a seguir el surco entre erizones que pronto me encuentro
rodeado de estos, y sin salida.
A unos diez metros a mi izquierda un claro
mojón sobre el mismo borde rocoso de la raya me indica el camino que debería
haber seguido.
Vuelta a atrás, cuidado con los pinchos, atención a la escarcha
helada que se acumula en la sombra y por fin sobre la roca, junto al hito.
El resto del camino consiste en avanzar por el mismo filo de la faja
rocosa, a merced de unos erizones que a tramos llegan hasta el mismo borde, con
un patio más que considerable hacia la vertiente de Árguis y soportando unas
ráfagas de aire del Norte que convierten en vertiginoso un trayecto que, con
tiempo calmado, tan sólo requeriría algún que otro equilibrio, para llegar
hasta el final de la Raya, ya que no se trata de una verdadera cima, sino de
una franja prácticamente horizontal de unos cientos de metros de longitud, pero
que en estas condiciones me obliga a recorrer a gatas algunos lomos de roca
especialmente expuestos.
Tras contemplar el vecino Peiró,
El Peiró desde la Raya d'as Tiñas |
Vuelta atrás (más pinchazos y esperas
agazapado hasta que amainan las ráfagas antes
de erguirme sobre la estrecha roca) y descenso a la vecina vaguada que da
acceso a la Sierra de Bonés.
Soledad, erizón, viento, sol, y donde hay sombra, placa de hielo, es lo que
encontraré a partir de este momento.
"Cow skin and bones" en la Sierra de Bonés |
Los mojones se siguen bien, la trocha surca el espinoso campo verde, y poco
a poco, derivando hacia el Este primero y al Norte después, alcanzo el cambio
de vertiente de la Sierra de Bonés.
Atrás queda lo recorrido, con la Peña de Gratal asomando en la lejanía.
Por delante, un tramo de bosque primigenio, agreste y a la sombra, con las
placas de hielo acechando, siguiendo unas trazas que requieren de toda mi
atención y cuidado para evitar resbalones.
Por fin accedo a una pista, que sigo hacia la derecha, en sentido hacia el
Este, y poco después aparece la ermita de la Magdalena. Pacífico y solitario
paraje, lugar donde nace el río Flumen y que, afortunadamente está al sol,
porque el frío es más que respetable (-4ºC marca el termómetro). Suerte que el
aire azota menos aquí.
Ermita de la Magdalena |
Nacimiento del río Flumen |
Un descanso para tomar unos frutos secos y bebida isotónica, y a correr por
la pista (que no hay mejor forma de entrar en calor), contorneando la Sierra
hasta llegar al Mesón Viejo, contemplando cómo el frío convierte en hielo
cualquier gota o curso de agua.
Por fin doy la vuelta a la Sierra y puedo ya entrar en la zona de sol, sobre
los túneles de Monrepós, pasando junto a varias tiñas abandonadas.
Llego de vuelta al pueblo de Árguis tras un recorrido de unos 18km de
longitud, habiendo salvado un desnivel positivo de unos 600m de D+, por un
entorno evocador de épocas de pastoreo, recorriendo las cabañas de paso y
aprovechando las otoñales solanas. Para otra vez queda encontrar el camino que,
atravesando el bosque desde la Magdalena, supera el collado de la Manzaneda y
enlaza con el cruce inicial sobre Árguis y que esta vez no supe encontrar.
Este recorrido lo tengo pendiente, todavía no conozco la Raya d´as Tiñas!!!!!!.
ResponderEliminarSalud(os)
Atento, Rubén, que los erizones, amos y señores de esta zona que tan bien conoces, en el recorrido hasta la misma punta y final de la Raya, como casi nadie llega hasta allí, se han aposentado, engordado y arrimado, entre sí y hasta el borde del cortado, de manera que cómodamente sestean a la espera de jugosas pantorrillas que llevarse a las puas. Lo dicho, quien avisa no es traidor. Salud y montaña.
EliminarMe encantó este sitio!!. Fué realmente una sorpresa encontrarnos con una cresteta tan agradable y con unas vistas tan chulas del Peiró en esta modesta montaña.
ResponderEliminarEstá claro que donde menos te lo esperas la montaña te sigue sorprendiendo.
Que vaya bueno amigo!
He de volver por allí para ver si encuentro el camino de vuelta desde la Magdalena, el que atraviesa el bosque y vuelve de nuevo a Árguis. Igual me puedes dar alguna indicación concreta de dónde se encuentra su inicio. Gracias de antemano. Salud y Montaña.
ResponderEliminarBuenas Carmar.
ResponderEliminarTe informo que el camino que atraviesa el bosque se coge tomando la pista en la ermita de la Magdalena, dirección los túneles de Monrepós y, a los pocos metros a la derecha existe una senda que se introduce en el bosque, creo que ésta es a la que te refieres.
No se si tienes gps, pero por si lo tienes, te paso el enlace de wikiloc con nuestro track:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8495033
Que pases unos entrañables días acompañado de todos tus queridos y comiences el año como tú siempre lo deseas, con salud y montaña.
Un abrazo.
Gracias Silvia por la indicación. Es ésta exactamente a la que me refiero. Estando tan próxima a la ermita, seguramente salí yo a la pista una vez ya pasado el entronque del sendero, y no lo encontré. El caso es que, como sí sabía por tu blog que existía, mientras iba corriendo por la pista, en sentido hacia los túneles de Monrepós, sobre una cubierta con un par de dedos de nieve crujiente, el sendero no lo encontré, pero estuve a punto de medir el suelo en más de una ocasión. Salud, Montaña y Feliz Navidad.
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