Objetos, artilugios y
construcciones que reflejan el encanto de los viejos usos y culturas, ubicados
en nuestros bosques y montañas, y que constituyen la impronta de tales épocas,
perdurando más allá de su vida útil.
La autenticidad es su elemento
esencial, expresado a través de los materiales físicos que perduran del pasado,
suponiendo, al mismo tiempo, un desafío a la imaginación y al recuerdo de lo
que fue o hubo.
De su hallazgo y contemplación se
aprende a comprender las costumbres y las prácticas de los que nos precedieron.
Somos testigos que, con nuestra presencia y con nuestros ojos, mitigamos el
olvido.
Deambular errático que nos lleva
a contemplar, creer y crecer en el conocimiento de un pasado que, no obstante, resulta intemporal y eterno.
Impronta de un pasado que fue vivo y vivido, huellas de una naturaleza humana que siempre y a todo se adapta.
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De la persistencia de la memoria son los objetos, salvo aquellos ya desaparecidos, recuerdos viejos de un pasado...por agua o por tierra y aire. Y en algunos tímpanos aún se oyen las voces del viento que con el tiempo traspasan puertas, ventanas y autoclaves que hierven a la vista de lo que fue, es y será todo cuanto descuido dejó de ser rentable.
ResponderEliminarHabitamos lugares, algunos me recuerdan a los farallones calizos o de areniscas najerenses, que por muchos motivos dejamos atrás una vez pasadas las causas que motivaron su ocupación; luego, en desuso, son el recuerdo visual. Tal vez algún día vuelvan a ser útiles y algunos decidan restaurarlos. Y así, también, trabaja la historia que unas veces va y otras restaura políticas innecesarias, caminado hacia atrás dos pasos y medio hacia adelante...
La imaginación, últimamente y según en quienes, es poco dada a evolucionar...Tendrá que haber una revolución...manteniendo la hierba verde
Salud y Libertad...y monte, dilecto Car...
De las cuevas de nuestros antepasados, pasando por las calderas de Pedro Botero, continuando con antiguas edificaciones que tanta vida tuvieron y ahora su esqueleto tan sólo mantienen, hasta nuestros días de tren y velocidad, todo ha sido siempre similar y es por ello que, recordándolo, perdura todavía. Salud y montaña, amigo Deicar.
ResponderEliminarTodos os detalhes esquecidos e deixados ao tempo... vestígios de que algum dia já tiveram grande atividade e faziam parte da vida deste lugar... precioso recorrido, preciosa recordação (especialmente para quem viveu nesta época e neste indo lugar).
ResponderEliminarQue imagem bonita a terceira fotografia!...
Beijo.