lunes, 21 de abril de 2014

Fragineto, Corcurezo y Tozal de Guara. Un conjunto nada desdeñable.

A la izq. el Fragineto, a la dch. el Tozal de Guara, en el centro, el puerto de Petreñales.
A la luz todavía difusa de las primeras horas de la mañana los contornos del Fragineto y del Tozal, con el puerto de Petrañales en el centro, se recortan en el horizonte. La idea de enlazar ambas cimas en el mismo itinerario empieza a tomar forma; pero no nos precipitemos, que todo dependerá de cómo vayan las fuerzas.

La ascensión al Fragineto (1.749m) brinda la oportunidad de realizar el cordal de la Ronera que, en sentido Sur – Norte, lo une al Corcurezo (1.666m), dando vista, desde las alturas, tanto al flanco Oeste (Vadiello y mallos de Ligüerri), como al Este (cara Sur del Tozal de Guara), con la línea del Pirineo permanentemente visible.

De momento, centrémonos en el Fragineto, y en llegar a la Tejería, punto de partida del itinerario.

Pico de Fragineto desde el Sur
En la N-240, Huesca-Lérida, en el Km 193, se toma el desvío hacia Liesa-Ibieca y se sigue en dirección al embalse de Guara o Calcón. Antes de llegar al mismo, en una rotonda junto a una zona recreativa, se toma dirección San Cosme y San Damián. Por esta pista se llega hasta la Tejería, donde se deja el coche en una zona de parking junto a un cruce de caminos.

En este punto me encuentro con Juan, otro solitario y tan poco madrugador como yo, que está preparándose para iniciar la marcha. Nuestro objetivo, Fragineto y Corcurezo, es común así que optamos por hacerlo en compañía.

Son las 10h cuando iniciamos la marcha en dirección a la ermita de la Virgen de Fabana. El cómodo sendero discurre por un bosque de pinos y va manteniendo la altura. Entre los árboles se distingue el embalse de Calcón.

Embalse de Calcón
Al poco alcanzamos el claro en el que se asienta la ermita de Fabana.

Ahora el camino, en leve descenso, se adentra de nuevo en el bosque, en dirección al curso del río Calcón y a sus Gargantas.

Llegamos al cauce y nos encontramos de frente a las Gargantas; estrecho barranco por el que discurren las aguas.

Entrada a las Gargantas del Calcón
Hay que recorrerlo en su totalidad, aguas arriba, buscando la mejor forma de no mojarse. En temporada de avenida este lugar puede tornarse complicado; en cambio hoy resulta una delicia. A tramos es tan estrecho que extendiendo los brazos se pueden tocar ambas paredes.

Gargantas del Calcón
Al poco de salir de la angostura se encuentra un cartel indicador: al frente, collado de Petreñales; a la izquierda, cuello de Lizana. Optamos por éste último y emprendemos fuerte subida por ladera rojiza. Ahora sí que ascendemos. El perfume del boj nos envuelve. Su porte alcanza el tamaño de árboles; aparecen carrascas y algún que otro roble a punto de echar la hoja. El Tozal de Guara cada vez va captando más la atención.

El Tozal de Guara
El cuello de Lizana (1.294m), entre el pico de Mondinero, al Sur y el de Fragineto, al Norte, es un parche verde y relativamente plano que agradecemos tras la empinada subida, y que nos permite dar vista “al otro lado”, al embalse de Vadiello y los paredones de los mallos de Ligüerri.

Embalse de Vadiello y mallos de Ligüerri
Buscamos la senda que, flanqueando por el Este el cordal, va remontando hacia el pico de Fragineto. Hay mojones, no muchos, y alguna marca de pintura azul, bastante desvaída, que conviene no perder hasta que se desemboca sobre la misma cresta. La cuerda no es difícil y tiene amplitud bastante como para permitir la contemplación del hermoso paisaje que se ofrece a la vista.

Atrás va quedando el embalse de Vadiello,

Embalse de Vadiello desde la cresta al Fragineto
Por delante el Pico de Fragineto cada vez más próximo,

Más allá, en el horizonte, la línea nevada de las cumbres del Pirineo.

Cumbre del Fragineto con el Pirineo en el horizonte
Una vez alcanzada la cima, mientras tomamos algo de alimento, contemplamos de nuevo los roquedos entre los que se contiene el embalse de Vadiello,

Embalse de Vadiello, empequeñecido por la distancia.
El Tozal de Guara reclama insistentemente la atención. Ya veremos, el horario condiciona algo a Juan.

Tozal de Guara desde la cima del Fragineto, con el Pirineo como línea de fondo
Seguimos el cómodo cordal hasta llegar al Corcurezo,

Contemplando el Fragineto y el cordal que lo une con el Corcurezo, en cuya cima nos encontramos.
Continuando el rápido descenso hacia al puerto de Petreñales. Juan ha de volver no muy tarde al coche pero yo puedo seguir la “llamada del Tozal”, 

Cara Norte del Tozal de Guara
De manera que aquí nos despedimos, él a tomarse un “señor” bocadillo antes de comenzar su bajada mientras yo continúo al trote por el suave “descenso” que marca el inicio del “ascenso” al Tozal desde Petreñales. Hay que bajar unos 80m antes de iniciar la subida, ahora ya sí continua, hasta la cima.

Paisajes que se otean de camino hacia el Tozal
En la señal indicadora rechazo inmediatamente la opción de subir “por la pedrera” y opto por la del “Abadejo”, entre erizones punzantes pero terreno firme.  Cuatrocientos metros de desnivel que llevan hasta la cima del Tozal.


La cima del Tozal ya está al alcance
Desde la cumbre se distingue el itinerario seguido hasta el momento. Una breve parada, la suficiente como para tomar dos barritas energéticas, acabar la bebida isotónica y emprender la bajada, de vuelta hacia el puerto de Petreñales, porque todavía queda un trecho hasta el coche y la tarde va entrando.

Un alto en la fuente del Chinebro, providencial surgencia, para reponer agua, y ya hacia el puerto con la mirada puesta en lo que aun queda por re-correr.

Fuente del Chinebro
Desde el Petrañales, puerto de comunicación de la vertiente Norte de Guara (Nocito) con la Sur (Fabana), carrera continuada por terreno cómodo que se adentra de nuevo en bosque de boj.

Paradas ocasionales para ir bebiendo e ir observando cómo el Tozal va quedando atrás,

Constato que estoy ya más bajo que el collado de Lizana, y continuo por la buena y sombreada senda que se adentra de nuevo en el fresco bosque.

Atardece sobre el cuello de Lizana. A su izquierda el Mondinero
Las precauciones para no mojarme en las gargantas del Calcón son ahora mucho menores que a la subida; de hecho, las zapatillas de “trial running” hay que lavarlas de vez en cuando, así que aprovecho la ocasión. Llego finalmente al coche con gran hambre y sed, tras haber realizado un recorrido de unos 19km y habiendo superado un desnivel positivo total en torno a los 1.500m de D+ en una jornada en la que finalmente tuve la oportunidad de aprovechar la ocasión de un 3 x 2 verdaderamente gratificante.


Volví (mos) sano (s), hicimos amigos (Juan y yo) y alcanzamos varias cumbres (2 y 3, respectivamente), cumplimos pues los tres principios básicos de la montaña.

2 comentarios:

  1. Valiente calcetinada la que le diste al cuerpo!! Qué agradecidas son estas cumbres en conjunto cuando uno quiere darse un buen sobo...
    Conforme leía llevaba en mente preguntarte cómo iban de agua las Gargantas del Calcón, pero me has resuelto la duda al decir que lavaste zapatillas en ellas.
    Un saludo!

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    1. Nada tiene que ver el agua que bajaba por las Gargantas, para lavar sí, con las duchas y baños de inmersión a los que os sometéis en esos barrancos por los que, cual bípedos anfibios, os esturrazáis con entusiasmo; aunque últimamente os veo algo más andarines y visitadores de pueblos. Salud y Montaña, Silvia.

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