Ibón de Catieras desde la cima del pico del mismo nombre |
La borrasca de ayer sigue hoy sin
haberse marchado. Más perezosa de lo que se esperaba se aposenta sobre las
cumbres y los valles. Humedad y verdor son la tónica, a la vista de lo cual mi
hermano Manuel y yo optamos por un recorrido sin dificultades técnicas, con el
único propósito de adentrarnos en lo natural, lejos del agobio de otros
destinos más solicitados.
Son las 8:15h cuando dejamos el
coche en el aparcamiento de la telecabina en Panticosa (1.080 m), cruzamos el
río Caldarés y justo tras el edificio de la telecabina comienza el sendero
hacia la Ripera. Tramo boscoso en el que cualquier roce con las ramas produce una
ducha inmediata, tal es la cantidad de agua acumulada sobre sus hojas. La
temperatura ronda los 10ºC. Transitamos por un camino recoleto y estrecho, a la
sombra de bojes y avellanos;
A nuestra espalda, el pico de
Sabocos.
Las azuladas paniquesas mojan y
rozan nuestras pantorrillas. A estas alturas vamos ya empapados de rodilla para
abajo.
Algo más adelante salimos del
bosque, el sol comienza a darnos en los ojos, entroncamos con la pista que
viene de la Bolática, la seguimos unos metros y enseguida enfilamos por el
barranco de Laulot, hacia el collado de Yenefrito. El Dedo de Yenefrito constituye
una referencia de primer orden.
Vamos marchando por la orilla
izquierda (orográfica) del arroyo Laulot. Borda rodeada de vacas que ni se
inmutan por nuestro paso. Campo pleno de altas hierbas, cardos y ortigas que
fustigan y señalan las pantorrillas, tanto las que van cubiertas como las que
van al aire. Exigua trocha que hace ir avanzando poniendo un pie tras el otro,
para minimizar los pinchazos. Así hasta cruzar el arroyo que baja directo desde
el ibón de Catieras, contorneando la pendiente loma por la que se accede a él.
A nuestra espalda se yergue el Pico de Tendeñera ¿Las nubes están de retirada?
Y damos vista al ibón de
Catieras, sobre él, y de frente, el oscuro pico Ferrera (2.638m), con el Cuello
Espelunz, a la izquierda, portal de acceso al valle del Ara.
Con la ayuda del mapa, en
fotocopia blanco y negro, nos orientamos hacia el Noroeste, encarando el
collado de Catieras y los picos Baldairán (dcha.) y Catieras (izq.),
respectivamente ¿No estaban de retirada las nubes?
Sopla el viento en el collado (2.514m),
así que nos abrigamos algo y ascendemos primero al Pico de Catieras (2.605m)
¡Qué panorama!
La sierra de Tendeñera cierra el
horizonte. Las nubes, decididamente, nos están cercando.
Descenso rápido, de vuelta al
collado de Catieras, y subida, algo más lenta, al siguiente pico, el de
Baldairán (2.702m). Aquí ya sentimos las primeras gotas de lluvia, y la
densidad de nubes va en aumento. Pocos minutos para la contemplación y
emprendemos el descenso por la loma Este, en pos de una pedrera que nos permita
bajar por ella con presteza.
Mirada atrás, hacia las dos cimas
que acabamos de visitar, mientras la fina lluvia ameniza nuestra bajada por la
glera sobre la que surfeamos y de la que embarcamos tantas piedras como caben
en nuestras zapatillas ¡Buen “peeling” de talones y plantas!
A la izquierda la cima bicéfala del Pico Catieras; en primer término la cima del Pico Baldairán. |
Y así, de vuelta en el ibón,
emprendemos el rítmico trote cuesta abajo, algún que otro repecho toca subir
también, desandando el camino de la mañana, contemplando cómo las nubes siguen
remoloneando sobre las montañas.
Sierra de Telera |
Pequeña borda en el camino del bosque hacia Panticosa |
Llegamos finalmente al coche a
las 3:45pm, tras haber realizado un recorrido de unos 17km, salvando un
desnivel acumulado de 1.800m, satisfechos de, atendiendo a las voces
interiores, haber optado por este itinerario, en lugar del que habíamos
previsto para realizar con buen tiempo, que nos ha permitido recorrer espacios
que teníamos archivados en los rincones de nuestras memorias.
Menudo paseo y menuda compañía... luego me dirás que no te atreves a hacer una excursión conmigo. ¡¡El que no se atreve soy yo!!
ResponderEliminar¡¡Salud, montaña y buenas zapatillas!! ¡¡A por el Verano que se acaba!!
No, si yo sí me atrevo, lo que pasa es que aguantar el tipo con uno ya me cuesta, así que no te digo nada si lo tengo que hacer con dos. Pero vamos, que estaría encantado de hacer una bonita salida con dos galgos como vosotros, pero eso hay que prepararlo con cierta antelación, para que yo pueda planear todas "mis artes" con el único fin de no quedar excesivamente malparado. Un abrazo fuerte y mucha salud y montaña.
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