El Puente de los Pollos es un lugar a visitar. Sí, hay que hacerlo. No se encuentra en las rutas clásicas de paso hacia los collados de renombre (el Miradero o la Ventana), ni a la Pedriza Posterior o las Torres. En suma, que “no pilla de paso”, hay que ir “de propio”, pero compensa de sobra.
Nuestro recorrido de hoy es ligero, se trata de descubrir este recóndito paraje, todavía desconocido a pesar de los muchos años deambulando por la zona.
Partimos de El Tranco (960m) en una mañana muy fría, son las 9:30 am y la escarcha blanquea el tramo a la sombra que bordea el río Manzanares hasta llegar a Canto Cochino.
El frío anega los ojos de lágrimas al tiempo que el sol, prometedor, todavía se muestra difuso. |
Aquí abandonamos la senda principal que sigue hacia el Collado del Miradero, cruzamos el arroyo, y nos adentramos en el bosque por un evidente sendero que sube hacia el collado de la Ventana siguiendo la margen izquierda (orog.) del curso de agua del mismo nombre.
Conviene ir ojo avizor para no pasar de largo el entronque del camino que seguimos con la no tan evidente senda que, hacia la izquierda (Oeste), vadea el torrente internándose por los Llanillos: amplio pinar que, en el corazón de la Pedriza Posterior, comunica “a media altura” (altitud en torno a los 1.500m)...
... el Oeste: las Milaneras, ....
...con el Este: las Buitreras (¡y va de aves!). Es por esta vereda por la que nos dirigimos al Puente de los Pollos.
Las Milaneras. |
Las Buitreras (izq), La Muela y el Pájaro (dch) |
...con el Este: las Buitreras (¡y va de aves!). Es por esta vereda por la que nos dirigimos al Puente de los Pollos.
El sendero se sigue bien, aunque hay que prestar atención porque los mojones son escasos (no hay demasiada piedra en este tramo, más bien lo que abundan son palos). El bosque no es muy tupido y el ritmo es vivo.
Superado el cruce de Cuatro Caminos, manteniendo la dirección Oeste, al poco llegamos a un hito en el que alguien ha escrito sobre la piedra “POLLO”, grabando una flecha que apunta hacia el Norte. Entroncamos con la senda de Icona que viene desde el Collado del Cabrón (por el Sur), y que nosotros tomamos ahora en el sentido de la flecha.
En pocos minutos llegamos al pie de unas rocas y, al levantar la vista, divisamos el Puente de los Pollos (1.620m).
Procurando no derribar ninguno de los numerosos mojones que jalonan esta corta pero pendiente subida, alcanzamos la base del Puente.
Al poco llega otra pareja ¡Ya es raro coincidir con alguien en este lugar tan aislado!
Con Iván, que así se llama él, trepo por las lajas de la base, traspasamos el Puente (de unos 20m de luz) y con nueva trepada adherente, ascendemos hasta colocarnos encima ¡Qué panorama!
La parte superior del Puente culmina en el Pico del Pollo ¡Menudo patio! |
Descendemos de nuevo al pie del arco, y se nos pasan ¾ de hora sin sentir, y casi sin comer, porque tan sólo un plátano tomamos.
Momento de marcharse. Ellos se vuelven por donde hemos venido, mientras nosotros retornamos por donde ellos han llegado, la senda de Icona.
Y la vamos siguiendo bien, por el bosque, hasta que la perdemos (¿?), y nos encontramos en pleno pinar, en muy pendiente ladera y con varias trazas posibles. Idas y venidas, algún retroceso, hasta que trocha abajo vamos encontrando algún que otro mojón, a lo largo de un barranquito y descendiendo todo tieso, con tiempo para detenernos de vez en cuando a contemplar el paisaje.
Este hermoso cartel sobre tamaño bloque de granito hubíéramos encontrado unos pocos metros más adelante, si no nos hubiésemos despistado, tirando ladera abajo ¡En fin! |
La verdad es que superado el primer “chasco” por haber perdido la senda de Icona (quien la trazase no tuvo en cuenta la capacidad de despiste de algunos), el tramo cunde de lo lindo y en un santiamén alcanzamos el camino “normal” casi al lado del cruce del Arroyo de la Ventana que hemos tomado esta mañana.
Ahora, ya sin más tropiezos y a buena marcha, llegamos al coche en el Tranco a las 2:30 pm, tras haber recorrido 10,5km y salvado un desnivel total acumulado de 660m de D+.
Me asombra Carmar por los lugares que visita, por sus originales fotos y por sus entrañables comentarios, que me ayudan a mejor comprender.
ResponderEliminarLe agradezco su empeño en compartir con los demás sus salidas y las disfruto doblemente: En primer lugar, porque permite ampliar mi horizonte desde la comodidad de mi sillón. En segundo lugar porque me llena de ideas para escapar...