La gran nevada de comienzos de la semana sobre la Sierra de Madrid se aguantó bien a pesar de las temperaturas primaverales, así que el sábado me marqué un itinerario de lo más "montañero" que encuentras en esta zona para esquí de travesía: partiendo desde el refugio del Pingarrón, bordear la base de la cara N de las Cabezas del Hierro, por las Cerradillas, hacer cima por el tubo NW y descenso del tubo N.
Hay un principio fundamental a tener en cuenta cuando quieres hacer esquí de travesía por esta zona: "Llegar temprano, y marchar pronto"; llegar antes de las 8am, para encontrar sitio donde dejar el coche (al tanto Manumar), si no, no te dejan ni acercarte a los aparcamientos, y marchar no más tarde de las 3:30pm, salvo que no te importe ir unos 60 minutos en caravana, para hacer los 8km que separan Cotos del Puerto de Navacerrada.
El porteo de los esquís hasta el río al pie del Pingarrón se hace rápido, Antonio y yo caminamos ligeros. La aproximación al río te permite ir contemplando el bosque cubierto de nieve en el que nos adentraremos en pocos momentos.
El camino bordea hacia el E la loma que encierra las Cerradillas por el S. Al poco llegamos a su extremo y la cara N de las Cabezas del Hierro se nos muestra espléndida.
Este tramo, hacia el W, nos adentra por bosque de pinar en el recóndito Cerradillas, lugar aislado de Valdesquí, ambiente de montaña que, en miniatura, rememora al Pirineo. Una bajadita al torrente, que se cruza por puente de madera, y ya remontamos los últimos metros de bosque, hasta salir a zona amplia y despejada, que nos muestra tanto el tubo NW de Cabezas, a la izquierda, como el fondo de este rincón, con Valdemartín como punta culminante.
Ahora es momento de enfilar estas pendientes que nos llevarán al plano de las dos Cabezas. Las cuchillas se agradecen en las últimas y empinadas rampas.
Al llegar arriba respiramos. La nieve está muy dura aquí. El fuerte viento mantiene esta zona muy castigada; la nieve se presenta helada y en forma de escamas.
Al llegar arriba respiramos. La nieve está muy dura aquí. El fuerte viento mantiene esta zona muy castigada; la nieve se presenta helada y en forma de escamas.
Un momento de recogimiento, reflexión y comunión con el entorno helado. Las imágenes se fijan en tu cabeza. Breves instantes que preceden al momento de alzarte y reemprender la marcha. Paz y plenitud.
Bajamos al collado entre las dos Cabezas y aquí nos separamos: Antonio, que ha de volver pronto al coche, se encamina hacia el collado de Valdemartín, pasando por la Cabeza del Hierro Menor, y de allí, por las pistas, hasta el aparcamiento.
Manuel y yo decidimos hacer una "bajadita" por la cara S, hacia la Pedriza, y así dar tiempo a que a la nieve del tubo N de Cabezas le dé un poco el sol, antes de bajarlo. No le vendrá nada mal.
Nieve extraordinaria, suave deslizar, los "carving" nos parecen una maravilla, pero nos hemos de detener, porque hay que volver a remontar. Comemos algo y subimos de nuevo al collado, a pleno sol.
De nuevo en el collado, Manuel y yo emprendemos la bajada hacia el tubo N por nieve bien helada. La pendiente es suave, las piernas se van calentando, la entrada del tubo se nos echa encima.
Hacia la embocadura del tubo N |
Paramos un momento, lo miramos bien. No hay piedras en superficie, está limpio. Adelante y a disfrutar de esta pendiente de 40º a 45º durante unos 200m de buenos giros en nieve dura, pero ya no helada.
Apuramos la bajada hasta la cota más baja, antes de iniciar el largo flanqueo hacia el W que nos llevará de nuevo al pie del corredor NW. ¡En verdad, la mejor esquiada de toda la zona!
La "palita" promete, y no defrauda |
La salida al collado, con nieve helada, exige varias "zetas" enérgicas y explosivas |
Itinerario con 1.250m de D+ acumulado; 7h de recorrido; Solitarios y bellos paisajes que te transportan al Pirineo, abstraídos del mundanal ruido del vecino Valdesquí. Buena compañía y día luminoso.
Eso es lo que tiene el vivir en "la capital", los de provincias nos podemos permitir ciertos lujos y comenzar la montaña algo más tarde. Me alegro que tuviérais un día tan bueno en todos los sentidos.....y tan largo! A ver si la meteorología nos permite llevar a cabo nuestros próximos planes.
ResponderEliminarSaludetes desde la periferia...:)
Veo que aprovechaste el sábado. Impresionantes las vistas y la tranquilidad que se debe de respirar en esas cimas. Aunque lo que me ha impresionado realmente son las fotografías de Formigal ¡que cantidad de nieve y que vistas¡ Comparado con eso nuestras sierras de Cazorla y Magina parecen cerros.
ResponderEliminarEl blog es una pasada, está perfecto, aunque no consigo ver las fotografías de las entradas mas antiguas(no se si es por mi ordenador o porque las tienes bloqueadas).
Un 10 por el blog y animo con tus rutas, ahora ya te tengo fichado, así que te seguiré. Un saludo.
Bueno Antonio, con un fan como tú, y estos comentarios, ahora me voy a sentir agobiado por mantener el nivel.
ResponderEliminarHombre, lo de Formigal con Magina y Cazorla debe de ser similar a lo de Sierra Nevada con Formigal. Todo es relativo, y ya me gustaría a mí tenerte de guía por esas sierras de Jaen.
A ver si el próximo fin de semana puedo contar algo bonito del Pirineo.
Saludos y a pedalear, que ya comienza la temporada.
Hola Carlos,
ResponderEliminarYe te pillé por la red de redes. Vaya actividad la del sábado. Hubo de todo: bosque, circo, corredor (tubo), hielo, collado, cumbre, panorámica, descenso disfrutón, ascenso, calor, frio, pendiente, flanqueo, concentración, disfrute. Unas materias con las que preparar una buena comida, y un buen aderezo para saborear la trocha, agradable y experta compañía.
Te felicito por contar tus pequeñas historias y hacernos partícipes de ellas. ¡Vaya foto la inicial! El reto de reconocer las cumbres de nuestro Pirineo siempre surge: Balaitus, Fondiellas…
Hasta pronto con zancadas ligeras y capacidad de sorpresa ya sea por veredas o por huellas en la nieve.
Manuel.-
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarHola Manuel, la soledad de la montaña, compartida en buena compañía, es de lo mejor que hay. Este fin de semana, si el tiempo lo permite, voy al Pirineo, pero a la vuelta te llamo, para ver si seguimos deambulando por esos lugarcitos que la Sierra reserva para los que huimos del mundanal ruido. Y que continúe nevando. Saludos.
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