Pradera y Balcón de Pineta |
El valle de Pineta y su pradera
(1.320m), encajonados entre cumbres de más de tres mil metros de altitud, conforman
un lugar de alta montaña absolutamente hermoso.
Cualquier excursión cuya base de
salida sea la Pradera de Pineta comporta superar un desnivel muy respetable ya
que las paredes Norte y Este caen a plomo sobre el valle.
Mi objetivo de hoy eran los
Astazus, y digo “eran” porque al final fue sólo el Gran Astazu. No andaba yo
con el ánimo pletórico.
La excursión salió maja: un
desnivel positivo de 1.775m de D+, de los cuales 1.300m se suben de tirón hasta
llegar al Balcón de Pineta, en apenas 4km de longitud, completando un recorrido
total en torno a los 18km.
El ascenso al Balcón de Pineta consta
de tres tramos principales.
El primero, o de aproximación,
atraviesa un frondoso bosque de hayas, fresco y oloroso, que guarda la humedad
de la noche y te la pone encima cuando lo atraviesas por la mañana.
Tras el bosque se sale a un
terreno de vegetación baja, y entre helechos y bojes el camino se acerca al
segundo tramo, donde ya la pendiente comienza de veras. El sendero va trazando
amplias zetas, aproximándose a la gran Cascada del Cinca, para después, cuando
la tiene bien cerca, hacer un giro y alejarse de ella monte arriba, a superar
las distintas fajas del paredón. Se van cruzando varias cascadas secundarias,
con lo que el agua no falta. La pendiente es dura y no cede. Conviene regular
en función de las fuerzas de cada uno.
Cascada del Cinca |
Finalmente se llega al pie de un
muro que parece cerrar la salida por arriba, estamos bajo el Balcón de Pineta,
en el comienzo del tercer tramo, la zona del embudo. Sí que hay salida, claro, así
que con fe y perseverancia comienzo a superar las incontables y bien trazadas
zetas que, finalmente, desembocan en el Balcón.
Llegando al Balcón de Pineta |
Llegando al Balcón, al fondo, a la izq. el Pico de la Munia, a su dcha. el Robiñera. |
Las vistas desde él compensan el
esfuerzo que cuesta alcanzarlo.
El valle de Pineta, desde el Balcón |
Estoy a 2.700m de altura, al pie
del glaciar de la cara Norte del Perdido.
Glaciar de la cara Norte del Perdido. A la dcha. el Cilindro |
Hacia el Oeste se abre un gran plateau
pedregoso que, bajo la Norte del Perdido y del Cilindro, por la izquierda, y
bajo la Sur del Gran Astazú y cresta de Tucarroya, por la derecha, se extiende
hasta el collado del Astazú, visible al fondo, en la distancia.
Zona árida por donde fluyen
diversos cursos de agua que van directos a precipitarse por el Balcón. Aparte
de los torrentes provenientes de los neveros circundantes no hay otra cosa en
esta amplia zona desértica más que una gran extensión de lajas de piedra.
Me dirijo hacia el todavía no
visible lago de Marboré que se encuentra al pie de la brecha de Tucarroya. El
itinerario está marcado con mojones.
Alcanzo el murete de la presa del
lago y lo recorro hacia el Oeste. Queda algún nevero en sus orillas.
Lago de Marboré y brecha de Tucarroya |
Sigo las marcas y las trazas de
senda visibles sobre la tierra. Aprieta el sol y el lugar me resulta muy poco
acogedor. Tengo sed. Voy ganando altura lentamente y al rato estoy al pie del
collado de Astazu.
Decido subir primero al Gran
Astazu para lo cual encaro la pedrera que finaliza en la salida del Corredor de
Swan, entre el Pequeño y el Gran Astazu. Al final se empina de veras y resulta
fatigosa.
La subida al Gran Astazu no es
difícil y, poco a poco, salgo a la cresta y alcanzo la cima. La vista es
amplísima.
El Perdido, desde la cima del Gran Astazu |
Zoom sobre el glaciar del Vignemale |
Desde la cima del Gran Astazu, a la izq. la Torre, después el Casco, luego la Brecha de Roland y finalmente el Taillón. En la proximidad, a la dcha. el Pequeño Astazu |
Tengo mucho calor, parece que me
estoy deshidratando más rápido de lo previsto, así que tomo un trago del agua
que me queda, que no es mucha, y emprendo el retorno hacia la brecha de Swan.
Una vez de vuelta en la brecha
contemplo la afilada arista que la separa del Pequeño Astazu, que sin ser
difícil (II) es muy aérea y no admite errores, ya que el patio hacia Gavarnie
es de 2.000m. Recuerdo hace unos cuantos años cuando “en familia” enlazamos
ambos por la cresta, pero ahora toca encontrar agua.
El Pequeño Astazu desde la brecha de Swam |
Inicio el descenso y al cabo de
unos diez minutos doy con un helero en el que preparo agua y recupero las sales
perdidas.
A partir de este punto voy
siguiendo las trazas que me conducen de vuelta al lago de Marboré, ahora bastante concurrido,
para seguir sin pausa hasta el Balcón de Pineta.
De vuelta en el lago de Marboré |
Echo una mirada en derredor antes
de iniciar el descenso hacia la Pradera.
Cara Norte del Perdido y Cilindro |
Gran Astazu y cresta de Tucarroya |
Hacia abajo, hasta el valle de Pineta |
Las zetas que surcan "el embudo" |
Así como por la mañana me encontré con muy pocas personas, ahora en la bajada encuentro muchas más. Las hay de todos los
tipos, la mayoría van abrasados por el sol, otros se protegen con alguna gorra,
y todos vamos procurando no dar un traspié inoportuno.
Poco a poco se va bajando |
Con tanta afluencia es lógico cruzarse con algún "clásico" |
Me reconforta ver el abrevadero
que hay justo antes de que el camino se adentre en el bosque.
El calor aprieta
fuerte y la sombra es como un bálsamo.
Atrás quedan el potente desnivel,
el agua precipitándose en forma de cascadas dando lugar al nacimiento del río
Cinca y los chillidos de alerta de las marmotas.
Entre los árboles del bosque veo,
de vez en cuando, los picachos bajo los que he deambulado y continuo la marcha
para no demorar el retorno. Me esperan en Bielsa y aún hemos de volver a
Zaragoza.
Pena....pena por no haberte podido acompañar. Día espléndido y caluroso por lo que se ve en las fotos! Espero que haya otra oportunidad en común;)
ResponderEliminarExcursión para y por el recuerdo. Seguro que habrá otras oportunidades; las buscaremos y en nuestra mano estará el cogerlas. Salud y montaña, brother.
EliminarSólo una cosa hiciste mal: no subir un saco y una esterilla para pasar una noche ahí arriba viendo las estrellas. Buena excursión en cualquier caso, muy buena. Salud, montaña y ¡¡crema de sol!! jajaja
ResponderEliminarSi es que al final resulta que uno se ha dado a la molicie y, oye, que desde Bielsa, por la noche, conseguí ver alguna de las lágrimas de San Lorenzo. Crema que no falte, agua tampoco, y con salud y ánimo, a por el Palas y el Balaitous, que estaré pendiente de vuestra andanza. Un abrazo.
EliminarAins! Pero que preciosisima es esta ruta y que buenos recuerdos me trae puesto que fué nuestro primer tresmil hace ya 10 años.... como pasa el tiempo.
ResponderEliminarQue buen dia pillaste y menudas fotos te han quedado, como siempre.
Un saludo montañero, aun que estemos en otras fiestas.
También fue el primer tresmil de alguien de mi entorno. Es una zona de recuerdos. El tiempo pasa volando amiga mía. De aquí a poco estaréis por allí con Isuel pegado a los talones. Ánimo con "las fiestas" y mucha salud para aguantarlas, sobre todo el mal dormir. Abrazos
EliminarPor esos lares he andado bien poco, un par de veces he intentado subir al lago de Marboré, y las dos tuvimos que retirarnos antes de tiempo. Una lastima no haber podido hacer los dos Astazus, pero mas vale una retirada a tiempo...
ResponderEliminarUn saludo
Cuestión de prioridades. La sed pudo con el lamín de repetir lo ya hecho. De todas formas allí quedó, a la espera de los que decidamos volver a visitarlos. Las retiradas a tiempo hay que saberlas gestionar y más cuando andas por la montaña.
EliminarAlgún día ya me orientarás por la zona de Purujosa y alrededores, que pareces conocer bien.
Un abrazo, Eduardo.
Ascender cumbres pirenaicas tomando como punto de partida valles de tanto valor natural, como atesora Pineta, aporta otra dimensión a la actividad. Mejor no mirar hacia arriba porque queda trecho por subir, pero la recompensa es suficiente para realizar el esfuerzo. Un lugar lejano de casi todo, pero cercano al “mundo de las montañas”. Y del quebrantahuesos!!! Sabia decisión atender lo primordial. Salud y Montaña
ResponderEliminarMejor no mirar hacia arriba y concentrarse en seguir el sendero. Al final sales a la luz en un lugar remoto, en el centro de la montaña. Sí, como le digo a Eduardo, gestionar las prioridades es básico en la alta montaña. Depende mucho de ello. Salud y Montaña, compañero.
EliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBuena soba sí señor. Hace la tira que no me meto esos meneos por la alta montaña; cosas de la pereza aderezadas con la edad. Bueno, aunque veo gente bastante madura en las fotos.
ResponderEliminarEl paisaje es impresionante y, por lo que veo, sois muy prudentes.
Abrazos.
Pereza ya da, ya, sobre todo cuando ves el paredón que tienes por delante. Entonces haces la primera foto, luego agarras los bastones y comienzas a caminar. A partir de aquí el cuerpo se entona, o acata, y el resto va solo; bueno, casi ;)))
ResponderEliminarLa prudencia, o hacer caso de las sensaciones, resulta básico para deambular por estos parajes.
Resulta gratificante encontrar en ellos a gente de todas las edades. Es señal de que la montaña acoge a todos. Un abrazo.
Gracias por la magníficas descripciones y fotografías. Deduzco que el Granm Astazu te hizo sudarlo. :-)
ResponderEliminarUn abrazo.
Razón tienes; tanto lo sudé que casi me deshidrato, y mira que había agua por abajo y bien que me la miraba yo. En fin, cosas del verano. Un abrazo, Miguel.
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