domingo, 2 de noviembre de 2014

Picos de Peiró, Peña Gratal y la Calma Alta, desde Árguis, enlazados en el mismo circuito.

Raya de las Tiñas; abajo, al fondo, el embalse de Árguis
El pico Peiró (1.586m) constituye una de las tres cimas principales que componen el itinerario de hoy, junto con la Peña de Gratal (1.567m) y la Calma Alta (1.581m) y que pretendo enlazar en un recorrido que tiene su origen y final en el embalse de Árguis.

Circuito exigente, pleno de sube y bajas, discurriendo en la primera y en la última parte por los frescos pinares de la cara Norte, donde un pequeño y recoleto bosque de hayas sorprende, continuando en altura por el reino del erizón (Echinospartum horridum)  que, no resistiendo la sombra, coloniza las soleadas zonas entre la caliza de la sierra de Gratal y con el que más vale no rozar. El boj y algo de pasto de altura complementan el manto vegetal.

Una inoportuna torcedura hizo que no pudiera completarlo la semana pasada pero, tras una sesión con un experto fisioterapeuta, siete días después estoy de nuevo en Árguis para llevarlo a cabo.

Son las 9:15h cuando inicio la marcha, el ánimo y las ganas me impulsan por la fresca sombra hacia el Peiró. Las empinadas rampas hacia el hayedo están secas, no hay rastro de la humedad que encontré la vez  anterior, con lo que asciendo mejor. 

Pico Peiró
Paso de largo el cartel indicador “collado de Sarramiana” y continúo hacia el collado y pico de Peiró. Todavía no hace demasiado calor y la panorámica desde la cima compensa el esfuerzo.

Últimos metros entre los erizones, camino de la cima del Peiró
A la vista, en la lejanía, los próximos objetivos: el hayedo, el collado de Sarramiana y tras ellos, la Peña de Gratal.

Desde la cima del Peiró, el collado de Sarramiana y detrás la Peña de Gratal
El otoño se ha adueñado del entorno, y una pluralidad de colores se agolpa y brilla bajo los rayos del sol mañanero mientras retorno al hayedo.

La fuerte subida hasta el collado de Sarramiana resulta menos dura contemplando cómo las hayas colorean el paisaje.

En el hayedo de Peiró

Al salir del bosque una pista marca el camino hacia el siguiente hito, la Peña de Gratal. 

Collado de Sarramiana; al fondo, la Peña de Gratal
Zona muy corredera, a pleno sol, en ligero descenso al principio hasta tomar el ramal hacia la izquierda abandonando el camino a Bolea, para llegar finalmente al pie de la Peña, cuyos últimos doscientos metros hasta la cumbre son, de nuevo, muy empinados (parece ser la seña de identidad de los montes de por aquí, de ahí su bella y altanera estampa).

Peña de Gratal
Cima muy concurrida habitualmente, que hoy lo está mucho más. Mirada atrás, hacia lo recorrido desde el Peiró, 

Desde la cima de la Peña de Gratal, al fondo sobresale el Peiró
y de lo que todavía queda siguiendo el cordal hasta las Calmas: Vértice de Gratal, Pico de San Julián, collado y …… la Calma Alta.

Desde la cima de la Peña de Gratal, el resto del cordal hasta la Calma Alta
Descenso rápido, nueva serie de sube y bajas hasta llegar al Vértice. En la vertiente Sur, las pendientes y cortados sobre las Gorgas de San Julián, por delante, la estrechísima trocha que se mantiene abierta en el mar de erizones que colonizan la zona, únicos arbustos capaces de soportar los fuertes y frecuentes vientos que barren estos altos. Tan sólo algún boj osa sobresalir al resguardo de la vertiente Norte.

Pico Peiró desde el Vértice de Gratal
La Calma Alta (izq) y el Pico de San Julián (dch), desde el Vértice de Gratal
A medida que me aproximo al Pico de San Julián aumenta la presencia de los bojes. El collado y la cumbre de las Calmas están desiertos. Bebo en la cima el último trago de agua que me queda, antes de iniciar el descenso hacia Árguis.

Desde la cima de la Calma Alta contemplo el cordal que acabo de recorrer desde la Peña de Gratal
En un principio sigo la pista que conduce a los pozos de Hielo de la vertiente Norte porque la carrera por ella, a la sombra de los pinos, resulta muy cómoda. Tras un par de kilómetros tomo el sendero que, barranco abajo, enlaza con la buena pista que conduce hasta Árguis.


Finalmente, tras 22km de recorrido, habiendo salvado un desnivel total de unos 1.400m de D+, llego al embalse de Árguis a las 15h, algo deshidratado y hambriento, con los sentidos confortados por los bellos paisajes que me han envuelto a lo largo de la jornada, y con el deseo cumplido de haber enlazado el rosario de cimas que componen la Sierra de Gratal: embalse de Árguis – Pico Peiró – collado Sarramiana – Peña de Gratal – Vértice de Gratal – Pico de San Julián – La Calma Alta -  embalse de Árguis.

2 comentarios:

  1. Pues sí que has recuperado pronto el tobillo............buena vuelta y cañera..........y si además la combinas con el Pico del Aguila, te vuelves a casa con toda la corona del Embalse de Arguis en el bolsillo y las piernas bien a gusto.
    Salud(os)

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  2. No, si ya me pareció a mí que se me quedaba algo. Y fué el Pico del Águila. Bueno, la próxima vez será. Salud y Montaña, Rubén.

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