Primera toma de contacto con el Pirineo, en este recíén estrenado verano. Propósito nada del otro mundo, tan sólo deambular con mi hermano Manuel / Manumar por zona hace tiempo visitada, aproximarnos hacia el límite con el valle del Ara para ver de cerca el Vignemale y su entorno. Una vuelta sin pretensiones a una parte de los ibones del balneario: Bachimaña, Bramatuero, Lavaza, Serrato, alguna charca, y claro, una cumbre sencilla como el diente W de los Batanes, bordeando la nieve todavía presente en las cotas por encima de los 2.600m.
El sol toca las cimas del Garmo Negro mientras aún no alcanza el ibón del balneario |
No madrugamos demasiado, llegamos al balneario de Panticosa (1.650m) a las 8:30m y lo encontramos a rebosar de gente ¡Ni en pleno verano hay tanta! A las 8:45 iniciamos la marcha al trote, y comienza nuestro adelantar a grupos de personas que se dirigen a los ibones Azules y/o los picos del Infierno.
Salimos al sol al pie de la "cuesta del fraile", 100m de "repechón" que ahora superamos en alegre ascenso, llegando al poco a la presa del ibón de Bachimaña. Durante el trayecto hemos comentado que será más rápido bordearlo por su derecha, por el camino normal hacia los Azules, si bien luego comprobaríamos que más directo hubiese sido hacerlo por la izquierda, pero porqué perdernos estos hermosos metros de más, hacia la pleta donde se separan ambos itinerarios. Más de 50 personas adelantamos hasta llegar hasta aquí. La mayoría van hacia el W, nosotros derivamos hacia el E, en busca de los ibones de Bramatuero y zona del collado del Letrero.
El ibón de Bachimaña superior queda a nuestros pies, camino del ibón de Bramatuero |
Tranquilo, hermoso y tendido ascenso bordeando los ibones de Bramatuero. Al llegar al superior optamos por cruzarlo y enfilamos hacia el collado de Xuans, dejando a nuestra izquierda el collado del Letrero. La nieve se aguanta en estas laderas a 2.600m de altitud. Los ibones no tienen tanta agua como en años anteriores.
Con los picos del Infierno al fondo, y los ibones de Bramatuero a nuestros pies, seguimos ascendiendo |
Superamos las charcas de Luniacha. Van apareciendo las cumbres que circundan este lugar, haciendo frontera con la vecina Francia: Mercadeau, Peternaille, Aratille; más lejos, la Gran Fache; en la retaguardia asoma la nariz el Midi d'Osseau.
El Pic d'Aratille, gendarme limítrofe con Francia, sobre le Bramatuero superior |
El Pic de Vignemale hace su aparición en escena, tras el collado del Letrero |
El Vignemale lo domina todo desde la proximidad, pero su base no alcanzamos a verla, estamos algo retranqueados. Avanzamos por la cresta unos metros para ver mejor el 2º diente. No llevamos ni material ni intención de hacerla, pero nos acercamos hasta la brecha que los separa. Aérea y turbadora. Fotos y vuelta a nuestra cima para comer algo. Hemos recorrido 16km en subida, empleando 4,5 horas en llegar a este punto.
Tras media hora de oxigenación en altura, unas almendras y medio bocadillo de esos que prepara Manuel, emprendemos descenso hacia los ibones de Xuans, Serrato y Lavaza, siguientes en nuestra ruta lacustre de hoy, recorriendo por la base la cresta de los Batanes, en clara bajada hacia el balneario de Panticosa.
Hermoso marco el del ibón del Serrato |
Atrás van quedando los 3 dientes de Batanes |
Fuerte descenso por grandes bloques de granito. Si 16 fueron los kilómetros de subida, en tan sólo 6 bajaremos, siguiendo los mojones.
Cruzamos algún nevero que otro, aparecen los rododendros entre las piedras, y ya enseguida el bosque y camino. El balneario nos espera al fondo. Nos adentramos en fresca zona de pino y rododendros.
Seta, rododendro y Garmo Negro al fondo |
Al fondo nos espera el balneario de Panticosa |
Por buena senda trotamos ladera abajo. En 2 horas desde la cima llegamos al coche. Gente sigue habiendo, incluso más que a la mañana.
Satisfacción, buen chapuzón en agua fresca, y nos cambiamos de ropa tras 7 horas de una divertida jornada de trote, zanqueo, comentarios, buenas sensaciones, mejores vivencias y recuerdos, a lo largo de 22km y unos 1.200m de D+.
CRÓNICA DE "CORRE Y DISFRUTA"
CRÓNICA DE "CORRE Y DISFRUTA"
En rojo, itinerario seguido |