miércoles, 10 de agosto de 2011

Solo por las alturas. Los tresmiles del Balneario de Panticosa en una jornada-09.08.2011


Tresmiles soleados sobre el Balneario de Panticosa: Argualas (izq), Garmo Negro y Aguja de Pondiellos (centro) y Arnales (dcha)

El Balneario de Panticosa constituye un enclave privilegiado para la práctica de las actividades de montaña, tanto con nieve como sin ella. Situado a 1.636m está rodeado por montañas en la cota de los 3.000m; altura que se alcanza en muy corta distancia, quedando él en el fondo, ofreciendo  una imagen característica y vertiginosa.

Bachimaña inferior

Es, así mismo, una zona repleta de ibones o lagos de altura, cerrada al Norte por el sistema fronterizo con Francia, a la que se accede por el Puerto de Panticosa (o Marcadau).

En pleno roquedo el Aconitum Vulparia contempla las aguas del ibón

Al Este, los Dientes de Batanes y picos de Serrato, Xuans y Lavaza conforman una cadena en torno a los 2.800m, separándolo del valle del Ara.
En la parte Oeste es donde encontramos la concentración de 8 picos rebasando los 3.000m de altura, siendo estos: Picos del Infierno (W: 3.015m; Central: 3.072m; E: 3.056m), Pico de Arnales (3.006m), Aguja de Pondiellos (3.015m), Pico de Garmo Negro (3.051m), Pico de Algas (3.021m) y Pico de Argualas (3.046m).
El proyecto de recorrerlos todos en la misma jornada me atraía desde hace ya unos tres años; de hecho, en dos ocasiones anteriores ya lo intentamos mi hermano Manuel y yo, pero, la primera vez por circunstancias inesperadas, y la segunda por el mal tiempo, no lo habíamos podido completar juntos, siempre nos habíamos quedado en 5 cumbres.
El recorrido de las 8 cimas, si bien no contiene dificultades técnicas notables, es sin duda exigente. Nos movemos por alta montaña, los picos son muchos, y cada uno tiene sus peculiaridades. Encadenarlos todos y en solitario requiere decisión, conocimiento del medio y mucho ánimo.
Cumpliendo las tres condiciones me pongo en marcha a las 8h, saliendo del Balneario hacia los ibones Azules.

Desde el ibón Azul superior, se observan Los Infiernos y el collado de Tebarray

En el ibón superior lleno dos cantimploras con agua y me encamino al collado de Tebarray. Desde aquí emprendo subida por la pedrera ferruginosa que baja del Infierno W, hasta dar vista y entrar en “la Marmolera”, placa caliza que caracteriza a este grupo de tresmiles, recorriéndola en diagonal, hasta salir a la cima W.

Desde la cima del Infierno W, abajo el ibón de Pondiellos, al fondo, el grupo de tresmiles de la Aguja de Pondiellos, Garmo Negro, Algas y Argualas

El paso a las dos siguientes (Central y E) constituye un agradable transitar sin problemas a caballo de los 3.000m. Son las primeras tres cumbres de la jornada.
De entre las cimas Central y Este, hacia el SW, se descuelgan 200m de pendiente muy empinada, por terracitas herbosas y con piedra suelta, que constituyen el descenso más rápido hacia Pondiellos. Esta zona es para hacerla con cuidado, sobretodo yendo solo.
Al final de la misma, a la izquierda, la subida al pico de Arnales (4º tresmil) no supone más problema que los 200m de desnivel. Ahora transito por pedrera ferruginosa y rojiza.

Desde la cima del Arnales, el Balneario se ve "bien abajo"; 1.400m de desnivel.

Bajar de los Arnales y alcanzar el collado de Pondiellos no tiene pérdida. El ambiente es duro y rocoso. El caminar por la pedrera exige atención.
Enfilo ahora la empinada canal que, desde el collado, asciende hasta salir a la cara E de la Aguja de Pondiellos. La trepada no tiene dificultad. Hay que tener cuidado con los desprendimientos de piedras. Alcanzar la cima de este 5º tresmil, en verano, sin vértigo, no es problema. En invierno, con nieve o hielo, la exposición es notable.

Por esta "veta" se accede a la cumbre del Garmo Negro

Entre la Aguja de Pondiellos y el Pico de Garmo Negro, que está ahí mismo, se encuentra una profunda brecha, de no más de 1,5m de longitud y 0,7m de anchura, con “menudo patio” a cada lado. Afortunadamente, resulta que “no es tan fiero el león como lo pintan”, pero hay que descender con cuidadín los últimos metros “terrosos” hasta la misma, y encaramarse “con decisión y entereza” para superar los primeros y aéreos pasos de la “veta” que, en frente, asciende directa hacia el Garmo Negro. Aunque la dificultad técnica no supera el II-, no están permitidos ni vértigos ni titubeos.

Desde la cumbre del Garmo Negro, al fondo "la Marmolera" de los Infiernos, a la derecha, la cima del Arnales

Y así, sin más, llego al 6º tresmil del día, El Garmo Negro, que constituye una de las mejores atalayas de la zona.
Me fijo en los siguientes objetivos, el primero es la cima del Algas, al que llego sin problema. Las piernas ya empiezan a notarse cuando toca superar los últimos 100m.

Desde la cima del Algas, el Pico de Argualas completará el grupo de tresmiles

Desciendo en pos de la última cima del día. Voy bordeando la cresta hasta ver la brecha a la que hay que acceder (sigo los mojones), desde ella trepo unos metros por la cresta hasta pasar “al otro lado” y tomar las trazas de camino que conduce a la cima. Abajo el Balneario, al frente, hacia el W, el Vignemale y el Perdido. Al N, la pirámide del Garmo Negro, con su enorme “pala”, se muestra impresionante.
Ya es hora de bajar, y de afrontar la inmisericorde pedrera que me lleva a las Majadas de Argualas, tras 600 m inolvidables de descenso. Lo que les faltaba a estas piernas, pero compensa.

Comienza la hierba, corre el agua, los acónitos y las digitalis me traen recuerdos de antaño.
Bello y sombreado tramo por el bosque hasta llegar, de nuevo, al coche. Son las 6 de la tarde, las cumbres aún reciben el sol, pero el Balneario, en su profundidad, a la sombra, se prepara para otra noche más.
Recorrido circular enlazando las 8 cimas de tres mil metros que se yerguen sobre el Balneario de Panticosa, salvando un desnivel acumulado de unos 2.200m de D+, empleando 10h en total. Ánimo y a repetirlo, que merece mucho la pena, que para descansar siempre habrá tiempo después.

1 comentario:

  1. Bonita excursión, en la que hay un montón de recuerdos durante ese exigente recorrido.
    Que sigas disfrutando de esas merecidas vacaciones.
    Sólo puedo decirte que.......¡Viva la sidra!

    Manumar

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