domingo, 26 de junio de 2011

Dos sarrios por los ibones del balneario de Panticosa - 25.06.2011

Primera toma de contacto con el Pirineo, en este recíén estrenado verano. Propósito nada del otro mundo, tan sólo deambular con mi hermano Manuel / Manumar por zona hace tiempo visitada, aproximarnos hacia el límite con el valle del Ara para ver de cerca el Vignemale y su entorno. Una vuelta sin pretensiones a una parte de los ibones del balneario: Bachimaña, Bramatuero, Lavaza, Serrato, alguna charca, y claro, una cumbre sencilla como el diente W de los Batanes, bordeando la nieve todavía presente en las cotas por encima de los 2.600m.

El sol toca las cimas del Garmo Negro mientras aún no alcanza el ibón del balneario

No madrugamos demasiado, llegamos al balneario de Panticosa (1.650m) a las 8:30m y lo encontramos a rebosar de gente ¡Ni en pleno verano hay tanta! A las 8:45 iniciamos la marcha al trote, y comienza nuestro adelantar a grupos de personas que se dirigen a los ibones Azules y/o los picos del Infierno.

Salimos al sol al pie de la "cuesta del fraile", 100m de "repechón" que ahora superamos en alegre ascenso, llegando al poco a la presa del ibón de Bachimaña. Durante el trayecto hemos comentado que será más rápido bordearlo por su derecha, por el camino normal hacia los Azules, si bien luego comprobaríamos que más directo hubiese sido hacerlo por la izquierda, pero porqué perdernos estos hermosos metros de más, hacia la pleta donde se separan ambos itinerarios. Más de 50 personas adelantamos hasta llegar hasta aquí. La mayoría van hacia el W, nosotros derivamos hacia el E, en busca de los ibones de Bramatuero y zona del collado del Letrero.

El ibón de Bachimaña superior queda a nuestros pies, camino del ibón de Bramatuero
Tranquilo, hermoso y tendido ascenso bordeando los ibones de Bramatuero. Al llegar al superior optamos por cruzarlo y enfilamos hacia el collado de Xuans, dejando a nuestra izquierda el collado del Letrero. La nieve se aguanta en estas laderas a 2.600m de altitud. Los ibones no tienen tanta agua como en años anteriores.


Con los picos del Infierno al fondo, y los ibones de Bramatuero a nuestros pies, seguimos ascendiendo

Superamos las charcas de Luniacha. Van apareciendo las cumbres que circundan este lugar, haciendo frontera con la vecina Francia: Mercadeau, Peternaille, Aratille; más lejos, la Gran Fache; en la retaguardia asoma la nariz el Midi d'Osseau.


El Pic d'Aratille, gendarme limítrofe con Francia, sobre le Bramatuero superior
Siguiendo nuestro instinto, algunas marcas blancas y negras y también mojones, llegamos finalmente a la cima del Diente W de Batanes (2.875m), primero y más sencillo de una cadena de 3 dientes.

El Pic de Vignemale hace su aparición en escena, tras el collado del Letrero
El Vignemale lo domina todo desde la proximidad, pero su base no alcanzamos a verla, estamos algo retranqueados. Avanzamos por la cresta unos metros para ver mejor el 2º diente. No llevamos ni material ni intención de hacerla, pero nos acercamos hasta la brecha que los separa. Aérea y turbadora. Fotos y vuelta a nuestra cima para comer algo. Hemos recorrido 16km en subida, empleando 4,5 horas en llegar a este punto.


Tras media hora de oxigenación en altura, unas almendras y medio bocadillo de esos que prepara Manuel, emprendemos descenso hacia los ibones de Xuans, Serrato y Lavaza, siguientes en nuestra ruta lacustre de hoy, recorriendo por la base la cresta de los Batanes, en clara bajada hacia el balneario de Panticosa.

Hermoso marco el del ibón del Serrato

Atrás van quedando los 3 dientes de Batanes
Fuerte descenso por grandes bloques de granito. Si 16 fueron los kilómetros de subida, en tan sólo 6 bajaremos, siguiendo los mojones.

Cruzamos algún nevero que otro, aparecen los rododendros entre las piedras, y ya enseguida el bosque y camino. El balneario nos espera al fondo. Nos adentramos en fresca zona de pino y rododendros.



Seta, rododendro y Garmo Negro al fondo

Al fondo nos espera el balneario de Panticosa
Por buena senda trotamos ladera abajo. En 2 horas desde la cima llegamos al coche. Gente sigue habiendo, incluso más que a la mañana.

Satisfacción, buen chapuzón en agua fresca, y nos cambiamos de ropa tras 7 horas de una divertida jornada de trote, zanqueo, comentarios, buenas sensaciones, mejores vivencias y recuerdos, a lo largo de 22km y unos 1.200m de D+.

CRÓNICA DE "CORRE Y DISFRUTA"

En rojo, itinerario seguido





domingo, 19 de junio de 2011

Maliciosa (2.227 metros), desde el collado de Quebrantaherraduras, por la sierra de los Porrones - 28.06.2011


La Maliciosa, vista desde el Sur, se asemeja a un bastión que se desprende de la cresta de la Cuerda Larga, en la Sierra de Guadarrama. Es una montaña atractiva, altiva y rocosa. Mirador privilegiado sobre la llanura de Madrid y antesala de la Pedriza.
La Maliciosa vista desde la senda, al pie del 4º Porrón

La recomendación de mi amigo Luís para ascender a la Maliciosa partiendo del collado de Quebrantaherraduras, junto con mí desde hace tiempo archivado deseo de recorrer el ventisquero de la Condesa, me movieron a confeccionar este recorrido circular. Las referencias son buenas, y sus sugerencias son además atractivas.
No obstante, tengo mis dudas respecto al trayecto de hoy, porque una vez que entra “el calor”, las zonas descubiertas de esta sierra madrileña pueden llegar a resultar muy penosas, y voy a ir al sol durante gran parte del mismo. En fin, para algo valdrán el haber madrugado y el sombrero. Donde no haya sombra, yo ya la llevaré incorporada. Que no sea por falta de ánimo.

El hecho de que la mayor parte de este recorrido transcurra por zona nueva para mí le aporta un atractivo adicional. Recorre la sierra de los Porrones y vuelve al punto de partida por el ventisquero de la Condesa.
Salgo a las 8h 15m del aparcamiento de Quebrantaherraduras (1.084m) tomando un sendero, señalado con marcas de pintura blanca y amarilla, que se interna en el pinar ladera arriba. La suave subida y la buena senda permiten ir calentando lentamente con un trote cómodo y sostenido. Enseguida llego al collado del Terrizo (1.121m), cruzando la pista que lo atraviesa, sigo por el sendero que continúa de frente.  

Desde la senda que recorre el pie de la cuerda de los Porrones, entre cantuesos y roca, se ve abajo la Garganta de la Solana, y la Pedriza posterior.

El PR está muy bien señalizado, donde faltan las “rayitas” se encuentran mojones o puntos amarillos. Tras un tramo empinado de cortafuegos, atiendo a “la llamada de la sombra” y lo abandono, siempre siguiendo las marcas, para tomar una senda que emprende una subida en diagonal a través del pinar de la derecha.
Las altivas torres de la Pedriza se ofrecen a la vista
De nuevo trotecito sostenido a la sombra de los árboles; en un claro puedo divisar, en la vertiente de la Pedriza, su típica formación en “herradura”, y el hueco de la Solana de la Garganta, que a fe que hace honor a su nombre. Sigo por la senda, agradeciendo la sombra, hasta alcanzar el collado (1.646m) que se abre entre las Maliciosas y el Cuarto Porrón. Desde aquí doy por fin vista a la cara sureste de la Maliciosa.


Al fondo a la izquierda, en la lejanía, el Yelmo, más próximo, el 4º Porrón, mirando hacia atrás, por el camino hacia el collado de las Vacas. 

Ahora el terreno cambia, dejo atrás los árboles y entro en una zona pedregosa con matorrales de piorno. A partir de aquí el sol impone su ley y la pendiente se acentúa subiendo hacia la Maliciosa Baja. Sin llegar a alcanzar su cima, la senda se desvía a la izquierda para atravesar la ladera suroccidental del cerro, superando una zona de rocas “pedrizeras”, sin dificultad alguna. Alcanzo por fin el collado de las Vacas (1.907m).

Frente a mí, la Maliciosa. Con decisión y buen paso, asciendo bajo un sol de justicia por la pronunciada pendiente que claramente surca su lomo perfumado de piorno;  al pasar, echo una ojeada al empinado corredor S de esta montaña, y pienso que es una lástima que tal orientación, junto con la relativa baja cota (discurre entre los 1.700 y 2.000m) y su aislamiento, que no se presta a enlazar con otras bajadas, hagan que no constituya una opción atractiva para el esquí de travesía. Finalmente supero los 300m “guallardos” de cuesta y me planto en la cumbre.
La Maliciosa (2.227m) constituye un mirador de primer orden en sus 360º: Peñalara, Cabezas del Hierro, Pedriza, Madrid, todo está a la vista. Por mi mente  van pasando los “pateados” itinerarios realizados por estos parajes en cualquier época del año. Hacía mucho que no había vuelto a su cima. No se encuentra dentro del circuito habitual por el que me muevo, pero ha supuesto un reencuentro sumamente agradable y gratificante.
El manto verde y amarillo cubre esta vertiente NE de la Maliciosa.

Tras 20 minutos de solaz y abstracción entre recuerdos, me pongo de nuevo a la tarea y abandono la cumbre por el nítido camino pedregoso que baja hacia el Collado del Piornal (2.073m). Desde aquí, a trocha, desciendo hacia el ventisquero de la Condesa, por medio de ladera tapizada de piorno en flor; me cruzo con un zorro de color canela que, tan pronto como me ve hace un quiebro para esconderse. Se conoce que el bicho pequeño rehúye al más grande. Sabio y prudente proceder.
Ventisquero de la Condesa. Acompañando al Manzanares recién nacido.

Llego al nacimiento del rio Manzanares, cuyo curso sigo por bien marcado sendero entre vegetación de altura, saboreando un rápido descenso por medio de un hermoso y solitario paraje hasta entroncar, a la altura de 1.700m, con la pista que viene de la Charca Verde (Pedriza). Ciertamente que el ventisquero ha satisfecho todas las expectativas.
En la curva final de la pista, Berzosillo, buscaré la trocha para subir al sendero "natural".
Retorno a la “civilización” y a los “ciclistas”. Sigo la pista durante unos 4km, resultando la parte más monótona de la marcha de hoy, hasta la zona del Berzosillo (1.550m) donde, justo en la lazada final, detrás de una pequeña construcción, emprendo subida a la derecha por trocha que, tras unos 50m (algo incómodos por la falta de “trazas”), me lleva a enlazar con la senda que he seguido en subida esta mañana.
Las "torres", collados y contornos de la Pedriza acompañan durante el recorrido.

Sobre la naturaleza verde y oxigenada, se recortan las siluetas de las "torres" de Madrid.
Vuelvo al punto de partida por zona de sombra que agradezco mucho, completando un recorrido circular de 18km, con 1.250m de D+ acumulado, realizado en 4h 45m. La sudada ha sido de campeonato. Por la sierra madrileña: tesón, sudor y sed, el caminante se somete al sol.

sábado, 11 de junio de 2011

Peñalara (2.428m) Punto culminante de Guadarrama. Desde la Granja de San Ildefonso -11.06.2011

Peñalara es la montaña más alta de la sierra de Guadarrama y de las provincias de Madrid y Segovia, con una altitud de 2.428 metros sobre el nivel del mar. Es uno de los picos más emblemáticos e importantes de este sistema montañoso y su cima constituye el punto dominante del Parque Natural de Peñalara.
Gigante benevolente de la sierra que sintetiza las características de estas montañas: perfil redondeado, pendientes limitadas, acceso soleado desde un cómodo punto de partida en el caso de Cotos, o boscoso y sombreado recorrido desde La Granja, en cualquier caso nulas dificultades técnicas sin nieve, alguna más relevante con hielo en el paso Peñalara – Claveles. En suma, adecuado para un “fast trial running” desde Cotos, salvando 600m de desnivel, o “long trial running” desde la Granja, con 1.300m en este caso, si bien escasamente atractivo para esquí de travesía.

En esta ocasión voy a probar las zapatillas nuevas y a potenciar el fondo, de manera que opto por la novedad del recorrido largo, saliendo de La Granja de San Ildefonso (1.150m), por donde no he subido nunca, recorriendo la vertiente segoviana de Peñalara. Sé, por la literatura que me ha proporcionado mi amigo Luís, que hay muchas opciones de camino, y que todas llevan hacia Peñalara. Mi primer hito es el  Puerto de los Neveros, itinerario más directo para desde él acceder a la cima por la cresta de Claveles.

Inicio la marcha a las 8:30; el camino bordea la tapia izquierda del Palacio, y se muestra fresco y claro. En el mapa he señalado con trazos rojos el itinerario que “pensaba y debía haber seguido”, y con línea roja continua “el que realmente he acabado siguiendo”.

La senda por la que transito es evidente, pero hace un rato que me va pareciendo que deriva demasiado hacia la izquierda. Espero encontrar alguna lazada que vuelva hacia la derecha, pero no llega, persiste hacia la izquierda. Como voy rápido y el camino es bueno, pues sigo trotando.

Al rato llego a la Fuente del Infante. Consulto el mapa y me cercioro de que realmente “me he colado”. Estoy justo debajo del puerto del Reventón, este puerto se encuentra unos 4km a la izquierda del de los Neveros ¡Casi nada! Está visto que hoy no me llevo el premio de orientación en montaña.
Desde el puerto del Reventón se ve, a lo lejos, Peñalara
Desde el Reventón (2.050m), aprovechando que ya voy “animado”, comienzo mi particular “trial running” loma adelante, por medio de piornos y rocas, subiendo los montículos que voy encontrando, bajando a las hoyas subsiguientes, acumulando metros de D+ y kilómetros adicionales hasta alcanzar por fin el puerto de los Neveros (2.100m), para luego remontar por la cresta de Los Pájaros – Claveles (2.388m),  sorteando algunos pasos por roca granítica de poca dificultad; continúo por cresta plana hasta alcanzar el punto culminante de Peñalara (2.428m). En tiempo de invierno, el hielo y la nieve pueden complicar bastante estos tramos de cresta. La cosa se suele poner realmente “chunga” con la roca helada.
Vista de los Picos "Pájaros" y "Claveles", desde el puerto de los Neveros
En la cima, protegido del fuerte viento que la azota, tomo unas avellanas y un plátano mientras contemplo la hermosa cara N de las Cabezas del Hierro (qué bonito su corredor para esquiarlo) al tiempo que voy viendo pasar la cantidad de personas que suben desde Cotos.
Cara y tubo N de las Cabezas del Hierro
Algo aterido por el frio, compruebo mis zapatillas bajando por la loma divisoria, descendiendo sin dificultad hasta el puerto de Dos Hermanas – 2.284m, desde donde me lanzo “monte a través”  directo hacia abajo, buscando el inicio del barranco / arroyo de Las Quemadas. Quiero recuperar algo del tiempo perdido con el despiste.

Voy encontrando algún mojón aislado, el arroyo baja cristalino, el barranco se va haciendo cada vez más estrecho y empinado, los mojones ya hace rato que no se ven,  a ambos lados hay piornos y retamas intransitables, luego se les unen los pinos de altura, y yo sigo barranco abajo, tratando de no torcerme un tobillo en las resbaladizas orillas, comprobando lo bien que “se agarran” estas zapatillas nuevas en la MUY pendiente ladera cubierta de MUY húmeda hierba, a pocos palmos de las aguas del arroyo.  
El arroyo y su entorno se encuentran de lo más natural y poco visitado

Cuando por fin “pesco” parece que el agua fría me espabila y serena, porque al poco encuentro “finalmente” la salida hacia el bosque y abandono contento el arroyo. Si pensaba haber adelantado, quedó tan sólo en un pensamiento. Lo dicho, hoy además, me llevo también el premio al “buen ojo” en la montaña.


El resto está claro, tiro bosque abajo hasta encontrar la pista, la tomo y en 5km de carrera por asfalto (que sienta de maravilla como postre), me planto en el punto de partida de La Granja, completando un recorrido circular de unos 26km, habiendo salvado unos 1.350 de D+ y empleado un total de 6h 15m para la hazaña, volviéndome para casa cargadito de premios.