El bosque de Valsaín y sus
arroyos ofrecen un marco sumamente atractivo a la hora de trazar rutas por la
vertiente segoviana de la sierra de Guadarrama. Itinerarios discurriendo entre
los esbeltos y abigarrados pinos, escuchando el rumor del agua. Salvo en el
caso de los circuitos más habituales, en los otros el recogimiento y la soledad
están casi garantizados.
La circular de hoy se corresponde
con un “paseo mañanero” (13km de longitud y un desnivel total en ascenso de
casi 700m de D+) con origen y fin en el Puente de la Cantina (1.340m). Ascenso
por el camino de la Sotela hasta el Puerto de Navacerrada (1.858m), estribación
de los Cogorros adelante, deteniéndonos en sus Miradores y oteros (1.890m /
1.875m), descenso hasta la Pradera de la Machorra y los últimos kilómetros junto al
arroyo del Telégrafo.
Sin madrugar en exceso, porque el
recorrido es relativamente corto, iniciamos la marcha junto a la fuente de la Canaleja, en el Puente de la
Cantina, y directamente pasamos el torno para tomar un estrecho sendero,
aguas arriba, que va pegado al Arroyo
del Puerto del Paular, desestimando el más evidente y transitado que sube
manteniéndose alejado del cauce.
Atrás queda el puente mientras
comenzamos a caminar junto a las aguas.
La contemplación de la vegetación, del arroyo y sus
cascadas transmiten una paz y sosiego que nos acompañará durante todo la
circular de hoy.
En el Puente de las Pintadas abandonamos la senda que asciende hacia
el Camino Viejo del Paular, cruzamos el arroyo del Puerto del Paular y nos
encaminamos por una pista amplia directamente hacia el Sur, en dirección al
Puerto de Navacerrada.
A la izquierda se ven las alturas todavía parcialmente
nevadas de la Bola del Mundo.
La pista se acaba en un pequeño claro
del bosque utilizado de cargadero, lugar donde se transforma en un sendero que
asciende junto al arroyo de las Pintadas.
Arroyo de las Pintadas |
Iniciamos la fuerte subida por el camino de la Sotela, cuya
pronunciada pendiente no disminuye hasta llegar al mismo Puerto de Navacerrada.
Cuando el silencio del bosque da paso al ruido que producen los coches, y en
especial las motos, en su transitar por la carretera que cruza el alto,
entendemos que estamos alcanzando el Puerto de Navacerrada.
Llegados al Puerto cruzamos la
carretera, pasamos junto a la Residencia del Ejército del Aire y nos
encaminamos hacia los Miradores de los
Cogorros. Recorremos pausadamente la
senda que, en orientación N – S, discurre por el lomo de la estribación dando
vista a las caras Norte de la Sierra de Guadarrama, asomándonos a los miradores de Gallarza y de las Maravillas, respectivamente..
Siete Picos |
Alto de Guarramillas o Bola del Mundo |
Mirador Gallarza |
Es ésta la parte más
elevada del recorrido de hoy. Nos
detenemos en el último de ellos (el de las Maravillas) para comer algo.
Mirador de las Maravillas |
Finalmente reemprendemos la
marcha e iniciamos el descenso siguiendo la buena senda que enseguida inicia
una pronunciada bajada. El bosque resulta de nuevo silencioso y acogedor. La
fuerte pendiente y que el suelo está cubierto por una alfombra de hojas de pino
hacen que bajemos con atención para evitar patinazos.
A la altura de los 1.650m dejamos
la clara senda que sigue en franco descenso y, en su lugar, tomamos una trocha
hacia la izquierda (W) que se encamina directamente hacia la Pradera de la Machorra (1.618m).
Pradera de la Machorra |
Amplio y llano lugar inadvertido incluso
desde la proximidad que, ajeno a su rotundo nombre, supone un remanso de
placidez que atrapa y del que nos resistimos a marchar.
Tras detenida contemplación
continuamos por una senda que, desde la parte SW del claro, se dirige primero
al SW e inmediatamente después hacia el S, hasta entroncar con una pista de
tierra a la altura de 1.530m, que cruzamos, para tomar un estrecho sendero al
otro lado que se encamina hacia el N en busca del cauce del Arroyo del Telégrafo.
Arroyo del Telégrafo |
Junto a dicho arroyo seguimos marchando,
más o menos próximos pero siempre a la vista, hasta entroncar finalmente con el
asfaltado GR 10.1 por el que recorremos el último kilómetro que nos lleva de
vuelta al Puente de la Cantina.
Sosegada circular a lo largo de
la cual tan sólo en el Puerto de Navacerrada nos cruzamos con otras personas, en
todo momento envueltos en el particular aroma del Pinar de Valsaín, caminando
entre sus altos e inconfundibles pinos, junto a los abundantes cursos de agua
que surcan en primavera las laderas Norte de la Sierra, eligiendo, con algún
que otro titubeo, entre las numerosas sendas, pistas y trochas que surcan el
bosque.
Hola Carmar.
ResponderEliminarBonito paseo mañanero, que seguro no esta al alcance de cualquiera, por los pinares de Valsain, que siempre que los veo, me recuerdan mucho a los pinares de tierras sorianas, especialmente por lo esbeltos que son.
Salud y montaña!
El bosque en general, y el de Valsaín en particular, es lugar de vida y recogimiento. La esbeltez de sus pinos caracterizan a Valsaín; su entorno genera una permanente atracción sobre mí.
EliminarSalud y Montaña.
Preciosa ruta Carmar por el posiblemente mejor bosque de pino silvestre de esta sierra. Solo un apunte (sin querer ser pretencioso): entiendo que cuando dices Arroyo de Guarramillas, en realidad te refieres al de las Pintadas, ya que el primero nace en la estación de Valdesquí y ne me cuadra dentero del recorrido realizado. Un abrazo
ResponderEliminarComo bien has observado, se trata del arroyo de las Pintadas. Un plano errado que consulté me llevó al error que ya está subsanado. Gracias por el apunte, pues lo que se escribe debe ser correcto.
EliminarLa ruta resulta preciosa y el bosque de pinos permite llenarse de sosiego y paz.
Un abrazo, Rafa.
¡Que chulada de sitio! así sí que se da uno buenos paseos mañaneros oyes.
ResponderEliminarSalud!
No teniendo el Pirineo tan a mano como tú los bosques de Guadarrama son una opción extraordinaria.
EliminarSalud y Montaña
Bueno, los pinos de mi pueblo (carrascos de crecimiento muy vertical) no son tan altivos como estos pero, envuelven también al paseante con su atractivo especial. Por cierto, como bien haces Carlos en avisar (quien avisa no es traidor) como se dice por mi tierra, las hojas de los pinos secas invitan a resbalones. En los pinares por los que transito, es habitual que algún guarrazo me dé, lo peor de todo es que es inevitable. Es lo que tienen las cónicas acículas de los pinos.
ResponderEliminarDesde luego, es impresionante el porte de estos altivos pinos silvestres de la sierra.
Un abrazo
Conviene tener cuidado cuando se pisa la alfombra de hojas que cubren las trochas y sendas; no sólo porque rueden o deslicen, sino por los posibles huecos que puedan estar ocultos bajo ellas.
EliminarUn abrazo, Javier, y ya te comentaré más adelante los zorros que he visto.
¿Habrá buenas foticos...?
EliminarLas hay, las hay. Lo que ocurre es que aún tardaré un par o tres de semanas, como poco, en componer la entrada.
EliminarSi el ansia no te deja esperar, envíame tu correo a través del "formulario de contacto", y te mando un anticipo.
Un abrazo.
"La contemplación de la vegetación, del arroyo y sus cascadas transmiten una paz y sosiego que nos acompañará durante todo la circular de hoy" e me acompanhou durtoda ante a leitura silenciosa e atenta da sua tão deliciosa e bela rota apresentada para nós com tamanha simpatia...
ResponderEliminarUm beijo e mais uma vez obrigada pelo passeio à distância
*durante toda (durtoda ante)
EliminarMe alegro una vez más de poder transmitir las sensaciones a quien lee estas entradas, compartirlas es una satisfacción adicional.
EliminarUn abrazo.