miércoles, 9 de agosto de 2017

Calderas del río Cambrones - Cascadas Chorro Chico y Chorro Grande. Circular por zonas poco frecuentadas.


Calderas del río Cambrones
El río Cambrones nace en la vertiente segoviana del Puerto de Malagosto, lugar de paso, áspero y desabrigado, para los que desean atajar en el camino entre Segovia y Rascafría.

El río comienza su discurrir orientándose al Oeste hasta llegar al pie del Cerro de Valmesado, punto en el que cambia su dirección enfilándose al Sur en forma de pequeños saltos o escalones sucesivos para, seguidamente y casi a mitad de su recorrido total, embarrancarse entre paredes graníticas creando un abundante número de pozas o calderas que invitan al baño, conformando un refrescante y estrecho entorno de agua y arbolado enclavado entre laderas empinadas y desnudas.

La circular de hoy parte de la Granja de San Ildefonso, se encamina por dehesa y robledal hacia las Calderas, las recorre aguas arriba junto al cauce hasta salir del barranco y alcanza la zona de sucesivos escalones para, desde ese punto, a la altitud de 1.300m, abandonar el curso del río por “empinada ladera a través” en pos de una pista superior que, a los 1.450m de altitud, discurre paralela al perfil de la cresta divisoria entre Segovia y Madrid. Una vez alcanzada sólo queda recorrer su zigzagueante trazado de vuelta hacia la Granja, cruzando la parte inferior de los Arroyos de Chorro Chico y Chorro Grande, respectivamente. En total una circular de unos 16km de longitud, salvando un desnivel total en ascenso de algo más de 500m de D+.

El gran calor de mediados de verano en la meseta segoviana propicia el buscar recorridos con agua y sombra, procurando madrugar para evitar el descubierto a las horas centrales del día.

Son las 8:30h cuando inicio el itinerario junto a la Plaza de Toros de la Granja en dirección a la Fábrica de Vidrio. Los primeros kilómetros hasta llegar al barranco del río Cambrones discurren por buena pista y sendero a la fresca sombra de los robles, permitiendo un trote sostenido con el que cunde la marcha.

Al poco se llega a un puente sobre el río Cambrones, que presenta un caudal bajo en esta época, pero suficiente para apreciar la belleza de las Calderas y adecuado para recorrerlas aguas arriba lo más próximo al cauce que sea posible.

A partir de ahora sigo una trocha bastante bien definida que al principio se aparta del río para después internarse decididamente en la garganta de granito por la que fluye, cuyo trazado se distingue por la “cinta verde” del bosque de ribera crecido junto al agua y que desaparece a los pocos metros de ella.

 
El arbolado señala dónde está el río
Finalmente la senda conduce al mismo cauce. Una pequeña fuente permite aprovisionarse de agua antes de seguir (fuente de Malpaso).

Comienza el recorrido junto al río Cambrones
Aparecen las primeras Calderas y se cruza el río que, a partir de este momento, se remonta por su orilla izquierda orográfica (derecha en el sentido de la marcha).

Sucesivamente, y durante un par de kilómetros, voy pasando junto a las numerosas pozas, unas más accesibles que otras, todas ellas excavadas en el sólido granito de la zona.

 
La roca junto al agua está bastante pulida por lo que conviene andarse con cuidado para evitar un baño imprevisto. No obstante, con precaución todo va bajo control y el recorrido es muy agradable.

El barranco comienza a abrirse y da paso a la zona en la que el río discurre en forma de sucesivos saltos y escalones.
 
 
 
 
 
El arbolado permanece estrictamente circunscrito al entorno del agua; unos metros por encima: altas hierbas, roca y algún buitre a la espera de que las térmicas le sean propicias para levantar el vuelo.

Dejo la proximidad del agua y, ladera arriba, con la inestimable ayuda de los bastones, subo por la incómoda pendiente cubierta de alta y resbaladiza hierba (los espartales), en pos de la pista que sé que está unos metros por encima de la linde de pinos hacia los que me dirijo.

Ladera arriba, dejando abajo el cauce del río
Al fondo, la Granja
Una vez en la pista la tomo hacia la derecha (al Sur); a partir de aquí el resto es llanear o ligero descenso, con alguna que otra cuesta arriba no muy larga, intercalada, hasta llegar al Chorro Grande, en total unos 5.5km.

Al trote y a la sombra recorro su sinuoso y agradable trazado, flanqueado por los altos pinos, dando vista a las Peñas Buitreras.
 
Peñas Buitreras
Recorridos los cuatro primeros kilómetros alcanzo el mirador de la cascada del arroyo del Chorro Chico y un kilómetro y medio más allá el del arroyo del Chorro Grande. Aun a pesar del poco caudal resulta atractivo ver los hilos de agua deslizándose por las corazas graníticas, e imaginar cómo será cuando el agua fluya tempestuosamente.

Mirador cascada Chorro Chico
Tramo de pista entre los dos Chorros
Mirador de la cascada del Chorro Grande
Dejando atrás el Chorro Grande, a unos dos kilómetros y medio del final, enseguida se abandona la pista en un claro, tomando una senda que sale a su derecha y que se interna en un robledal a través del cual se cierra el circuito tras atravesar la urbanización Caserío de Urgel.

Detalles que quedan prendidos en la memoria
Original recorrido mañanero, siguiendo el buen track de los K2delasKumbres, corredero en su mayor parte (75%), que permite visitar las originales Calderas del río Cambrones y deambular por unos pinares muy poco frecuentados, viendo de lejos las atractivas cascadas de los arroyos del Chorro Chico y Chorro Grande, respectivamente.
Ver aquí el recorrido completo de las Cascadas de los Chorros Grande y Chico

6 comentarios:

  1. Hola Carmar.

    Veo que tanto te gusto la zona, que has vuelto para ver los chorros desde otra perspectiva, ahora solo falta, darle otra vuelta más y disfrutar de ellos cuando el agua fluya tempestuosamente.

    Un saludo.

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    1. Estos son los recónditos enclaves con los que Guadarrama compensa a los buscadores de lo inédito.

      Los Chorros habrá que verlos, primero con hielo y nieve; después, durante el deshielo.

      Un saludo,

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  2. Nada mejor para estas fechas que elegir un recorrido con agua, aunque sólo sea para escuchar su rumor durante el viaje.
    Precioso recorrido y, nada mejor que un lugar poco transitado, sobre todo, para los que necesitamos soledad de humanos.
    Un abrazo.

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    1. Es confortante y bienhechora la soledad buscada, lejos de la humana algarabía que habitualmente nos envuelve y en no pocas ocasiones sofoca.

      Un abrazo.

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  3. Hola Carmar¡

    Otro sitio totalmente desconocido para mí. Cuantos lugares aún quedan por recorrer¡¡

    Gracias por compartirlos.

    Salud¡

    Fer

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    1. Compartiendo nuestras rutas y hallazgos no sólo los rememoramos con gusto, sino que también podemos conectar con otros "semejantes" que a su vez hacen lo propio.

      Salud y Montaña, Fer.

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