miércoles, 4 de enero de 2017

Vuelta al Salto de Roldán con ascenso a las Peñas de Amán y de San Miguel.


Peñas de San Miguel (izq.) y de Amán (dcha.)
El llamado «Salto de Roldán» es una formación rocosa en el extremo Oeste del Parque Nacional de la Sierra y Cañones de Guara. Está formado por dos inmensas moles pétreas que avanzan como proas sobre la Hoya de Huesca. Se trata de la peña San Miguel (izquierda), de 1.126 m, y la peña Amán (derecha), de 1.121 m, entre las que discurre encajonado el río Flumen.

Y va de leyendas la cosa:  …. cuando el portentoso Roldán, al mando de la retaguardia del ejército carolingio, se retiraba hacia Francia, hostigado desde el sur, fue rodeado en la peña Amán. Roldán, para liberarse de sus perseguidores, espoleó a su caballo que, de un salto, alcanzó la peña de enfrente, sorteando el abismo, dejando marcadas sus huellas en la propia roca.

Posteriormente, y parece que el súper hombre además del hostigamiento también llevaba una potente y afilada espada, para escapar del todo y  ponerse a salvo, hubo de dar un tajo en la cordillera pirenaica pasando “a casa”  por la recién abierta Brecha de Rolando.

La atracción meramente natural que estos mallos producen cuando se ven de lejos, junto con las espectaculares perspectivas que ofrecen desde cualquier punto de vista, nos han inducido a Eduardo, José Ángel y a mí a conocerlos de cerca, a ascenderlos y a circunvalarlos en el día de hoy, aprovechando la reciente apertura de la senda que, por el Norte, cruza el Flumen y permite realizar una gran circular al Salto de Roldán, cuyo track está perfectamente trazado por Javier Sanagustín y que podéis encontrar aquí, con la salvedad de que nosotros sí ascendimos a ambas Peñas.

La niebla y cencellada, que manteniendo los -5ºC congelan todo y que cubren de blanco manto la Hoya de Huesca, quedan atrás y salimos al luminoso sol en la pequeña zona de aparcamiento de San Martín de la Bal d’Onsera, a 725m de altura, que hay justo tras pasar la localidad de San Julián de Banzo, lugar donde iniciamos la circular.

Cencellada
Para abrir boca, los 500m de desnivel de la Peña de Amán reproduciendo el itinerario seguido por Roldán y sus perseguidores, solo que a pie y sin caballos.

Son las 10 de la mañana cuando iniciamos la marcha por el camino descendente hasta alcanzar el barranco de la Bal d’Onsera, cuyo cauce seco atravesamos para comenzar el suave ascenso en la otra orilla.

Aprisco con roca característica junto al cauce del barranco de la Bal d'Onsera
El sendero discurre en descubierta por entre vegetación baja de aliagas, enebros, erizones y carrascas que, en forma abigarrada, lo cubren absolutamente todo de, en la distancia, un “suave” paño verde que, en la proximidad, salvo por donde discurre el trazado de la senda, está hecho a prueba de osados aventureros que quieran adentrarse en él ¡Pobre de quien lo intente!

La Hoya de Huesca
La senda de aproximación al Collado Frontón de Buesa (967m; al pie de la Peña de Amán) permite observar la Peña y la belleza de la Hoya de Huesca.

Peña de Amán. A su dch. el Collado Frontón de Buesa 
Una vez en el collado abandonamos momentáneamente la circular para ascender a la Peña de Amán. Unas clavijas bien puestas aunque algo separadas entre sí (los menos altos habrán de estirarse) dan acceso a la alargada cima de la Peña. 

Accediendo a las clavijas de la Peña
 
Aquí el día es espléndido, mientras la niebla no acaba de disiparse del llano. Enfrente, la aplanada cima de la Peña de San Miguel. Entre ambas, unos cuatrocientos metros más abajo, el cañón del río Flumen al que hemos de descender y ¿cruzar o vadear? Bueno esto lo descubriremos más tarde, de momento saboreamos el paisaje.


Peña de San Miguel (izq) y Pico del Fraile (dch), desde la cima de la de Amán.
Desde la Peña de Amán, al fondo los acantilados de Cienfuens.
Nos ponemos en pie y emprendemos el descenso. De nuevo las clavijas, especialmente bajando, se nos antojan “algo” separadas. Enseguida estamos de vuelta en el collado y emprendemos la parte de la senda recién abierta que nos ha de llevar hasta el cauce del Flumen.

El perfecto estado de la misma nos permite descenderla al trote, deteniéndonos a cada poco para observar / admirar el panorama escasamente conocido del entorno Norte de las Peñas.

Cara Norte del Salto de Roldán: izq. P. Amán, después P. Fraile y a su dch. P. San Miguel
Doscientos metros más abajo alcanzamos el cauce del río Flumen. Un paraje al cual el sol toca durante poco rato en invierno, de tan encajonado como está.

La centellada embellece aún más el entorno. El frío es intenso, volvemos a estar por debajo de 0ºC.

 
 
Y llegamos al “tronco” colocado para cruzar el río. Dos conclusiones inmediatas sacamos tras mirarlo: a) está cubierto de una pátina helada de escarcha, y b) no llega de lado a lado, pues el río, crecido, además de por debajo de él también lo sortea por la derecha y por la izquierda ¡Hay que centrarse pues en la faena!

¡Pues vaya lo que tenemos por delante!
En fin, con decisión, precaución y entereza, cruzamos / vadeamos el Flumen: los tres pasando sobre el tronco y cada cual a su manera para los tramos “a pelo”.

El caso es que si frío estaba el ambiente en la soleada margen izquierda, tras el cruce, la sombreada margen derecha se nos antoja gélida.
 
¡Ya hemos cruzado el río!
Así que la subida en pos del sol hasta el Collado de San Miguel la hacemos a todo lo que podemos, para entrar en calor.

 
Peña de Amán (izq) y Pico del Fraile (dch).
A la Peña de San Miguel se accede por un sistema de cadenas, grapas, escaleras y sirgas que sobre-aseguran cada tramo.

 
En la cima de la misma aprovechamos para entrar en calor, mientras contemplamos la Peña de Amán, donde estábamos hace un rato, y los buitres asoleándose también sobre el inaccesible Pico del Fraile.

Desde la Peña de San Miguel. A la izq. el Pico del Fraile; enfrente la Peña de Amán. Al fondo el Picón del Mediodía
Buitres al sol sobre el Pico del Fraile. Abajo se distingue la senda recién abierta para descender al Flumen
Pero aunque la casi totalidad del ascenso está ya realizada, todavía nos queda una gran parte de la circular, la que discurre por la cara Sur de las Peñas y que, pasando por el pueblo abandonado de Lienas, nos ha de llevar de vuelta al coche. De manera que hacemos una visita rápida a los restos de un torreón defensivo (Castillo de Sen), de un gran aljibe y de la ermita de San Miguel (s. XII), que hay en la cumbre y a descender que aún nos quedan unos cuantos kilómetros.

Restos de Torreón y Ermita sobre la cima de la Peña de San Miguel. Al fondo, la Peña de Gratal
Aljibe en la P. San Miguel. Detrás la P. Amán y en el fondo el Picón del Mediodía
Ésta es la segunda parte de la senda recién abierta, que a medida que se aleja de la Peña de San Miguel permite contemplarla en toda su magnitud, tanto a ella como a la de Amán y al cañón del Flumen.

De izq. a dch.: P. San Miguel, P. Fraile, cañón del Flumen, P. Amán
¡Y qué ricamente que se está al sol!
El camino toma la dirección Sureste, hacia Lienas, y también hacia la niebla que nos espera y que vuelve a hacerse presente.


El intenso frío que impera dentro de la neblina nos obliga a abrigarnos con toda la ropa que llevamos. Aún sin detenernos, hace mella.

Alcanzamos el pueblo abandonado de Lienas, cuya sensación de soledad se acentúa en estas condiciones.


Pueblo abandonado de Lienas
Tras ello nos encaminamos al cauce del Flumen, que esta vez sí tiene un puente para cruzarlo, y continuamos por antiguos campos de labor en los que todavía quedan olvidados olivos.


Por senda neblinosa, alfombrada de hojas de roble, completamos los 20 kilómetros del itinerario habiendo salvado un desnivel de 1.185 metros de D+ lo que, junto con el frío intenso y la niebla durante los últimos 6 kilómetros, hace que, llegados de vuelta al aparcamiento, permanezcamos el tiempo imprescindible para realizar estiramientos y reponer algo de energía y, cuanto antes, emprender el viaje de retorno al calor de la calefacción del coche, tras haber realizado una circular que llevábamos en mente hace tiempo y que ahí estaba, a la espera de que hubiera una senda que la facilitase, como es el caso, permitiéndonos deambular por los desconocidos y bellos parajes en torno al Salto de Roldán.

 

12 comentarios:

  1. Muy buena ruta. Gracias por indicar el nombre del castillo que se habia quedado pendiente.

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    1. Circular extensa y muy completa. Puntos de especial atención también hubo.
      Salud y Montaña, J. Ángel.

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  2. ¡¡¡Me encantaaaa!!! Ya había oído por ahí alguna "campanada" sobre esa senda nueva... tomo buena nota y ahora que ha mejorado el tiempo igual cae... pero andando, claro.

    Salud!

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    1. Te gustará mucho. Ahora que, atención al "tronco" para cruzar el Flumen si baja buen caudal y/o está helado. Es un punto de especial atención, aunque siempre está el recurso del vadeo :-).
      Salud y Montaña, Pirene.

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  3. Hola Carmar.

    Lo primero, es agradecer a las brigadas del parque, la buena labor de limpieza, que están llevando en los últimos años, en esta zona.

    En cuanto a la circular, sin duda, una bonita vuelta, que nos permitió disfrutar, de una perspectiva diferente a la habitual, de las dos peñas, que forman el Salto de Roldán.

    Salud y Montaña.


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    1. Esas labores que mencionas, Eduardo, nos permiten a más de uno saborear las bellezas recónditas del Parque. Así que agradecidos y que se amplíen en lo posible.
      Otra similar tenemos en perspectiva, de la que cuando toque daremos cuenta.
      Hasta entonces, mucha Salud y Montaña, compañero.

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  4. ´(: nәɯ 'ozɐɹqɐ un
    oɯlᴉnbsә ʎ pɐʇɹәqᴉl 'pnlɐs

    ´((: oɾɐqɐ ɐzәqɐɔ ;sɐᴉp sol ʎ odɯәᴉʇ lә opuɐɹndɐ 'opɐsɐd oṵɐ lәp oᴉɹɐpuәlɐɔ lәp opuoɟ lә uә unɐ oɹʇuәnɔuә әɯ әnb sә ʎ

    ···sɐᴉp sop ɐɹɐd oṵɐ lә ɹɐzuәɯoɔ ʎ sɐpodᴉʇuɐ sɐl әp osәɹƃәɹ әp ɐɹoɥ sә 'osә sәnd

    soṵɐ oɹʇɐnɔ o sәɹʇ soun ɐɹɐɥ soɯɐlqɐɥ ɐl 'ɐɔɹәᴉqnq ɹod ɐun әʇuәᴉpuәd soɯәuәʇ әnb sәqɐs

    ¿uәᴉnb 'ɐɹәᴉpnd uәᴉnb?
    ···uoᴉsɐɔo ɐl opuɐɥɔәʌoɹdɐ uɐuәll әʇ әnb soᴉɹәʇsᴉɯ ʎ soʇɐɹʇsә 'oʇᴉɯ lә әɹʇuә әʇuәɯɐʌәnu sɐpuɐ ʎ

    ···osәɹƃәɹ әp uәᴉq sɐɯ ou ᴉs 'әʇuɐlәpɐ ɐᴉɔɐɥ әnɟ ou olos ou әnb әsә әp әnbɹod oɹәpɐpɹәʌ lә (ɐqɐɔoʇ әɯ opuɐnɔ opᴉɯɹop oᴉpәɯ ᴉәl ol әnbɹod zәʌ lɐʇ) ɹәpuәʇuә ɐ әnƃәll ɐɔunu ʎ әʇuɐlәpɐ ɐᴉɔɐɥ sә әɹdɯәᴉs oʇlɐs ɹәᴉnblɐnɔ

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    1. Si de leyenda parece la pirueta de Roldán y su caballo para saltar de Amán a San Miguel, no es menor la contorsión que se mantiene leyendo tu comentario, dilecto amigo, que aun de cabeza y al revés se entiende bien y se agradece en lo que vale. En verdad que no podía tener mejor refrendo la hazaña de Roldán.
      Salud y Montaña, amigo Deicar.

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  5. Aprecio bastante os passeios que você faz e sua forma peculiar de compartilhar vivências... me encanta o seu espírito aventureiro, sua energia para subir montanhas tão distantes, escalar pedras de perspectivas tão magníficas (confesso que escalar não é o meu forte, prefiro as caminhadas...)! Que rota maravilhosa!!! Pisar em folhas caídas do outono é a melhor das sensações...
    Um beijo, saúde e montanha

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    1. El frío nos hizo sentir su fuerza durante la última parte del recorrido en la niebla. Es una ruta muy variada y montaraz.
      Gracias por tu comentario, Teca. Salud y Montaña.

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  6. Cuantas veces he venido a este lugar y, desde lo alto, me he quedado tumbado boca arriba mirando a los leonados y algún quebrantahuesos pasar por allí. Está claro que, con una temperatura mejor que la que habéis sufrido. Este lugar tiene su encanto durante cualquier estación del año.
    Preciosas vistas.

    Un abrazo

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    1. Bien has dicho, que sí sufrimos la baja temperatura, especialmente mientras entonábamos los pies tras vadear el Flumen, que la helada era mediana. Pero el encanto del lugar, y el no parar quietos, compensaron cualquier escalofrío.
      Un abrazo.

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