Los Mallos de Riglos |
Circunvalar los
Mallos de Riglos, observar sus verticalidades, extender el recorrido lo más
posible para contemplarlos todos y desde todos los costados; éste es mi
objetivo cuando inicio la marcha en una mañana de nubes en retirada, empujadas
por el fuerte viento del Oeste, tras haber dejado el coche en uno de los
aparcamientos del pueblo de Riglos.
Comienzo
callejeando en busca del inicio del camino natural de la Hoya de Huesca,
coincidente con el GR1, en dirección a Linás de Marcuello.
Saliendo del pueblo de Riglos |
Al trote sostenido
en sentido Sur – Norte, y protegido del aire persistente, dejo de lado un
desvío a la izquierda con indicación de Camino del Cielo y del Solano. Por ahí
descenderé al final, pero de momento voy hacia el barranco de la Mota,
siguiendo el camino natural de la Hoya,
En el camino natural de la Hoya de Huesca |
El mallo d'Os Fils y el Mirador de los Buitres |
Al principio con poca pendiente a lo
largo de la base de los “mallos pequeños”: el Colorado, el Chinchín, etc.; “los
grandes” los veré de cerca a la vuelta.
Los mallos pequeños |
La buena pista que
voy siguiendo apunta decididamente hacia la entrada del barranco, que se abre
entre la Pared de los Buitres (izq) y los mallos d’Os Fils (dch).
A la izq. la Pared de los Buitres, a la dcha. el mallo d'Os Fils, al fondo el barranco de la Mota |
Algo más adelante dejo
a mi derecha la senda que va hacia la ferrata de Cubilillo y continúo hasta
encontrar la cercana fuente de los Clérigos.
A partir de este
punto me pongo en modo de ascenso por el pedregoso sendero que, encajonado entre
paredes verticales, discurre por el barranco.
Ascendiendo por el barranco de la Mota, al pie del mallo d'Os Fils |
Los panoramas son
“de postal”.
Mallos pequeños, a lo lejos, y Pared de los Buitres, en primer término |
Voy ascendiendo el
circo, que se abre paulatinamente, hasta entroncar con una pista en la parte
superior, en la collada de San Román.
Llegando a la collada de San Román |
A la derecha continúa hacia el Mirador de
los Buitres, de frente hacia la Foz de Escalete, y a la izquierda hacia Riglos
por el camino de las Árticas y de Solano, que es adonde me dirijo.
Continúo hacia
arriba y al poco encuentro hacia la izquierda
el comienzo del Camino del Solano por el que inicio el retorno a Riglos,
abandonando la pista que, por las Árticas, también vuelve al pueblo, porque he
venido buscando los panoramas verticales.
Inicio del Camino del Solano |
El Camino del
Solano, estrecho pero bien definido y sencillo de seguir, circunvala en altura
los paredones de los Buitres, a cuyo pie he pasado hace no tanto, manteniendo
una altitud en torno a los 1.100m.
Las vistas hacia
los Mallos d’Os Fils y hacia el interior del barranco de la Mota son de lo
mejor.
Torre de Sarsamarcuello (izq) y Mirador de los Buitres (enfrente) |
Entre la estrechez
del camino, los panoramas, el patio y las fotos, vale más ir atento, porque un
tropiezo aquí sería de lo más inconveniente.
A pesar del nombre:
“Solano”, hay frecuentes tramos sombreados por encinas y carrascas.
Los mojones se
localizan bien, tan sólo en un punto, al llegar a una pedrera, hay que buscar
con atención, pues aquí el sendero desciende ligeramente.
Los mallos pequeños
lo parecen más desde esta altura.
Los mallos pequeños |
Desde lo alto del Camino del Solano se ve el barranco de la Mota, por el que he ascendido. |
Al frente, en
sentido de la marcha, se ve ya el collado Ventuso, en la continuación de la
parte Norte de “la Visera”, gran mole de conglomerado sobre el pueblo de
Riglos.
Para alcanzar el
collado no hay senda a media altura ni “cantillano”, en su lugar el Camino del
Solano inicia franca bajada hasta entroncar, abruptamente, con el Camino del
Cielo, junto a un poste indicador.
Hacia la izquierda
retornaría a Riglos, hacia la derecha continúo hacia el Cielo. Si hasta ahora
ha sido un recorrido en solitario por las alturas poco frecuentadas de los
mallos, a partir de aquí está bastante concurrido.
El primer tramo
permite contemplar la parte “de atrás” del mallo Colorado y el paredón de la
Visera.
Mallo Colorado (izq) y Visera (dcha) |
Tras un suave
ascenso alcanzo el Collado Ventuso. El fuerte viento del Oeste me da de pleno.
Mirada atrás desde el collado Ventuso: en el centro el mallo Colorado, a la dcha. la Visera |
Buen panorama desde
el mirador, y apacible la cabaña de la Roseta, en las proximidades.
Desde el mirador, a la izq. el mallo Pisón, a la dcha. el Fire |
Cabaña de la Roseta, en el collado Ventuso |
Ahora el Camino del
Cielo inicia un descenso brusco y pronunciado hacia el “vallecito” que forman
entre sí las paredes de los mallos Pisón (a mi izq) y del Fire (a mi dcha).
Vallecito empinado entre los mallos Pirón y Fire |
Aún hay unos pocos
metros más de sombra entre las encinas y enseguida a bajar por sendero /
torrentera que hace penar a más de una de las personas, poco habituadas, que se
han animado a “ir hacia el cielo”.
La senda alcanza un
rellano, el collado del Fire, con indicaciones hacia la Foz de Escalete y hacia
Riglos.
Por fuerte
pendiente y con algo de piedra suelta me voy acercando a la base del mallo
Pisón, junto a cuyas paredes la sombra todavía refresca.
Llegado al pie del
mallo compruebo que llevo recorridos 9.7km y hecho un desnivel de poco más de
600m de D+, así que, como se me hace poco, decido complementarlo realizando
“completo” el Camino del Cielo, solo que ahora en el sentido horario.
De manera que,
después de tomar una barrita energética, emprendo el ascenso del “vallecito”
entre los mallos, empleando a fondo los bastones, pues la pendiente es
considerable, saludando al cruzarme con las personas que había adelantado
durante la bajada y que me observan extrañadas.
Constato la
perogrullada de que “no es lo mismo subir que bajar”, y me veo obligado a
reducir el ritmo, moderar los resoplidos y recuperar el resuello para poder
alcanzar de nuevo el Collado Ventuso donde, ahora sí, paro un momento para
tomar un plátano antes de continuar.
El color de los
mallos es cambiante en función de la hora del día.
Tras el collado
comienza la parte suave y descendente del camino, cosa que agradezco.
Paso junto al
entronque con el Camino del Solano y continúo en clara bajada hacia Riglos, con
el mallo Colorada a mi izquierda,
El mallo Colorado, el primero por la izq. |
Por fácil senda que acaba desembocando en el
camino natural de la Hoya de Huesca, por el que inicié la marcha esta mañana,
junto a un poste indicador.
Retorno a Riglos tras
haber realizado un recorrido de 13.8km de longitud, habiendo salvado un
desnivel de 980m de D+, por los hermosos Caminos que circunvalan los mallos de
Riglos.
Dibujo del Camino del Cielo en el panel informativo del aparcamiento de Riglos |
¡Ay los Mallos! Cuanto tiempo en el punto de mira; espero que este año sea el definitivo de ir a conocerlos, ¿otoño es buena época? Veo por las fotos que hay un sendero por el vallecillo entre el Mallo Pisón y el Fire, aunque imagino que la cuesta se las trae. Ya te pediré consejo cuando me acerque. Enhorabuena por la ruta y gracias por seguir ofreciéndonos esos bellos paisajes aragoneses. Un abrazo Carmar.
ResponderEliminarOtoño mejor que verano, aunque peor que primavera. En otoño hay que contemplar el color con el que el sol poniente tiñe los mallos. Rojo que te quiero rojo.
EliminarEncantado de aconsejarte en lo que necesites. De momento, el senderito por el vallecito entre Pisón y Fire, mejor en bajada. Si haces el Camino del Cielo en sentido anti-horario lo pillarás bajando. En cualquier caso no son más de 300m de D+, así que se hacen bien. Un abrazo, Rafa.
Hola Carmar.
ResponderEliminarCon tanta vuelta a los Mallos, ahora ya poco te queda por ver. Una opción para haber completado una vuelta circular más larga, hubiese sido, tomar el sendero que nace desde el collado Ventuso, y que sube paralelo a la caseta Roseta, y que sube a la Collada Espinabla, desde allí se desciende dirección Escalete, hasta un cruce, y se toma un sendero que es el que se ve en el vallecito que va entre los Mallos Pisón y Fire.
Un saludo
La opción que mencionas "hubiese" sido, así que la apunto para que "sea" en la próxima.
EliminarSalud y Montaña, compañero.
Una de las maravillas del mundo, indiscutiblemente. Me apasionan estas paredes y este paisaje de formas tan definidas con un color tan particular. Siempre me asombro cuando veo estas moles tan alucinantes.
ResponderEliminarRecuerdo cuando escalé en la Aguja Roja una vía de 120 metros. La verdad es que parecen piedras al lado del mallo Pisón pero, son sólo 120 metros.
Muy guapo el paseo.
Un abrazo
¡Asombran en verdad! ¡Vaya moles! Has tenido el privilegio de escalar en ellas, cosa que yo no pude. En su lugar trepé por otras verticalidades, pero me quedé con las ganas de probar estas que cuando pude no estaba preparado y para cuando lo estuve, ya no estaba por la zona. Un abrazo, Javier.
EliminarPor arriba, por debajo, da igual la vía o la ruta que hagas, los Mallos de Riglos nunca decepcionan!!!!!!!!.
ResponderEliminarSalud(os),
Historia, recuerdos, sueños, materializados unos, pendientes otros, originalidad, verticalidad. Hermosa y particular naturaleza.
EliminarSalud y Montaña, Rubén.
Muy bonita excursión, las vistas son de postal, como dices. Espero que algún día pueda verlo yo en directo, que hasta ahora solo pasé cerca. Parece bastante entretenida aunque no has mostrado algo que últimamente siempre consigues atrapar en tu cámara... algún habitante del bosque
ResponderEliminarSalud y mucha montaña
Un abrazo
Algún cavernícola alado si vi en su buitrera, pero se conoce que no contuve bien la respiración así que la distancia y el zoom hicieron el resto, con lo cual el "habitante" salió desenfocado ¿Qué cómo es que saqué sólo una? Pues así fue, y desenfocada salió y, por eso, no la publiqué.
EliminarLos Mallos son un espectáculo natural que vale la pena no perderse, a los que se puede llegar muy bien en moto ;-)
Salud y Montaña, amigo.
¡Toma paseo! anda que no hay tela por ahí para "coser".
ResponderEliminarBueno, ya estoy aquí.
¡Salud y orujo pues!
Gracias por la visita. El paseo salió redondo, con bucle y todo, que si no resultaba corto. Las vistas, de lo más agradecidas. Ahora viene buen tiempo, habrá que enfilar a cotas más altas huyendo del calor. Salud y Montaña.
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