Por parajes agrestes y solitarios |
El Montón de Trigo (2.161m) y la
Pinareja (2.197m), separados ambos por el Collado de Tirobarra, constituyen un
cordal muy renombrado y popular de la Sierra de Guadarrama, que delimita la
vertiente Norte segoviana de la Sur madrileña.
Los recorridos más habituales
para acceder a estas cimas, en especial al Montón de Trigo, parten de las
Dehesas de Cercedilla.
La circular de hoy discurre
íntegramente por el espléndido Monte de Valsaín de la vertiente segoviana.
Son las 7:45h de la mañana cuando
inicio la marcha en el Puente de la Cantina, prácticamente desierto, emprendiendo
un trote sostenido por el GR-10-1 en dirección a la Fuente de la Reina. La
suave pendiente en ascenso facilita el avance rápido.
Puente de la Cantina |
Alcanzo la Fuente de la Reina
¡Qué fresca y oportuna para aprovisionarme de agua! y sin dilación continúo
hasta la cercana Pradera de la Reina, con su característico pino solitario.
Fuente de la Reina |
Pradera de la Reina |
Desde ella me interno en el
bosque por la pista que bordea la base de la cuerda NE que se desprende del
Montón de Trigo y que sigo durante casi 1km, hasta un visible mojón que indica
el punto en el que enfilar cordal arriba, abandonando la cómoda pista por la
que venía.
La subida al Montón de Trigo discurre
por la poco habitual cuerda NE (sin senda pero con mojones que van indicando la
trayectoria) que se eleva sobre la vertiente de la Fuenfría, por pinar agreste
hasta los 1.800m y luego a través de denso tapiz de enebros y piornos rastreros
algo trabajosos de transitar, hasta alcanzar la cima del Montón de Trigo.
Gracias Rafa (“Tras los pasos del Maestro Giner”) por tu recomendación al
respecto.
Entre los hitos que voy
encontrando y recreciendo y los que voy haciendo nuevos, asciendo cómoda y
rápidamente por el pinar.
Después, en la zona de arbustos, la visibilidad del
conjunto mejora (son menos necesarios los mojones) si bien aumenta la incomodidad
del ascenso a causa del abigarrado matorral.
Las vistas hacia ambos lados son
muy amplias y atractivas.
Siete Picos, a la dcha. |
La Pinareja, al fondo. |
Sorprendo a una yegua y a su cría. La madre no me quita ojo hasta que las rodeo y sigo para arriba.
Últimos metros hasta la cima del Montón de Trigo.
El Montón de Trigo |
Desde el Montón de Trigo, la senda que cruza el Collado de Tirobarra y, al fondo, la Pinareja |
Entre éste último y la Pinareja
sigo el sendero habitual entre ambos, pasando por el Collado de Tirobarra. La
trocha es estrecha y nítida, así que voy trotando tranquilamente, hasta que
súbitamente tropiezo con un tronco de piorno pequeño y oculto que de golpe me
saca del ensimismamiento y me acelera, y de qué manera, obligándome a dar una,
dos, tres zancadas descompuestas seguidas de una cuarta y quinta en las que por
fin recupero el control y el equilibrio ¡Ufff! En un santiamén he recorrido más
de siete u ocho metros y afortunadamente sin caerme.
Recompuesto y con la pausa que la
cuesta arriba requiere, alcanzo la cima de la Pinareja, donde aprovecho para
tomar un trozo de plátano y contemplar el paisaje circundante. Diviso a dos
personas que están en la cima del Montón de Trigo (¡Qué lejos parecen!); serán
las únicas que veré a lo largo de toda la jornada, hasta regresar al punto de
partida.
Desde la Pinareja, el Montón de Trigo (dcha) y su cordal NE a su izquierda. |
El descenso desde la Pinareja lo
hago por terreno poco frecuente y solitario, primero junto al Arroyo del
Rinconcillo, y luego por dentro de su cauce seco para aminorar en cierta medida
el fatigoso caminar a través del enebro
/ piorno que cubre la ladera. Resultan engañosas estas verdes extensiones, tan
apetecibles en la distancia y tan incómodas cuando te pones a transitar por
entre el espeso matorral, embarcando broza y pinchos en las zapatillas.
Por el cauce seco del Arroyo del Rinconcillo |
Sigo por el cauce hasta entroncar
con el Arroyo de los Horcajos en donde el agua fluye y el pinar comienza de
nuevo, lugar en el que me aprovisiono de agua nuevamente. Poder beber abundantemente
durante estas travesías es básico, así que los puntos de abastecimiento
conviene tenerlos preseleccionados, especialmente si no quieres ir acarreando
en la mochila varios kilos del líquido elemento.
Idílica confluencia de arroyos |
En esta confluencia, al pie de la
loma Divisoria de Majadas, busco y encuentro el montaraz sendero junto al
Arroyo de los Horcajos por el que desciendo hasta entroncar con una buena
pista, a los 1.680m de altitud, para desde aquí volver a la Pradera de la
Reina.
Agreste senda junto al Arroyo de los Horcajos |
Una vez en la Pradera, y para
cerrar el circuito, subo unos 100m de desnivel por el camino que comunica con
el cerro de la Camorca hasta encontrar el entronque de la Vereda de Valbuena.
Por ella, mullida y muy pendiente, entre altos pinos, desciendo de un tirón y rápidamente 350m de desnivel hasta conectar con el GR-10-1 ya muy cerca del punto de partida en el Puente de la Cantina.
Por la Vereda de Valbuena se puede ir deprisa, cuesta abajo :-) |
Voy acusando el calor y el cansancio acumulado tras los asilvestrados
tramos recorridos, de manera que me siento mejor cuando enlazo con el GR y tan
sólo tengo por delante los últimos y asfaltados metros hasta alcanzar la Fuente
de la Canaleja, ahora muy concurrida.
Fuente de la Canaleja |
En resumen, una circular de casi 20km
de longitud, con un desnivel total en ascenso de 1.200m de D+, a lo largo de la
cual el agua está asegurada, y el esfuerzo para transitar por lugares agrestes
y sin senda también, recorriendo parajes inusuales, solitarios y bellos por el
bien conservado Bosque de Valsaín.
Este recorrido por el profundo bosque de Valsaín y sus cumbres, y la alerta que nos ha generado la afectación parcial tras el incendio vivido la semana pasada, obliga a volver a dar valor a éste espacio único y también frágil. No podemos perder nuestra memoria que ya está escrita en este paraje. Como dice Gary Snider “La naturaleza no es un lugar para visitar. Es nuestra casa”. Y así debe seguir siéndolo. Ójala mucho tiempo después de tu entrada otras personas sigan tomando el track de tu ruta y puedan disfrutar de los recovecos con los que tú te has deleitado.
ResponderEliminar“El verde es el color principal del mundo, y del cual surge su belleza” Pedro Calderón de la Barca.
Salud, montaña y siempre Valsaín.
Qué lleva a incendiar un monte es algo que no alcanzo a comprender. Qué lleva a destruir en un santiamén un tesoro como el de Valsaín, que tanto tiempo tiempo ha tardado la Naturaleza en construir, es algo que ya ni siquiera trato de entender. Tal es la frustración y desengaño que me generan estas situaciones.
EliminarConfiemos en que la Naturaleza, paciente y perseverante, volverá poco a poco a reverdecer y a hacer retoñar las zonas destruidas. Llevará tiempo. Ojalá, como tú dices, tras ese lapso debido, otras personas tomen este track, u otros similares, y puedan deleitarse con los recovecos regenerados.
Mientras tanto a los que, por fortuna, ya los hemos transitado nos quedan vivos en nuestra memoria.
Salud, montaña y siempre Valsaín. Gracias por tu comentario, Manuel.
Caminhos percorridos em silêncio e externamente bem acompanhados por tanta beleza natural e necessária... preciosos detalhes e entalhes encontrados... gracioso animal de mirada desconfiada...
ResponderEliminarUma delícia de dia entre árvores e sons da montanha...
Um beijo
La sorpresa de la yegua no fue menor que la mía, ninguno esperábamos tal encuentro en un paraje tan solitario.
EliminarLa montaña proporciona sensaciones buenas.
Gracias Teca y un abrazo.
No sé, parece que la yegua te mira algo acaramelada. Nada que temer salvo algún piropo jaja...
ResponderEliminarA veces se echa en falta alguien con ojos, que te mire para saber que existes. Toda compañía en el campo es buena.
Un abrazo Carlos.
Tierna la mirada de la yegua que, por unos momentos, se centró más en mí que en su hambrienta e insistente criatura.
EliminarEl cruce de miradas con los habitantes del bosque es la mar de significativo. Resultan momentos intensos, a veces hasta temibles, por ejemplo si es el de una hembra de jabalí creyendo que le vas a hacer algo a alguno de sus jabatos. Toca correr entonces.
Un abrazo, Javier.
Hola Carmar.
ResponderEliminarQue importante es el agua en este tipo de recorridos, ya no solo para poder reponer y no tener que llevar muchos kilos de más en la mochila, sino por lo bien que sabe echar un buen trago de agua fresca, que la nuestra suele estar como una sopa.
Unas lastima el incendio por la zona, este año entre que ha sido poco lluvioso y el calor que hace, los hay por todas partes, después están los desalmados y unas leyes "light", para esto por desgracia nadie sale a la calle a protestar!.
Un saludo
El agua, fuente de vida e imprescindible, que tanta se necesita en verano, cuando el calor aprieta. Es bueno tener ubicados puntos de aprovisionamiento, aunque no siempre existen; entonces, a portear.
EliminarEl incendio ha sido lo que son casi todos, un lamentable acto de piromancia de alguien que no sé bien qué lleva en la cabeza.
Un saludo