miércoles, 1 de agosto de 2018

Calderas del río Cambrones, Cascadas del Chorro Chico y del Chorro Grande y Fuente del Infante ¡Una circular Dos X Uno!


Las Peñas Buitreras desde las proximidades de la Granja de San Ildefonso
A los pies de las Peñas Buitreras discurren varios cursos de agua que, encajonados y formando pozas, o saltando de roca en roca, formando chorreras, constituyen unos parajes atractivos y particulares en la vertiente segoviana de la Sierra de Guadarrama, próxima a la Granja de San Ildefonso.

El río Cambrones nace en la vertiente segoviana del Puerto de Malagosto, lugar de paso para los que desean atajar en el camino entre Segovia y Rascafría (pinchar aquí para ver el itinerario)

Más al Sur, los arroyos del Chorro Chico y del Chorro Grande nacen entre los 1.850m y 1.950m en las aplanadas y extensas majadas que hay en la vertiente Oeste del tramo de los Montes Carpetanos comprendido entre el Puerto del Reventón y el Collado de la Flecha, recorren a saltos las empinadas barranqueras graníticas hasta amansarse en torno a los 1.450m, yendo finalmente a desaguar en el río Cambrones, junto a la Granja de San Ildefonso (pinchar aquí para ver el itinerario).

Uniendo ambos recorridos resulta la circular de hoy.


En resumen, el recorrido realizado es el siguiente:

Origen y llegada en la Granja de San Ildefonso junto a la plaza de toros – acceder a las Calderas del río Cambrones por dehesa y robledal – continuar aguas arriba junto al cauce hasta salir del barranco y alcanzar la zona de sucesivos escalones a la altitud de 1.300m – abandonar  el curso del río por “empinada ladera a través” densamente tapizada de avena loca de unos dos metros de porte, en pos de una pista superior que, a los 1.450m de altitud, discurre paralela al perfil de la cresta divisoria entre Segovia y Madrid – recorrer su zigzagueante trazado de vuelta hacia la Granja – cruzar la parte inferior de los arroyos de Chorro Chico y Chorro Grande, respectivamente – vadear éste último, abandonar la pista y empezar la fuerte subida que, aguas arriba, se interna en el pinar que cubre la ladera – enlazar con el PR-10 a los 1.800m – Fuente del Infante – Retorno a la Granja.  En total una circular de algo más de 21km de longitud, salvando un desnivel total en ascenso de 950m de D+.


Son las 8:30h cuando iniciamos el itinerario junto a la Plaza de Toros de la Granja en dirección a la Fábrica de Vidrio. Los primeros kilómetros hasta llegar al barranco del río Cambrones discurren por buena pista y sendero a la fresca sombra de los robles.

Deambular por el bosque permite ir observando detalles y escenas que le son propias: rincones sombreados o luminosos, la desgarrada posición del árbol abatido por la tormenta, las evoluciones mañaneras de los insectos, etc.

Rincones del bosque



Insectos danzarines


Al poco se llega a un puente sobre el río Cambrones. Aguas arriba seguimos el cauce del río hasta el pie del Cerro de Valmesado, punto a partir del cual el agua fluye en forma de pequeños saltos o escalones sucesivos para, seguidamente y algo más arriba, embarrancarse entre paredes graníticas creando un abundante número de pozas o calderas que invitan al baño, conformando un refrescante y estrecho entorno de agua y arbolado enclavado entre laderas empinadas.

Seguimos una trocha bastante bien definida, que al principio se aparta del río para después internarse decididamente en la garganta de granito por la que fluye. Finalmente la senda conduce al mismo cauce. Una pequeña fuente permite aprovisionarse de agua antes de seguir (fuente de Malpaso).



Aparece la primera caldera y se cruza el río que, a partir de este momento, se remonta por su orilla izquierda orográfica (derecha en el sentido de la marcha).


Sucesivamente, y durante un par de kilómetros, vamos pasando junto a las numerosas pozas, unas más accesibles que otras, todas ellas excavadas en el sólido granito de la zona.




La roca junto al agua está bastante pulida por lo que conviene andarse con cuidado para evitar un baño imprevisto. La opción de buscar paso por la ladera cubierta de avena loca resulta también viable, sólo que muy trabajosa, dado que las altas hierbas (superan la altura de una persona) y su densidad hace que no se vea trocha alguna.

Sobrepasadas las calderas el barranco comienza a abrirse; es entonces cuando dejamos la proximidad del agua y, ladera arriba, con la inestimable ayuda de los bastones, subimos por la incómoda pendiente cubierta de alta y resbaladiza hierba (la “dichosa” avena loca), en pos de la pista que sabemos que está unos metros por encima de la linde de pinos hacia los que nos dirigimos.

Una vez en la pista la tomamos hacia la derecha (al Sur), recorriendo su sinuoso y agradable trazado flanqueado por los altos pinos, dando vista a las Peñas Buitreras.

Las Peñas Buitreras
Tras los cuatro primeros kilómetros alcanzamos el mirador de la cascada del arroyo del Chorro Chico y un kilómetro y medio más allá el del arroyo del Chorro Grande.

El Chorro Chico

El Chorro Grande
Una vez vadeado éste último abandonamos la pista y empezamos la fuerte subida que, aguas arriba, se interna en el pinar que cubre la ladera. Comienza así el recorrido ascendente del Chorro Grande y de sus numerosas cascadas o chorreras que se pueden contemplar, con mayor o menor cercanía, desde varios miradores naturales. Se nos hace extraño iniciar el ascenso a las 12:30pm, horario muy tardío para lo que estamos habituados. En realidad el tramo que emprendemos ahora se puede considerar como una excursión aislada en sí misma, solo que en este caso la estamos integrando en una circular única y bastante más extensa.

Curso del Chorro Grande

Las piernas tardan menos de lo esperado en ponerse en modo ascenso y la subida resulta bastante cómoda. La pendiente es notable pero la trocha es clara, pudiéndose observar distintos tramos del Chorro Grande.

La senda está cada vez más rodeada de altos "escobones". El tapiz vegetal de enebro resulta apacible a la vista pero literalmente esconde lo que hay debajo: ¿Roca o hueco?, por lo que vale la pena no arriesgar.

El enebro lo cubre todo

Alcanzando la parte superior del Chorro Grande
En la parte superior, y tras cruzar un arroyo secundario que vierte en el Chorro Grande a la altitud de 1.700m, lo seguimos aguas arriba hasta alcanzar y superar un murete de piedras (1.850m) que se extiende a derecha e izquierda sin que se vea su límite.

A poco de llegar al murete delimitador, junto al arroyo secundario que vierte en el Chorro Grande


El calor aprieta y los 30ºC al descubierto resultan rigurosos. El accesible cordal y el Puerto del Reventón, unos doscientos metros más arriba, no nos resultan nada tentadores. En otra ocasión quizá. En ésta optamos por subir unos pocos metros más y alcanzar el PR-10  por el que rápida y cómodamente llegamos al emplazamiento de la Fuente del Infante y del Chozo que hay junto a ella (1.840m). Cómo se agradece reponer energías, y beber de la fresca agua que mana, antes de emprender el muy pendiente descenso hacia la Granja por la pista que la comunica con la Fuente.

Fuente y Chozo del Infante


Seiscientos metros de desnivel que se bajan con mayor rapidez y comodidad de lo esperado siguiendo el sinuoso trazado de la pista, dando vista a la cara Sur de las Peñas Buitreras.

Cara Sur de Peña Buitreras, a la dcha.
Un oportuno “mirador con banco artesanal” (1.450m) constituye la excusa perfecta para hacer un alto y contemplar la Granja de San Ildefonso y el embalse del Pontón Alto, abajo, en la planicie.

Oportuno mirador con banco


Continuamos camino, apagamos la sed con el agua que mana de la Fuente de los Helechos unos metros más abajo, para después tomar el tramo de pista que se encamina hacia el Esquinazo.

A la altura de los 1.300m, muy poco antes de alcanzar la tapia que bordea el Palacio de la Granja, nos detenemos atraídos por un grupo de cerezos silvestres repletos de frutos ¿Quién se resiste ante semejante tentación? ¡Desde luego que nosotros no! Así que dedicamos un rato a saborear las cerezas, agradeciendo sobremanera su intenso y fresco sabor que sirve como inesperado colofón gastronómico a una extensa e inusual circular recorriendo distintas partes del río Cambrones y de sus dos afluentes más destacados, el Chorro Chico y el Chorro Grande. 

Deliciosas cerezas


4 comentarios:

  1. Hola Carmar.

    Agua en abundancia que discurre por barrancos, ríos, cascadas y calderas, que bien nos hubiera venido su compañía en algunos momentos el otro día.

    Por más veces que vayamos a un lugar, siempre queda algo por conocer y más en esta vertiente segoviana que la tenéis menos trillada.

    Un saludo

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    1. Esos arroyos y fuentes que tanto se echan de menos en los ásperos lapiaces y que, cuando aparecen es como una bendición.
      En Guadarrama son abundantes, y cómo alegran los sentidos. El agua de la Fuente del Infante es especialmente buena y fresca.
      Salud y Montaña.

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  2. El año pasado estuve entre La Granja y Segovia y fue un puntazo. No hizo tanto calor como estos días y, se estaba de maravilla.
    Esta senda que nos presentas garantiza una frescura para estos puñeteros y deshidratantes días que estamos padeciendo.
    Es una buena elección.
    Un abrazo.

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    1. Es tan agradable y fresco el entorno de la Granja de San Ildefonso que se comprende enseguida la razón por la que los reyes hicieron de ella su residencia de verano.

      Nosotros ahora nos limitamos a recorrer sus rincones como ocasionales naturalistas.

      Un abrazo.

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