En otras zonas y latitudes de la
Península Ibérica ya ha nevado, y mucho, desde hace varias semanas. En cambio
la Sierra de Guadarrama había sido curiosamente preservada hasta ahora.
Al Centro también han llegado
finalmente los copos en abundancia, y la primera nevada importante de la
temporada ha cubierto sus bosques, que de ellos hay en cantidad y calidad. Dada
la altura de las montañas de Guadarrama (entre 2.200m y 2.400m, aproximadamente)
gran parte de los recorridos discurren por la extensa franja boscosa que las
cubre hasta los aproximadamente 1.800m. Robles y coníferas son las especies
dominantes.
Al día siguiente de la primera gran
nevada del invierno llegamos al parking de Majavilán en las Dehesas de Cercedilla, y en él
dejamos el coche.
Las Dehesas de Cercedilla |
Parsimoniosamente, imbuidos del
atractivo y sereno entorno, nos preparamos: ajustamos botas y ropa, raquetas y
esquíes, y comenzamos a subir en dirección al Collado de la Fuenfría. Lo
hacemos siguiendo las discretas marcas verdes sobre los troncos, pues son las
que nos conducirán por la parte menos transitada de entre las distintas
alternativas que hay.
Resulta fascinante deambular por
un bosque completamente cubierto de nieve. Los propios pasos resuenan mansamente
como el único sonido del entorno, mientras nos movemos al compás del viento
suave y de los copos que nos envuelven ocasionalmente.
Las brumas, que supuestamente
iban a disiparse a media mañana, se muestran más persistentes de lo esperado,
manteniendo ocultas en su seno las alturas por encima de los 1.900m.
A lo largo de la subida, en
algunos momentos, vemos en la distancia otros grupos que han optado por las
rutas más concurridas.
El entorno es encantador y
profundo. En este paraje nevado las cosas son simples, si bien su sencillez
puede resultar engañosa.
La espesa capa de nieve polvo que
todo lo cubre oculta bajo su manto sin consolidar obstáculos que hay que evitar
cuidadosamente: matorrales, rocas, oquedades, etc.

Tras un efímero claro torna la
nevada, y así sucesivamente. Es día de collado y bosque. Quedan para otra
ocasión cotas más altas, que no necesariamente más hermosas.
Llegando al Collado de la Fuenfría |
En el Collado de la Fuenfría
hacemos un alto. El tiempo no mejora, así que decidimos retornar a lo largo de
la Carretera de la República, transformada en una atractiva pista nevada que,
en altura, nos conducirá hasta el Mirador de los Poetas tras recorrer 4.5km manteniendo la altitud en torno a los 1.750m.
Carretera de la República |
El tiempo continúa con la misma
tónica; en la distancia la bruma casi cubre el collado de Marichiva.
Collado de Marichiva, en la distancia |
Las “pasadas” de nieve nos tocan
de vez en cuando. El ambiente es invernal.
El frío deja su firma en forma de
carámbanos.
Y finalmente, con la entrada de
la tarde, casi llegando al Mirador, el cielo se abre y luce el sol.
Vista desde el Mirador de los Poetas |
La Carretera, transformada en
pista nevada, llega al Mirador y, tras un giro de 180º apunta final y
resueltamente en sentido descendente, hacia las Dehesas. Lo que hasta ahora ha
sido un llanear con ocasionales e
incómodas remontadas (hacen penar estas “subiditas” a quien va con esquíes en
modo descenso) se convierte en deseada bajada donde, ahora sí, el esquiador se
desliza cómodamente mientras el raqueteador se desembaraza de las raquetas y
trasforma su zancada en persistente trote en pos de quien precede.
La circular toca a su fin, las
Dehesas están próximas, la tarde cae y la temperatura comienza a bajar
anunciando la helada que se intensificará por la noche.
La nieve caída se transformará y
se irá compactando, pero la subida de las temperaturas anunciada probablemente
conducirá a una rápida disminución del manto, y todo esto sucederá en la Sierra
de Guadarrama mientras esperamos a la siguiente borrasca que aporte la segunda
nevada importante de la temporada.
O contato que tive com a neve em sua terra foi inesperado e me fez voltar ao mundo infantil: numa natureza tão preciosa, a neve caindo, cobrindo o solo com um manto alvo e cristalino, a reação que tive foi pegar um bocado nas mãos e enfiar na boca para sentir o gelado na língua... ahah... teca louca!
ResponderEliminarQue passeio tão bonito, carmar! Pelas fotografias registradas essa rota me pareceu magnífica, bem mais tranquila (e mais fácil) que a anterior comentada em belo relato. Grata por tão maravilhosa partilha.
Um beijo, caminhante imparável
Ante la nieve cayendo mansamente las reacciones espontáneas son naturales. El espíritu se serena y fluye libre.
EliminarEs acertada la calificación de "paseo" a la ruta descrita. Tan solo se pretendía experimentar las buenas sensaciones que afloran al recorrer en silencio un bosque nevado, y bien que no defraudó en absoluto. En cuanto a dificultad técnica, ninguna, sin desmerecer por ello en absoluto.
Gracias por tu comentario y por lo de "caminhante imparável", que suena muy bien y a lo que pretendo seguir siendo merecedor.
Un abrazo
Bien cargada de nieve está la zona, me hace recordar una jornada memorable desde el Puerto de los Leones por el cordal hasta la Fuenfría y luego a Cercedilla, de hace ya demasiado tiempo.
ResponderEliminarEsta vez no has fotografiado animalitos, en casa estarían con esa nevada.
Salud y mucha montaña!
Escondidos debían de estar los animales, que ninguno vimos; tan solo alguna huella, pero de can, y éste debió de andar de visita.
EliminarLa nieve, siendo abundante, anda ya lamentablemente en retirada, que es mucho el calor y estamos a la espera de la segunda borrasca.
Salud y Montaña.
Ya me imagino que no estaríais para fotografiar huellas de animales silvestres por la nieve ya que, cuando cae la tarde, no hay que tontear con el regreso a tiempo. Bueno, otra vez será. Por fortuna, hay animales esperando tu cámara.
ResponderEliminar¿Tenéis un pacto de no agresión con tanto material circundante?
Un abrazo.
Los animales siempre suelen estar, otra cosa es tener el ojo avizor y la cámara a punto. En invierno todas las maniobras, incluida la de sacar la cámara y lo que sigue, se tornan más laboriosas. Los guantes ayudan poco ;-)
EliminarLa "no agresión" es un concepto enraizado por natura entre los que por ella deambulamos, ¿No te parece?
Un abrazo
Jaja...Es cierto pero, me refiero entre vosotros. Creo que llevo en los genes eso de echar mano a la nieve, formar una bola (poco compacta) y, estamparla contra el humano mas cercano. Veo que vosotros sois mas formales.
EliminarUn abrazo.
Hola Carmar.
ResponderEliminarVeo que en esta ocasión no madrugaste para empezar temprano :). Por fin llego la primera nevada a la sierra de Guadarrama, que en cuantía y nombrada fue en todos los medios de comunicación.
Un recorrido sin duda en el que se mezcla la nieve y el bosque, ya sin duda tiene el suficiente atractivo para ser recorrido, a pesar de las brumas, que como nos sucedió el otro día, finalmente se retiraron, dando paso al sol, que tan bonitos contraste ofrece cuando luce.
Esperemos que no tarde la siguiente nevada, porque con el calor que hace estos días, parece que estamos más en primavera que en invierno.
Salud, montaña y mucha nieve!
Aplicamos esta vez, que la ocasión lo permitía, la máxima de un antiguo amigo que siempre decía que: "No por mucho que amanezca me levantaré yo más temprano".
EliminarEl recorrido es de los que hacen afición. Un bosque es fascinante en cualquier época del año. Tú y yo de eso sabemos un rato.
¡Salud, montaña y mucha nieve!
Hola Carmar.
ResponderEliminarQue fotos mas bonitas, ese días seguro que disfrutasteis bien¡¡
Salud¡
Fer
Día y recorrido para disfrute y satisfacción de los sentidos.
EliminarSalud y Montaña.