En los días claros, desde
Zaragoza se suele mirar primero hacia el Norte, oteando las cimas del Pirineo y
de Guara; después, y sobre todo al atardecer, se mira hacia el Oeste, lugar
donde el Moncayo se tiñe del rojo sol poniente; y pocas, muy pocas veces, se
mira hacia el Sur ¿Para qué, si sólo hay yesos y apenas algunos montículos o
sierras menores se recortan contra el horizonte? Y así nos quedamos sin ver más
allá, hacia Teruel que, situado tras “las sierras menores” de Algairén y Vicor,
esconde en sus esteparias mesetas atractivos y poco conocidos parajes.
Dentro del plan de recorrer los
bellos rincones de Teruel, que Eduardo y yo tenemos “in mente”, la circular de
los Pinares de Rodeno y Pinturas Rupestres de Albarracín nos pareció como el
más adecuado complemento de los “Castillos” de Armantes, realizada un par de
días antes, para seguir así impregnando
nuestras retinas con el rojo de la arenisca.
Dejamos el coche en Albarracín
(Ibn-Racin), justo antes de cruzar el río Guadalaviar, y comenzamos la marcha
siguiendo la carretera en dirección a Bezas, para dejarla a los pocos metros y
tomar una pista señalizada como “GR10. Pinares de Rodeno” que, tras pasar junto
al recinto temático de “Dinópolis”, enseguida se transforma en un sendero que
asciende por el Barranco del Cabrerizo hasta el Área Recreativa del Navazo.
Comienzo del Barranco del Cabrerizo |
La suave pendiente propicia un
trote sostenido que nos va llevando por los sucesivos rincones del paraje.
En un momento determinado las
rocas y la senda se tornan ocres, estamos en el terreno de la piedra rodena, la
característica arenisca de color rojizo propia de esta zona de Albarracín.
La arenisca, cual modelable
“plastilina”, muestra los resultados de la persistente acción del agua y la
lluvia en forma de oquedades, estrías y abrigos o cuevas, ocupados algunos de
estos por los hombres del Neolítico, hace unos 7.000 años.
Al poco alcanzamos el primero de
los abrigos prehistóricos que visitaremos hoy, en éste las pinturas rupestres están
muy desdibujadas y apenas somos capaces de distinguir unas raspaduras sobre la
piedra. La vista ha de habituarse para “alcanzar a ver” lo apenas visible.
En un zigzag abandonamos
temporalmente el fondo de la hondonada y ascendemos al mirador del Cabrerizo,
desde donde contemplamos el extenso pinar de pino de rodeno o resinero.
Ascenso hacia el Mirador del Cabrerizo |
Vista desde el Mirador del Cabrerizo. Al fondo queda Albarracín |
La muralla de Albarracín desde el Mirador del Cabrerizo |
Retornamos al barranco y al poco llegamos
a un rellano con campos de labor.Tomamos una pista que sale hacia la derecha y
alcanzamos un área recreativa que, al estar junto a la carretera, se va “colmando”
a pasos agigantados. Llama la atención los numerosos grupos de escaladores
“bouldering” que se desplazan con sus colchonetas a la espalda, en busca de los
tolmos y techos abrigados en los que ejercitarse y practicar.
A partir de este punto nos
dedicamos a visitar y contemplar las múltiples cuevas entre los pinares, con
importantes muestras de arte rupestre levantino, muy bien indicadas y
protegidas con rejas.
Las figuras representadas son humanos cazando y escenas
de animales. Da qué pensar el constatar cuán poblada debió de estar esta zona.
Caballo y toro |
Venado |
Caballos |
No puedo dejar de mencionar aquí la
perplejidad que nos produjo el siguiente hecho:
Estando Eduardo y yo aferrados a los barrotes de las rejas protectoras
de una de las cuevas, tratando en vano de “ver” la figura del caballo que el
cartel indicador decía que allí había, se acercó una persona que a su vez se
puso a mirar justo a nuestro lado. Como tampoco conseguía encontrar al equino,
separándose algo de la reja, nos dijo con total convencimiento:
-
<<La
verdad es que alguien del ayuntamiento tendría que venir con un pincelito y
repasar estas pinturas, porque si no, no hay forma de ver nada en absoluto>>.
Nos quedamos momentáneamente boquiabiertos, torpemente balbuceamos que
eso no podía ser, que si había oído hablar del caso del Ecce Homo de Borja, y
luego, constatando el desconcierto de su rostro, pusimos pies en polvorosa
pensando que ni aún con los barrotes estaban suficientemente protegidas las representaciones
prehistóricas.
Arquero |
Entre observar pinturas (que una
vez habituados se ven muy bien), recorrer callejones rocosos, acceder al mirador
y trepar a las rocas para otear los extensos pinares, el tiempo parece que se
detiene y la mente se traslada hasta la época en que aquellos
moradores de antaño por allí / aquí anduvieron.
De vuelta al campo de labor junto
al área recreativa tomamos un sendero que lo bordea y que se dirige hacia las pinturas
del Tío Campano y de Lázaro.
Toros |
Caballo y toro |
Arqueros |
Tras visitarlas, seguimos a la
carrera una pista forestal y luego un sendero que sale hacia la izquierda que, abandonando
el pinar, nos conduce de vuelta a Albarracín,
Albarracín al alcance |
habiendo realizado una circular
de 15km, salvando un desnivel total en ascenso de 550m de D+, por el Paisaje
Protegido de los Pinares de Rodeno, a cuya espectacularidad (areniscas y
conglomerados en combinación con la masa de pino rodeno) se une la existencia
en este espacio de un conjunto muy numeroso de manifestaciones de arte rupestre
levantino.
Aventadora y carro |
Emprendemos el retorno tras atenuar el fugaz pensamiento que cruza nuestra mente al contemplar en un campo próximo un par de útiles de antaño, devenidos en trastos viejos e inservibles, abandonados a la acción de la intemperie, mudo homenaje y testimonio de la fortaleza y laboriosidad de quienes no ha tanto tiempo nos precedieron ¿resistirán acaso tanto como si abrigados estuviesen en el rodeno pinar?
Hola Carmar.
ResponderEliminarEn general salió una buena circular, con dos circulares, muy diferentes. El S1 por un bonito y tranquilo pinar, y la segunda más bulliciosa, pero atractiva con el arte levantino.
Para la próxima, ya sabes, echa pincel, y pintura roja, jaja.
Un saludo
Una ruta muy bien preseleccionada y que superó las expectativas. En cuanto a lo de la brocha, ya lo meditaremos, sí.
EliminarSalud y Montaña, Eduardo.
Curiosa propuesta esa de repasar las pinturas, pero... ¿No se han limpiado y restaurado las Meninas o los frescos de Miguel Angel en la Capilla Sixtina? Jajaja... Fuera de bromas quizás sería bueno situar en algún sitio próximo facsímiles de las originales, bien delineadas y coloreadas porque sí es cierto que algunas son casi invisibles...
ResponderEliminarCreo que tienes razón con lo del facsímil. De hecho hay unos paneles en cada abrigo reproduciendo los dibujos a escala natural, solo que en negro. Ayudan a "ver" la figura pero aún ayudarían más si fuesen en el color de la misma. A fin de cuentas, cuanto más instructivos, mejor. Que no hay que perder ocasiones de culturizar / se.
EliminarUn abrazo, Carlos
Ahora sí que ha quedado fenomenal; cuánto me alegro pues incluso con un poco menos de resolución también vale. Con menos peso, alrededor de los ochocientos o novecientos de peso va fenomenal; a sólo queda añadirla de nuevo firmada...Que, además, me gustó mucho ese demarcado.
ResponderEliminarSi tengo tiempo, anoche no pude, te añado más cosas de cómo y qué otros recursos hay para que resulte más sencillo que todo eso. Por cierto, en las siguientes añade una toma más a cada lado y abarca más espacio; apaisarán más. Las tomas fueron magníficas tal y como las hiciste, pues mantenían una horizontalidad tal que apenas había deformación y, por lo tanto, no fue necesaria más que mínima distorsión; eso es que lograste, a pulso, mantener una referencia en el espacio desde el que rotar sin que sufrieras alteraciones de arriba a abajo. Lo cuál demuestra tu gran capacidad y experiencia con esa cuartoymitad y póngame medio más...que es para la niña...jeje. ¿Qué no harías con una de envoltura y media con cañón al tuntún? En fin, ya sabemos que algún día la añadirás y será porque ésa se te haya agotado en el mercado; para entonces hablamos y te oriento en tanto en cuanto unas que sin ser mayores te darían muchas satisfacciones y ganancias...como la impedancia del sonido. Ya lo dice el reflán: Impedancia Homnia est... y si no lo dice, lo añado yo.
(Entre nos, una casi algo mayor o similar pero con raw o nef, iría de lujo, ourense y pontevedra...)
Por lo demás, ya hablamos del lugar y qué decir de cuando levantaba las topografías de simas por esos lares, torcas y otras espeluncas que más de una vez me paré en eso apriscos sin humedades que aquellos pobladores nuestros -tuyos, míos, de más allá- fueron dejando por entre areniscas con todo tipo de pigmentos y aglutinantes tan perfectos que aún hoy en día seguimos empleando en materia de Bellas Artes. Algunas resinas son excelentes, por ejemplo, y se demuestra con ello que estaban mucho más avanzados de lo que hace décadas pensaban, no los versados en el tema, si no aquellos que tan interesados estaban en desdecir la verdadera historia para crear y hacer creer en otra que no es la verdadera y que según ellos se inició hace unos seis mil años...Esto es, de cuando ese calcolítico.
Qué bonito Albarracín, pero mejor sus trochas y vistas que ahora están llenas de fresco verdor.
Me voy...mejorando y tal vez escriba algo...
Esto, es un aperitivo.... :)))´
Un abrazo, meu
Salud, Libertad y Monte...si viene al caso
¡Buen y paciente maestro eres, además de docto e instruido en variadas artes! Suerte la mía.
EliminarMantener las tomas niveladas tienen su aquel, que no olvidemos que andando a la carrera, cuando paras para tomar la foto, no resulta sencillo contener la respiración para que el resuello no altere el pulso, pero el resultado vale la pena.
Seguro que acabamos entrando en aparatos mayores, pero de momento el cuarto y mitad sigue dando juego.
Salud y Montaña, amigo Déicar.
Hola Carmar.
ResponderEliminarUna vuelta bien bonita, que gozada de lugar¡¡
Salud¡
Fer.
Gracias Fer, es éste un lugar que nos sorprendió muy favorablemente. Vale la pena acercarse por él.
EliminarUn abrazo,