domingo, 17 de agosto de 2014

Pala de Alcañiz o Pico de Bucuesa, desde Piedrafita.

Pala de Alcañiz desde la vertiente de Piedrafita, por la Rinconada
La Pala de Alcañiz (2.765m) es una montaña alejada que presenta largas aproximaciones por pistas clausuradas al tráfico. Es una de las tres cumbres principales que rodean al ibón de Ip (vertiente de Canfranc) y cierran el circo por el Este: Peña Collarada (2.885m), Pala de Ip (2.783m) y Pala de Alcañiz (2.765m).

Por el Este, vertiente de Piedrafita, forma, junto con la sierra de Telera o Partacua y el Pico del Águila, un circo hermoso y amplio, cubierto de pastizal, cerrándolo por el Oeste en un lugar llamado la Rinconada.

Por el Sur, desde Acumuer, otra larga aproximación permite alcanzar el ibón de Bucuesa, al pie mismo de la Pala.

Desde el parque faunístico Lacuniacha (1.370 m), en Piedrafita, se inicia la pista que puede irse recortando por algunos atajos hasta el Refugio de Telera (1.550 m) cerca del Ibón de Piedrafita. Sin dejar la pista la sigo de frente, con el sol naciente dándome en la espalda, hasta la curva en que gira al N. hacia Tramacastilla, en el lugar denominado Fuentes del Goluso (1.760 m).

Abandono la pista e inicio la marcha por las trazas de senda en el pastizal que me van acercando hacia la Rinconada. Voy flanqueando la agreste cara Norte de la sierra de Partacua al tiempo que la memoria me va trayendo recuerdos e imágenes de otras épocas. Yendo solo me siento acompañado por las personas con las que antaño deambulé por este mismo sitio.

Cara N de la Sierra de Partacua
En estos pensamientos entretenido empiezo a subir hacia la izquierda por la pedrera, incómoda y cada vez más pendiente, hasta que la mirada curiosa de un sarrio me da a entender que voy confundido, que qué ando haciendo yo por allí, cuando la pedrera correcta “es la siguiente” y no esta, 

así que me toca un penoso ladeo por la zona más estable posible hasta alcanzar la senda en la pedrera correcta, la última, que me conducirá la Canal del Pan para superar el farallón.

Pedrera de acceso a la Canal del Pan
La Canal del Pan, también denominada Canal de Ganado, es un pequeño corredor pedregoso que lleva a un murete de unos 30 m, que se escala a la derecha por un sistema de gradas y repisas (II) algo descompuestas, hasta salir a la plana donde está el Ibón de Bucuesa (2.124 m). Fácil en seco y muy delicada en húmedo o con hielo.

Murete de salida de la Canal del Pan
Compartiendo repisa con la "Corona de Rey" (Saxifraga longifolia)
La Canal del Pan desde arriba
Ibón de Bucuesa
Las nubes van cubriendo el cielo y las cimas próximas, si bien no parecen tormentosas. Con premura, y sin descender al ibón, por la derecha remonto la loma (S.W.) que desciende de la Pala de Alcañiz y que enlaza más arriba con la traza de senda y los hitos que provienen del Corral Blanco.

Hacia el Corral Ciego
Una vez en él me dirijo a la derecha (N.), hacia el collado entre Los Cuchillares (2.681 m) y la cresta S de la Pala, y sin llegar a él busco un paso horizontal descompuesto a mi derecha (E.) que permite trepar (II) hasta la cresta.

Me encuentro en plena zona de esquistos que, bajo la bruma, conforma un paisaje todavía más gris. La sensación de soledad es intensa. La cumbre de la Pala es visible en toda su amplitud. La larga rampa inicial llega a un collado bajo el espolón rocoso, aquí hay dos opciones, o por la derecha o de frente.

Opto por la derecha, hacia una faja esquistosa que recorro con mucha atención por la exposición y el gran patio que presenta, no recomendable si hay nieve, que bordea el espolón por su derecha, hasta cerca de la cima, que se alcanza tras una trepada por gradas sencillas y luego bloques hasta la cumbre de la Pala Alcañíz (2.765 m) (II inf.).

Balconeando hacia la cima
Cumbre de la Pala de Alcañiz
Abajo, al pie de la Canal del Pan, la Rinconada
El ibón de Bucuesa
Hacia el Sur, los Cuchillares con sus pendientes pedreras sobre Ip (dcha) y Bucuesa (izq)
Como y bebo algo antes de comenzar el descenso, que inicio directamente por la cresta, siguiendo unos mojones que me evitarán el aéreo flanqueo de la subida. Me siento más protegido destrepando por estas cortas chimeneas que “balconeando” sobre los escamosos esquistos.

Llego al collado que separa las vertientes de Ip de la de Bucuesa e inicio el descenso hacia el Corral Blanco. El primer tramo tras abandonar la cresta está muy descompuesto. En lugar de aferrarme a las rocas las voy asegurando para evitar que se desprendan ladera abajo. En fin, algo clásico por estas zonas pirenaicas, a lo que te acostumbras pronto.

Alcanzo y desciendo la Canal del Pan y ahora sí cunde la marcha, mirando hacia atrás de vez en cuando, 

a la par que voy escogiendo las trazas de ganado que me parecen más adecuadas para salir a la pista que me llevará de vuelta a donde dejé el coche, junto a la barrera de Lacuaniacha tras haber realizado un recorrido de ida y vuelta, de unos 18km, salvando un desnivel total de unos 1.400m de D+, en una jornada en la que las nubes cubrieron parcialmente las cimas para desvanecerse al atardecer sin haber mojado la roca, cosa que, de haberse producido, habría complicado sobremanera los tres puntos claves del recorrido: la Canal del Pan, el acceso a la cresta limítrofe con la vertiente de Ip y el flanqueo hasta la cima de la Pala.

2 comentarios:

  1. Nada como la compañía que envuelve los recuerdos de quienes nos acompañaron antaño, ése es el secreto de nuestras ascensiones, que nunca vamos solos... :))´
    Descubres, por fin, el secreto de una de nuestras fuerzas y sin que ello suponga monopolio es, tal vez, la que revela la importancia de nuestra constancia y avance montañera. ¿Quién diría que es uno de los secretos del que solitario anda por ella jamás ha tenido descuido que temer? Pena de no compartirlo; farallones y pasillos en cornisa por donde atravesar buscando el camino que colgante unas veces y colgado otras te lleva a la cumbre que deseas...
    Espero que para cuando se tercie y en adelante tengamos unas Pedrizas bárbaras llenas de color y frescura.
    Estas fotos que has subido son fantásticas y nadie mejor que tú para mostrar una parte, a grandes zancadas, de lo que el recorrido ofrece... Ya imagino...ya imagino, ya...Al llegar al coche, unos tomates cherry, unos ahumados y refrescante cerveza...Antes, o entre medias, unos estiramientos...Y no miento.... :)))´
    Salud, Liberta y Montaña, dilecto Car.

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    1. No mientes y acertadamente supones: los estiramientos son una liturgia obligada para quien desea espaciar sus visitas al Fisio, acallando a tiempo los quebrantos y lamentos de tendones obligados que, una vez relajados, volverán a ser requeridos en breve.
      La bárbara Pedriza está ahí y a ella nos acercaremos, solos o acompañando a animosa hija que Valentina quiera gustar. Salud y Montaña, amigo Deicar.

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