miércoles, 4 de enero de 2012

Vía “ferrata” en el Boalo. La Cuerda de los Porrones ¡A falta de nieve, …..!

Vía "ferrata". La Senda de las Cabras
Parece que hay montañas al Norte donde borrasquea y nieva; también al Sur, en Sierra Nevada, pero lo que es en la zona Centro, en Guadarrama, nos quedamos a ver cómo el anticiclón, con su omnipresencia, manda.
Este año pinta mal, al menos por “aquí”: las contadas veces que ha nevado, lo ha hecho durante poco tiempo; así que tan sólo ha “espolvoreado” las cotas más elevadas, tapando escasamente las piedras pequeñas; después, el anticiclón se encarga de llevársela en pocos días.

Con este panorama, hemos de hacer uso de los planes “B”, de los que siempre conviene tener unos cuantos a nuestra disposición, y así poder estirar las piernas por estas sierras y roquedos, donde el frío muerde y el sol restaña.

Es una buena ocasión para quedar con Evaristo, ha tiempo mí compañero de esquí de montaña en Guadarrama, algo apartado de la actividad (ahora se dedica al de pista), quien me comentó cómo le gustaría que recorriésemos juntos la Cuerda de los Porrones, incluida la Senda de las Cabras: insólita vía ferrata que asciende a la Peña del Mediodía, primer picacho de la Cuerda.
La Cuerda de los Porrones, o del Hilo, se yergue al N de las localidades de Mataelpino y el Boalo, viviendo ambas “de espaldas” a dicha cadena montañosa, unos mil metros por debajo de ella.
En algunos casos, desde Mataelpino, algún que otro excursionista se adentra por el Arroyo de la Gargantilla (<< Sí, el que sale desde la Ciudad de los Muchachos en dirección a la Maliciosa >>), sudando la cuesta arriba por medio de jaras y gayuba, bajo el inclemente sol que enseñorea esta vertiente Sur.

En lo tocante al Boalo, la mayoría de las personas tan sólo miran a la Sierra en la medida que acuden a la Ermita de San Isidro a mediados de mayo, “por las fiestas” del Santo. Los menos, los que miramos al monte (y hasta tiramos hacia él), sabemos que junto a esta misma Ermita arranca el camino que, por empinada traza, asciende hacia la Peña del Mediodía culminando con la guinda de la Senda de las Cabras, que constituye la “vía ferrata” de la localidad, y de toda la Sierra de Guadarrama.
El Pico de la Maliciosa, desde la Ermita de San Isidro.
La mañana es fría cuando comenzamos la subida junto a la desierta Ermita de S. Isidro, a la salida del Boalo. Hasta se agradece la cuesta para ir entrando en calor. Corto pero empinado este tramo, el silencio tan sólo roto por los resoplidos.
Casi al final, tras superar un grupo de carrascas, al pie mismo de las rocas de la cima de la Peña, abandonamos el sendero principal y tomamos la trocha que sale a la derecha (hitos), alcanzando el comienzo de las clavijas, señalado por las figuras de “hojalata” del lobo persiguiendo a la cabra.
El sol ya calienta, las clavijas están frías. Nos izamos por ellas bajo la mirada de un buitre posado cerca.
Superado el paso, un extenso panorama se abre ante nosotros.
Al fondo, el castillo de Manzanares el Real
La cruda evidencia de lo "efímero" contrasta con la longevidad de las cimas de la Pedriza (dcha) y las Cabezas del Hierro (izq).
Hemos de descender unos metros hacia el N, hasta coger una senda marcada con puntos rojos, que nos guiarán por lo alto de toda la Cuerda, superando los distintos “Canchos” que la componen, en dirección al punto culminante de la Maliciosa.
Nos detenemos un instante junto a la curiosa cruz de “El Mirlo”.
El ambiente es solitario, el sendero muy poco transitado, la Cuerda se extiende de Este a Oeste.
Vamos deambulando entre gayuba y jaras, sorteando rocas de granito de formas “pedrizeras”, ...
...contemplando a los buitres que moran en estas alturas, ...
... por medio de vegetación enjuta, ya preparada para las nieves que aún han de llegar, ...
... asomándonos a todas partes.
La puerta del Chozo da vista directa al Collado de la Dehesilla, en la Pedriza.
El Chozo de granito, construido junto al Cancho Porrón, nos anuncia la proximidad del Collado del Porrón (1.669m), lugar donde confluye nuestra agreste senda con la mucho más concurrida que, por el bosque de la vertiente Norte, viene del Collado de Quebrantaherraduras.
Desde aquí hasta el Collado de las Vacas (1.889m) tenemos por delante la última y empinada cuesta de la jornada. Superada la cual, con la mirada puesta en la pala Este de acceso a la Maliciosa, hacemos un alto para comer antes de emprender el descenso hacia Mataelpino por el Barranco de la Gargantilla. La Maliciosa seguirá en su lugar la próxima ocasión que vengamos con intención de subirla.
A la izquierda, el Pico de la Maliciosa, sobre las frescas aguas del Arroyo de la Gargantilla.
Tras descender unos primeros 200m de “gayuba a través” (suerte que este arbusto es enano y franco, sin oquedades ocultas) alcanzamos el claro sendero que discurre junto al recién nacido Arroyo de la Gargantilla, y que ya no abandonaremos hasta llegar a uno de los coches que hemos dejado en la Ciudad de los Muchachos.
El Pico de la Maliciosa enmarcado por esta vetusta sabina, en la Ciudad de los Muchachos.
En resumen, recorrido de unos 10km, salvando un desnivel acumulado de 1.000m de D+, deambulando en buena compañía, en paz y sin prisas. Alguno dirá que podríamos haber comido algo más, pero eso queda al criterio de cada cual.

2 comentarios:

  1. Una buena opción nueva, seguiré esta ruta en un inmediato futuro. Un abrazo.

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    1. Verás cómo no te defrauda. En esta época es una muy buena opción, se agradece el fresco cuando vas por las cuestas arriba. Salud y Montaña, y feliz año 2013.

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