domingo, 4 de febrero de 2018

Los Aguarales de Valpalmas. Una Liliput en el mundo real


La comarca de las Cinco Villas tiene parajes sorprendentes. Uno de ellos son los Aguarales de Valpalmas, una curiosa formación geológica que merece la pena recorrer como quien se adentra en el país de una antigua especie enana en la que sus habitantes no medían más de la duodécima parte de la altura de un humano actual. Un ejercicio de abstracción nos permitirá deambular por sus recovecos, atrapados temporalmente por la relatividad de las proporciones.

Los Aguarales de Valpalmas están situados en las cercanías del municipio de Valpalmas, en la comarca de las Cinco Villas, provincia de Zaragoza, y a ellos se llega por una buena pista de tierra en uno de cuyos laterales, al final casi de la misma, quedan los restos de una antigua puerta.

Visitarlos es como traspasar la puerta dejando atrás lo corriente y adentrarnos en lo singular. Los Aguarales pasan desapercibidos desde la distancia, sin embargo en la proximidad resultan asombrosos.

Así, entre colinas aplanadas, bancales cubiertos de cereal, y plantas aromáticas como el tomillo o el romero, encontramos el espectacular fruto de la erosión.

 
Frágiles torrecillas de tierra que se levantan como testigos esculpidos por el paso de los elementos y el tiempo, cubiertas por una costra de limo y arcilla, que las protege  temporalmente  del  desgaste.  

 
 
Conjuntos arquitectónicos cincelados por la naturaleza que nuestra mente asemeja a los lejanos enclaves arqueológicos en el reino de los nabateos o a los grandes cañones americanos, solo  que a otra escala.

 
No se trata de formaciones construidas con tierra sino, literalmente, excavadas, labradas y esculpidas, por el agua más que por el viento, en la tierra del lugar.

 
La investigadora Paloma Ibarra describe este paraje como: “el resultado de la acción erosiva de los flujos de agua tanto superficiales como subsuperficiales, fenómeno conocido como “piping” (formación de tubos), sobre materiales poco resistentes y en un ambiente semiárido con precipitaciones esporádicas de carácter tormentoso. El agua se infiltra en el suelo aprovechando pequeñas grietas o conductos de lombrices y va generando corrientes de barro y agua que son capaces de crear conductos por las que circular y evacuar”.

A uno le entran deseos de encogerse y poder así recorrer todos los túneles y cuevas de estos Aguarales, caminar entre sus riscos, detenerse ante sus fachadas, escudriñar en lo profundo de sus grutas y alzar la vista contemplando sus altos cuchillares.

 
 
 
 
 
Finalmente, los vivos colores del redondeado cuerpo de una mariquita, posada sobre el banco que nos acoge, nos devuelven bruscamente a la “proporcionada” realidad sacándonos del mundo liliputiense.

Nuestro Gulliver interior parpadea, bosteza ligeramente, se repantinga en el banco de madera, se ajusta el cuello del abrigo y contempla el horizonte a la luz de la tarde mientras percibe una gran serenidad ¿Quién sabe si lo que acaba de suceder realmente tan sólo lo soñó?
 
 

 

 

12 comentarios:

  1. Hola Carmar.

    La comarca de las "Cinco Villas", además de hermosos pueblos, ofrece una gran diversidad de paisajes, desde los frondosos bosques de las Sierra de Lusia y Santo Domingo, pasando por otros más áridos como estos Aguarales de Valpalmas, que sin duda sorprende, aunque yo pensaba que eran de mayor tamaño, que sin duda resultan un buen complemento para una visita a cualquiera de las villas que los circundan.

    Un saludo

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    1. Son de diversos tamaños las ventanas a través de las cuales la Naturaleza nos da acceso a sus rincones más hermosos y sorprendentes. La de este Liliput resulta proporcionada al paraje que se contempla a su través, si bien uno se queda largo rato mirando; el tiempo cobra, así mismo, otra dimensión, como adecuándose al entorno.

      Salud y Montaña, "Caminante"

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  2. En verdad es cosa curiosa esa que tenéis por aquellas tierras, estarán nevadas? Pues deben tener buena foto con nieve.

    Salud y mucha montaña

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    1. Siempre Salud y Montaña, Francisco, independientemente del estado y tamaño de la misma.

      Un abrazo

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  3. Hola Carmar¡

    Este es un lugar que me gusta mucho. Recuerdo que hace unos años hice unas fotos de estas agujas y sobre ellas dibujé unas vías de escalada. Se lo pasé a los amigos y ¡¡picaron el anzuelo¡¡. Son maquetas de montañas, je je

    Salud¡

    Fer

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    1. Es lo que tiene la relatividad, una vez se reajustan las coordenadas, las sensaciones siguen siendo las mismas.

      Salud y Montaña, Fer.

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  4. Interesante crónica y muy bien escrita: con un toque de magia y poesía, como un sueño... Pero amigo mío, echo de menos una imagen que de idea de las dimensiones de esas formaciones porque como dices uno no sabe si está viendo una maqueta o un barranco bardena por cuyo fondo podría salir un ciclista...

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    1. Gracias Carlos por tu comentario.

      En cuanto a lo que echas en falta, tienes razón; lo único que en mi descargo puedo decir es que adrede he recogido las imágenes en función de cómo creo que las vivió Gulliver durante su ensoñación, si bien él mismo, antes de ser engullido por completo en su fantasía, tiene tiempo de advertir (nos) de que “se adentra en un país en el que sus habitantes no medían más de la duodécima parte de la altura de un humano actual”, es decir, menos de 15 cm de altura. Cae (mos) a partir de ese momento en la onírica realidad que le circunda, con las proporciones reajustadas, de la cual se despierta al cabo de un rato, no pudiéndose inferir de su relato el tiempo transcurrido allí dentro. Es la colorida mariquita la que le trae de vuelta ¿Cuál de estas realidades transmutadas es la verdadera?

      En cualquier caso, mi aproximación al extraño fenómeno me lleva a concluir que cada paso del Gulliver actual equivalió aproximadamente a nueve metros durante su obnubilación liliputiense.

      En resumen, que no parece que pudiera salir una travesía ciclista de las correspondientes a la realidad actual ;-)

      Un fuerte abrazo.

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  5. Que incrível (e certamente muito curiosa) formação geológica! Um relato precioso (com um toque mágico e um tanto poético) que me entreteve demasiado! As fotografias estão magníficas! Um sonho em plena natureza...
    Um beijo

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    1. Gracias Teca por tu comentario. Los sentidos se reajustan ante paisajes tan pintorescos y la mente hace el resto.

      Un abrazo.

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  6. El paisaje es sorprendente y muy delicado. Es una buena elección esta cubierta tan áspera de la geología ejeana, para variar entre la dureza de calizas y granitos a los que nos tienes acostumbrados.
    Genial historia.
    Un abrazo.

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    1. Hay que adentrarse con tiento en el delicado entorno de los Aguarales, que si Gulliver se despistase destruiría con sus enormes pies, rápidamente y sin dificultad alguna, los delicados monumentos que la naturaleza va cincelando minuciosamente con el paso del tiempo.

      Un abrazo.

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