La Najarra tiene
una altura de 2.120 metros. Es la última cima del extremo Este de la Cuerda
Larga y con ella finalizan en esa zona las cumbres superiores a los 2.000
metros de la Sierra de Guadarrama.
Su ladera Este,
aparentemente suave desde la distancia, oculta en el interior de sus bosques un
atractivo itinerario, primero por un robledal hasta los 1.450m de altitud,
después una franja de pinar hasta los 1.800m de altitud recorrida por la Senda
Santé que, si se consigue encontrar, permite culminar los 1.000m de desnivel en
poco más de 5km de distancia, ¡Menuda pendiente!, por medio de una zona
agreste, con piornos cubriendo la parte superior hasta el roquedo de la cumbre,
muy diferente del resto de trillados itinerarios que parten de otros puntos.
Como el día se
anuncia muy caluroso inicio la marcha en la Fuente del Cura (1.150m) de
Miraflores el Real a las 7:45h, tomando la pista asfaltada hacia el Sur que se
encamina hacia el Hueco de San Blas, siguiéndola hasta encontrar enseguida una
barrera cerrando el acceso a una amplia senda que sale hacia la derecha (Oeste),
con marcas blancas y verdes que sigo a partir de dicho punto.
El camino se
adentra entre los robles. El ambiente a esta temprana hora resulta fresco y
agradable ¡Veremos a la vuelta!
Al salir a una zona
descubierta la Najarra aparece en lo alto, su rocoso lomo sobresaliendo de
entre los pinos.
Avanzo unos
metros más y llego a un segundo claro, amplio y grande, donde pastan las vacas
(1.400m). Un solitario y gran roble, a la derecha; un murete de piedra coronado
de alambre espinoso al frente; tras él la linde del pinar que comienza.
Una precaria
puerta en la alambrera, con una marca blanca y verde, indica el lugar por donde
cruzo la valla.
Si bien unos 50
metros más adelante intuyo una pista que se orienta de Sur a Norte, opto por no
llegar a ella y, en su lugar, continuar pegado al murete en sentido hacia el
Norte.
Al final del muro
cruzo un regajo y accedo a una senda más clara que sigue hacia el Norte,
ganando altura poco a poco, manteniendo abajo y a la vista el embalse de
Miraflores.
En un punto
determinado, a la altitud de 1.450m, un gran mojón señala el emboque de una
trocha hacia el Oeste que, abandonando la senda, se interna entre los pinos por
la empinada ladera. Se trata del inicio de la Senda Santé ¡Ahora empieza lo
bueno! Por lo que antes de comenzar con la tarea como unas almendras saladas y
me hidrato, porque la cosa promete.
En el inicio de la Senda Santé. Mirada hacia atrás, al embalse de Miraflores |
Desde el
comienzo la pendiente es de las de “bastones para qué os quiero”. La senda va
trazando lazadas muy cortas por muy empinada ladera y va conduciendo hacia el
paso más fácil entre las rocas graníticas de la parte superior.
Cuando un claro
permite divisar la zona de Miraflores, las vistas son excelentes. La sudada,
también. El embalse parece una foto fija cada vez más diminuta.
Finalmente la
Senda sale a zona descubierta en los 1.800m y la Najarra se hace de nuevo
visible. La pendiente se suaviza y se accede al terreno del piorno.
Al fondo, el pico de la Najarra |
Ahí mismo está
la cima de la Najarra, pienso, pero todavía hay que alcanzarla. Resulta fácil
trepar a la cumbre, aunque en la proximidad su apariencia es algo fiera. Una
formación rocosa me trae a la cabeza la imagen de una tortuga.
"Tortuga sobre la cima" |
Seguidamente
llego al vértice geodésico de la otra cima donde, a resguardo del viento,
aprovecho para comer e hidratarme reponiendo la sal que he perdido durante la
empinada subida por la Senda Santé, antes de comenzar la parte corredera del
circuito de hoy hacia el Puerto de la Morcuera.
Vistas desde la cima de la Najarra |
Soledad y paz
compartida con las mariposas que revolotean alrededor. Todavía no han comenzado
a llegar las personas que ascienden desde el Puerto.
Durante la
bajada hay que prestar mucha atención a los restos de alambre espinoso que,
caído al suelo y camuflado entre los piornos, suponen una peligrosa trampa para
las espinillas de quien pase por su lado.
Atención a las "trampas espinosas" |
Cunde la carrera
y enseguida alcanzo el Puerto de Morcuera.
Cruce de caminos en el Puerto de la Morcuera |
Sin apenas detenerme
en él continúo el descenso hacia el embalse de Miraflores. Voy acortando por
cualquier sitio que se asemeje mínimamente a una senda. Los pinos siempre a la
derecha y por encima, sin adentrarme entre ellos. El calor empieza a ser
elevado y el termómetro ya marca 28ºC.
Descendiendo hacia Miraflores |
De vez en cuando
un pequeño regajo riega y pinta de verde el suelo, mientras multitud de
mariposas revolotean alrededor de las florecillas.
Atravieso una
zona de altos piornos sobre los que las arañas han “tendido sus redes”.
Poco después se
distingue un gran claro y hacia él encamino la carrera ¡Qué calor!
Pegado a los pinos, hacia el claro voy |
Llego a él, queda
atrás la Najarra.
Por delante el
robledal que significa ¿Sombra?
Pues sí, pero no
tanta. El follaje del roble no es muy tupido y el sol se cuela por entre las
hojas. A pesar de la semi-sombra el calor va en aumento.
Sigo corriendo
entre los árboles, pero cada vez más lentamente. La deshidratación va haciendo
mella.
Me aproximo al
embalse de Miraflores. Unas cuantas zancadas más y me tomo un respiro a la vista
de sus aguas. Desde aquí, y por buena pista, llegar al coche es cuestión de
recorrer apenas 1,5km y todo ello en descenso, pero que me cuesta más de lo
esperado. Los 30ºC se dejan sentir.
Embalse de Miraflores |
Bonita y rápida marcha de casi 14km de longitud, salvando un desnivel en subida de poco más de 1.000m de D+ los primeros 5km, con un descenso rápido y variado, muy adecuado para abrir el apetito y volver pronto a casa.
Hola Carmar.
ResponderEliminarUn recorrido matinal, muy bien trazado por bosque, para evitar en mayor medida el calor, aunque siempre cuando el lorenzo pega, parece que todo se hace más lento.
Un saludo
LORENZO se muestra y carga con mayúsculas en esta época ¡Ay de los que no se acojan a tiempo al resguardo de los árboles! Madrugar y buen bosque, que no queda otra.
EliminarPronto nos vemos. Salud y Montaña.