martes, 6 de septiembre de 2016

Sierra de Urbasa. El bosque encantado(r).

El nombre Urbasa significa en euskera "bosque húmedo" (de ur "agua" y basa "bosque").

La sierra de Urbasa es una meseta montañosa situada en el noroeste de Navarra que presenta una altitud media de unos 1.000m. Se trata de un gran plano elevado, que desciende abruptamente hacia el corredor del Araquil, al norte, y hacia las Amescoas al sur.

Está atravesada de norte a sur por la carretera NA-718, la cual partiendo de Olazagutía y cruzando el Puerto de Urbasa, llega a la localidad de Zudaire.

A pocos kilómetros de Olazagutía, nada más subir el puerto en dirección a Urbasa, se encuentra, a la izquierda, la casa de información del Parque y unos metros más adelante un lugar de aparcamiento donde se puede dejar el coche.

Desde este punto surgen varias sendas marcadas, con rojo y verde, después con verde sólo, y otra adaptada para silla de ruedas. Todas se dirigen hacia el hayedo en el cual se adentran enseguida.

El cielo aún está despejado pero las nubes rondan las zonas altas.

El sendero es de tierra rojiza, los altos árboles proporcionan buena sombra y la humedad es muy alta. El caminar resulta placentero a medida que vamos avanzando, dejando atrás primero una caseta de pastores, alcanzando poco después un abrigo de carboneros.

Abrigo de carboneros
Ahora vamos siguiendo ya las marcas verdes (senda de montañeros), hasta llegar a un punto en el que la marca indica un giro hacia la izquierda y hacia arriba, que no atendemos, pues a partir de aquí decidimos adentrarnos y deambular por “el hayedo encantado”.

Sobre terreno alfombrado de hojas caídas, con el silencio que el entorno parece requerir, vamos transitando por un bosque de altas hayas, donde las rocas cubiertas de musgo y todo tipo de vegetación ofrecen un regalo continuo para la vista.



Deambulamos entre las formaciones rocosas, nos extasiamos con los jardines verticales; observamos desde la proximidad y en la distancia, desde arriba y desde abajo.





El tiempo parece haberse detenido, continua nuestro amortiguado transitar siguiendo ocasionales rastros envueltos por la humedad.




En un momento dado pensamos que hay que volver porque la tarde está cayendo y en el ambiente se perciben signos de tormenta, así que iniciamos el retorno siguiendo unas mínimas señales (color fucsia) sobre los troncos que nos conducen en ascenso.

A cada momento el entorno nos retiene con su espectáculo.





Finalmente alcanzamos una pista, la senda de los montañeros, que ahora seguimos rápidamente en descenso hasta enlazar con la marca verde que dejamos de lado un rato antes.

Al trote desandamos el camino hacia el lugar donde hemos aparcado, pasamos de nuevo junto al chozo de carboneros, y continuamos el avance, vamos urgidos por la hora.


La niebla se va adueñando del entorno, las primeras finas gotas nos caen cuando el coche lo tenemos a la vista, alcanzándolo tras haber realizado un recorrido de 9km a través del “hayedo encantador”, lugar al que hemos de retornar para completar un itinerario más extenso que nos permita profundizar en esta espectacular zona boscosa de la Sierra de Urbasa.

6 comentarios:

  1. Hermosos bosques norteños a los que no parece afectarles el duro verano que estamos soportando. Bosques de auténtico cuento, al que parece nos introducimos y en personajes nos convertimos al transitar por ellos. Bellos paisajes, como siempre, nos muestras Carmar. Abrazos montañeros.

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    1. Arrancados del bosque nos vemos de nuevo transportados a la urbe. Pero ahí están, en el recuerdo. Sería no entender lo natural si pensáramos que nos esperan. Pero es no menos natural estar convencidos de que a ellos volveremos tantas veces como podamos. Salud y Montaña, Rafa.

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  2. Hola Carmar.

    Espectaculares bosque, los que hay en la zona Norte de España, se nota que por esa zona llueve asiduamente. Desde luego, fue una buena idea, dejar el camino, y adentrase en ese hayedo encantador.

    Un saludo.

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    1. Hayedo encantador donde andar sin rumbo es una de las mejores formas de recorrerlo. Son nuestras huellas el camino, alrededor todo, en ello integrados, fuera nada más. Un saludo.

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  3. Ufffffffffffff... inebriante bosque... um passeio para se perder no tempo e no pensamento...
    Precioso recorrido, um oásis de sonhos...
    Um beijo

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    1. Pacífico oasis de sueños, hervidero de vida, fuente de primigenia energía que reconfortan los sentidos. Salud y Montaña, Teca.

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