viernes, 12 de agosto de 2016

Picos de Peiró, Peña Gratal y la Calma Alta, desde Árguis, enlazados en el mismo circuito. Por la calurosa Guara.

Embalse de Árguis con la luz de la mañana. Al fondo el Pico Peiró
El pico Peiró (1.586m) constituye una de las tres cimas principales que componen el itinerario de hoy, junto con la Peña de Gratal (1.567m) y la Calma Alta (1.581m) y que se pueden enlazar en una circular que tiene su origen y final en el embalse de Árguis.

Circuito exigente, pleno de sube y bajas, discurriendo en la primera y en la última parte por los pinares de la cara Norte, donde un pequeño y recoleto bosque de hayas sorprende, continuando en altura por el reino del erizón (Echinospartum horridum)  que, no resistiendo la sombra, coloniza las soleadas zonas entre la caliza de la sierra de Gratal y con el que más vale no rozar. El boj y algo de pasto de altura complementan el manto vegetal.

Son las 8:15h cuando, tras cruzar la pasarela de la presa, inicio el trote hacia el Peiró, monte que se ve allí “al fondo”, por la sombreada pista entre los pinos. Tan temprano y ya el termómetro marca 20ºC. Preguntándome cómo evolucionaré ante las elevadas temperaturas que anticipo cuando vaya entrando el día, voy regulando la marcha.

Pista hacia el Peiró
Paso de largo los dos desvíos hacia las Calmas y a sus Pozos de Hielo (bajaré por el primero de ellos a la vuelta), 

Por este barranco descenderé a la vuelta, desde la Calma Alta.
Más adelante también dejo a mi izquierda el gaseoducto (subida hacia la Peña de Gratal) y casi sin darme cuenta me encuentro en el inicio de la ascensión hacia el Pico Peiró.

El Peiró desde el inicio del sendero de ascenso en el punto que deja la pista.
Clara senda hacia el Sur que sale de la buena pista que venía siguiendo, con muy pronunciada pendiente (en torno al 30% - 35%) y derecha hacia arriba. 

Atención aquí al cambio de ritmo. Los bastones ayudan sobremanera a que la marcha no decaiga. Boj y pino en el comienzo que van dando paso a ocasionales hayas.


Fruto del haya: el hayuco
Ralla d'as Tiñas desde el sendero de acceso al Peiró
Al cabo de unos 250m de D+ la pendiente se suaviza algo, el sendero gira hacia el Oeste y se adentra en el hayedo. Altos árboles de tronco gris sobre un suelo negro y húmedo ¡Qué contraste!

La senda bordea el bosque en su dirección hacia el collado y pico de Peiró.  Enseguida paso junto a un cartel indicador que señala hacia la izquierda la subida al collado de Sarramiana por una empinada cuesta que cruza el hayedo; a la vuelta la seguiré.

Continúo y al poco salgo de nuevo al sol encarando la subida hacia el collado de Peiró. Ninguna dificultad técnica, pero hay que ver lo empinadas que son estas cuestas y cómo empieza a sentirse el calor. Reino del erizón que cubre las laderas hasta alcanzar la fácil cresta que lleva al Pico.

El Peiró es un mirador de primer orden. A la vista, en la lejanía, los próximos objetivos: el hayedo, el collado de Sarramiana y tras ellos, la Peña de Gratal. Así que  adelante, que si llego a la Peña antes de que el sol de mediodía apriete de veras, mejor será.

Desde la cima del Peiró
Desciendo rápidamente y de nuevo en el hayedo, junto al cartel indicador, comienzo la fuerte subida hasta el collado de Sarramiana. Voy apreciando la sombra de las hayas.

Hayedo de Peiró
Al salir del bosque una pista marca el camino hacia el siguiente hito, la Peña de Gratal. 

Collado de Sarramiana. Al fondo la Peña de Gratal
Peña de Gratal. En primer plano una mata de lampazo o bardana.
Zona muy corredera, a pleno sol, en ligero descenso al principio hasta tomar el ramal hacia la izquierda abandonando el camino a Bolea, para llegar finalmente al pie de la Peña, 

Peña de Gratal
Cuyos últimos doscientos metros hasta la cumbre son, de nuevo, muy empinados (parece ser la seña de identidad de los montes de por aquí, de ahí su bella y altanera estampa).

Cima muy concurrida habitualmente que hoy está desierta. Mirada atrás, hacia lo recorrido desde el Peiró, de lo que todavía queda siguiendo el cordal hasta las Calmas, y en la distancia, el Tozal de Guara.

Desde la cima de la Peña de Gratal, al fondo, el Tozal de Guara
El calor se ha adueñado del ambiente. He de reponer líquido en la abundante fuente que hay en la plana bajo la Peña si quiero seguir con la integral.

Descenso rápido, agua fresca, hidratación y rellenado de botella antes de enfrentar la nueva serie de sube y bajas hasta llegar al Vértice. En la vertiente Sur, las pendientes y cortados sobre las Gorgas de San Julián, por delante, la estrechísima trocha que se mantiene abierta en el mar de erizones que colonizan la zona, únicos arbustos capaces de soportar los fuertes y frecuentes vientos que barren estos altos. Tan sólo algún boj osa sobresalir al resguardo de la vertiente Norte.

Estrecha senda entre "erizones". Al fondo la Calma Alta (izq) y el Pico de San Julián (dcha); entre ambos el collado de las Calmas. 
Me doy cuenta de que debo controlar la marcha y la hidratación, el calor se ha erigido en árbitro absoluto.

El collado y la cumbre de las Calmas están desiertos. En la cima tomo una barrita energética y un largo trago de bebida isotónica antes de iniciar el descenso hacia Árguis.

Desde la cima de la Calma Alta se ve, abajo, el collado de las Calmas.
De vuelta en el collado no me decido a entrar por una insinuada trocha (no estoy convencido de que tenga continuidad) y en su lugar opto por lo seguro y  sigo la pista que conduce a los Pozos de Hielo de la vertiente Norte porque la carrera por ella, a la sombra de los pinos, resulta cómoda, si bien el  calor va haciendo ya de las suyas en mis fuerzas. Tras un par de kilómetros paso junto a un pozo de hielo y después tomo el sendero que, barranco abajo, enlaza con la buena pista que conduce hasta Árguis. Creo que sí hubiera sido acertado tomar la trocha del collado; la próxima vez lo haré.

Pozo de Hielo
El sendero desciende siguiendo el barranco, atravesando un pinar con alguna que otra haya, lo cual permite ir bajo la sombra de sus hojas, aunque la temperatura es alta.


Sombreado sendero que desciende por el barranco
Finalmente, tras 22km de recorrido, habiendo salvado un desnivel total de 1.300m de D+, llego al embalse de Árguis, algo deshidratado y hambriento, tras haber enlazado el rosario de cimas que componen la Sierra de Gratal: embalse de Árguis – Pico Peiró – collado Sarramiana – Peña de Gratal – Vértice de Gratal – Pico de San Julián – La Calma Alta -  embalse de Árguis.

Las aguas del embalse de Árguis, por la tarde, han cambiado de color con respecto a la mañana. Al fondo, izq. el Peiró; dcha. la Ralla d'as Tiñas 

4 comentarios:

  1. Hola Carlos.

    Y digo yo, ¿a quien esperabas encontrar en una calurosa mañana del mes de agosto, en las cimas de las Calmas y Gratal? :) Eres todo un valiente, o un loco, según se mide, yo las tengo pendientes, como te he comentado en alguna ocasión, pero mejor para cuando la calor afloje, ya para el otoño o el invierno, ya que son montañas, que vienen muy bien, cuando las condiciones climatológicas en pirineos no son favorables.

    Aun así un buen recorrido circular, del que me queda la duda, de si no sería mejor hacerlo al revés, y aprovechar que desde la cima del Peiro, es todo en descenso, y en sombra. Por cierto, solo te falto el Pico del Aguila, para hacer el poker de la sierra.

    Un saludo.

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    1. Hacerlo en sentido horario, en mi opinión, tiene el inconveniente de que la fuerte subida al Peiró toca cuando ya vas más cansado, pero en fin, tampoco sería dramático. Yo en cambio prefiero hacer la última (las Calmas) y que quede la menor distancia posible al coche. La bajada desde el collado de las Calmas es toda a la sombra.
      El completarla con el Pico del Águila lo dejo para cuando vayamos los dos :-).
      Salud y Montaña

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  2. La trocha esa del collado que nombras sí que tiene continuidad, lleva hasta las Calmas Bajas y por ende hasta Arguis. Pero si no te la conoces, lo mejor es que la hagas de subida, la senda sale a la izquierda justo nada más se cruza la presa, como referencia está la torre de luz ya que pasa justo al lado de la misma. Más adelante tiende a perderse pero con paciencia y pinchándose un poco se llega hasta el collado. La primera vez, la intenté desde arriba y cuando se perdió la senda me asusté con el panorama de pinchos que tenía bajo mis pies y acabé dándome la vuelta, la segunda vez, desde abajo, poco a poco fui encontrando la continuidad de la ruta y conseguí llegar hasta arriba.
    Como dice Eduardo, ahora mucho calor para ir por esos montes, para la próxima vez a por el poker (Pico del Aguila), aunque eso es de nota y sale una jornada dura.
    Salud(os)

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    1. Gracias Rubén por la indicación, la de la senda digo, que la del "poker" es otro cantar. Buscaré y probaré el ascender por ella la próxima ocasión, así le pondré una pizca de novedad al asunto, que también es de agradecer.
      Salud y Montaña.

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