viernes, 26 de agosto de 2016

La Muela de Montalbán. Entorno calcáreo perfumado por plantas aromáticas.

Muela de Montalbán
Dentro del plan de recorrer los atractivos rincones de Teruel que Eduardo y yo tenemos “in mente”, la Muela de Montalbán quedaba como eslabón pendiente tras haber realizado la circular de los hocinos que conforman el curso alto del río Martín.

El río Martín, afluente del río Ebro, discurre por las provincias de Teruel y Zaragoza y nace al oeste de la Sierra de San Just, en el término municipal de Martín del Río (comarca de Cuencas Mineras), al confluir los ríos de la Rambla, de las Parras, Segura y Fuenferrada.

En su primer tramo, el ya conformado río Martín baña la depresión de Montalbán sobre cuya planicie se eleva el macizo de la Muela.

Recorrido circular bien señalizado, con alguna que otra subida empinada y la roca caliza luciendo sus escarpes y oquedades; la ladera Norte asentada por pinos, sabinas y encinas; el entorno perfumado por lavanda, té de roca, romero y tomillo. 

Es una ruta tranquila, en la que las prisas no se corresponderían con el paisaje y donde Eduardo y yo nos dejamos guiar por los carteles indicadores.

Tras dejar atrás el pueblo y atravesar una chopera, lo primero que aparece es el río Martín, que cruzamos por una pasarela de madera para continuar por una pista que se adentra en un pinar de repoblación. 

Dejando atrás Montalbán
Las sosegadas aguas reflejan los árboles que las rodean.

Así, se llega a un cruce señalizado que lleva a Valdemiguel y poco después se encuentra la fuente del mismo nombre.


Fuente de Valdemiguel
Comienzan las primeras lazadas que poco a poco van ganando altura. Ésta es la parte más empinada de todo el camino, entre pinos y guillomos.

Compartiendo el camino
Sigue un tramo equipado con barandillas de madera, y en unos minutos llegamos al Mirador Geológico de Valdemiguel.

El sendero sigue discurriendo por terreno cada vez más abundante en sabinas, hasta alcanzar la parte alta y un cruce de caminos con letreros.



Cueva del Greñicas
Dejándola atrás ascendemos a la parte superior del macizo, traspasamos el espinazo divisorio de vertientes y alcanzamos la plana cima de la Muela. Boscosa, áspera y entretenida cara Norte contrastando con la pelada e insulsa cara Sur.

Retornamos a la divisoria. Desde un portillo abierto en la roca caliza nuestras miradas se dirigen hacia la Punta que vemos al Este y que nos llama la atención. Las plantas aromáticas colonizan estas calizas. 


Té de roca
Lavanda
Romero
Pero antes de acercarnos a ella optamos por visitar el Mirador del Morrón Royo, que hemos dejado de lado tras inspeccionar la Cueva.

Vista desde el Mirador del Morrón Royo
Para retornar seguidamente al espinazo calizo por el que el macizo se extiende hacia el Este.


Hace calor y la densa y ancha cúpula de la copa de un aislado arce de Montpellier, justo unos metros por debajo de la Punta, nos parece un sitio ideal para refrescarnos mientras tomamos una barrita energética.

A la sombra del oportuno arece, con la cima al alcance de la mano
Arce de Montpellier
Alcanzamos la cima y, desde ella, calibramos la estrecha cresta que se extiende más allá.

Aunque no se intuye una salida clara al otro lado, el airoso trazado de la arista nos mueve a explorarla.

Secuencia de una cresta acertadamente abandonada

Si bien tardamos poco en darnos cuenta de que aquello no tiene salida, de que contornearla carece de sentido y de que lo mejor que podemos hacer es dejar los equilibrios y “bajarnos” de allí, remontar a la cima de partida y descender hacia Montalbán por el “sendero oficial”, no sin antes hacer otro alto bajo la fresca sombra del oportuno arce.

El camino de retorno discurre primero a través de un descenso pronunciado entre rocas, y después atraviesa de nuevo el pinar hasta acceder a una pista básicamente llana que, tras pasar al pie de la Piedra Chimila, llega al cruce señalizado que lleva a Valdemiguel, punto donde el circuito se cierra.  

Piedra Chimila
Ahora toca ya desandar el camino de la mañana, llegar al pueblo y buscar la sombra de uno de los árboles que hay en un pequeño parque próximo, para realizar unas tandas de estiramientos antes de marchar, tras haber realizado una circular de 14km de longitud, salvando un desnivel total en ascenso de 675m de D+.

Qué sensación tan confortable proporciona una buena sombra


Como había dicho Eduardo: “Una buena excursión para una mañana del mes de agosto”.

12 comentarios:

  1. Hola Carlos.

    Menudo pendejo que era el Greñicas, y bien cabezón, porque venirse por aquellos años desde Melilla hasta Montalbán, no era moco de pavo.

    Un buen recorrido, para una mañana del mes de agosto, donde en tierras agrestes, el camino discurre en gran parte a cobijo de los pinos.

    Un saludo.

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    1. Una circular bien escogida, aderezada con algunas ocurrencias sobre la marcha, y pringándonos los dedos con los aceites esenciales de las plantas aromáticas cuyo aroma todavía perfuma el fondo de la mochila. Un buen recorrido para una mañana del mes de agosto.
      Un saludo, Eduardo

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  2. Cruzar caminhos com aromas emblemáticos é um privilégio para quem anda buscando recantos encantados como eu... preciosa caminhada na montanha encantada...
    Um beijo

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    1. Encantados quedamos de paisajes y aromas absorbidos. Y con las plantas recogidas, después rememoramos en casa lo vivido mientras, sorbo a sorbo, tomábamos una olorosa y digestiva infusión de té de roca.
      Gracias por tu visita y comentario. Un saludo, Teca.

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  3. Que buenas esas aromáticas y sobre todo esas sombras... uuuumm el arce, señor árbol, sí señor, el más chillón en el otoño.

    Salud!

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    1. Chillón y de bonita hoja es el arce, amigo de hacerse notar con sus aislados puntos de color en las laderas tan pronto el otoño se anuncia, que ya está próximo, por cierto.
      Salud y montaña, Pirene.

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  4. A este paso vais a tener que hacer una guía de excursiones de la provincia de Teruel. De la Cueva del Tío Greñicas había oido hablar........
    Salud(os),

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    1. Parafraseando a la Bullonera diré que los de Huesca y de Teruel, como los zaragozanos, es conveniente que compartamos lo bueno que tenemos y así vayamos paliando el desconocimiento de lo propio que algunos veníamos arrastrando.
      Salud y Montña, Rubén.

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  5. No os va a quedar resquicio aragonés por el que transitar, lo que sería muy buena señal. Bellos paisajes para los que no los conocemos, que invitan a recorrerlos algún día. Enhorabuena y un abrazo.

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    1. Creo Rafa que, afortunadamente, los resquicios por descubrir llegan hasta donde el interés alcanza, así que, lo mismo que en nuestra querida Guadarrama, me parece a mí que vamos a seguir teniendo lugares nuevos para rato.
      Un abrazo fuerte.

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  6. Este muro pétreo calizo tiene rincones verdaderamente espectaculares. También cabe destacar zonas colindantes donde la fauna, aunque hay que buscarla con esfuerzo, da unas sorpresas realmente satisfactorias con las que saciar la curiosidad del amante de la naturaleza.
    Me imagino que verás muchas especies; lástima que no siempre la cámara dispare a la velocidad con la que huye el animal en cuestión.

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    1. Con frecuencia me he quedado con la cámara en la mano, sin apenas haber podido "desenfundar", y con un palmo de ..... Su alerta hace que no sólo te localicen, sino que hasta oyen el ruido del velcro de la funda cuando, con rapidez y sigilo, estás sacando la máquina. No obstante, cuando logras "cazarlos" la satisfacción es enorme.
      Un abrazo.

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