miércoles, 20 de mayo de 2015

Peña Cítores y Peñalara desde la Fuente de la Canaleja. Atípico circuito “al aroma del piorno”.

Vertiente Sur de Peña Cítores (centro)
El contorno del macizo de Peñalara es, en general, redondeado y sin grandes puntas sobresalientes. Sus cimas están unidas entre sí por lomas aplanadas y tan sólo los riscos de Claveles y Pájaros, al Norte del propio pico, se desmarcan de esta uniformidad, presentando una cresta de dificultad media.  Una teoría sobre la etimología del nombre 'Peñalara' dice que viene de la unión de las palabras latinas 'Penna' y 'Lara', que significan 'cabeza' y 'llanura' respectivamente. Equivaliendo "Penna Lara" a "cabezas planas".

Para hoy me planteo el siguiente circuito: Fuente de la Canaleja (1.300m) – Peña Cítores (2.138m) – Peñalara (2.428m) – Hermana Mayor (2285 m) – Hermana Menor (2271 m) – Senda del Batallón Alpino – Puerto de Cotos – Camino Viejo del Paular – Fuente de la Canaleja. Recorrido de 17.5 kilómetros salvando un desnivel total de 1.150m de D+.

Fue el pasado invierno la única vez que, en bajada, realicé junto con mi amigo Manuel una parte de este itinerario, como alternativa más segura para escapar de la ventisca y niebla que lo cubría todo por encima de los 1.900m y que nos impedía “ver y seleccionar” cualquier otro descenso desde Peña Cítores con esquíes. Y se me quedó en la cabeza que estaría bien volver a deambular por esos hermosos bosques en primavera, cuando el robledal que cubre la parte baja ya hubiera echado la hoja, la nieve se hubiese retirado de las laderas y el amarillo de los piornos en flor iluminase el trayecto.

Fuente de la Canaleja
La zona de aparcamiento de la Fuente de la Canaleja, mirada de frente, tiene dos poternas, a derecha e izquierda respectivamente. Son las 8:30h cuando cruzo el torniquete de la que está en la izquierda y comienzo la marcha recorriendo un centenar de metros de amplio sendero, hasta encontrar los mojones que marcan el inicio de una trocha que, monte arriba, se interna claramente en el bosque en sentido Noreste. Es ésta la forma más directa de subir a la Peña Cítores, primera cima del recorrido. También es la más empinada, pues la pendiente hasta alcanzar los 2.000m de altitud alterna entre fuerte (la primera parte) y muy fuerte (los últimos 200 metros de desnivel).

Está fresca la mañana, los rayos de sol apenas tocan las copas de los pinos más altos. Voy caminando a la sombra entre los piornos en flor.

Al poco rato accedo al robledal entrando en un ambiente de particular encanto.

A lo largo de este tramo los mojones guían a través de un sotobosque de helechos y zonas donde los piornos, matas predominantes, alternan con tiernos arbustos de robles.


Voy atento a los hitos porque se nota que no es éste un recorrido muy transitado, y la abundante vegetación dificulta la marcha por fuera de la traza.

Poco a poco me aproximo a zonas a punto de ser alcanzadas por la luz del sol.

Sus rayos se cuelan entre los troncos y ya tocan el suelo, creando unos juegos de luces que me mantienen mirando constantemente alrededor.

Espigados mástiles, enhiestos testigos de los altos pinos de Valsaín, en distinto estado de evolución en función de su edad, se ofrecen a la vista.

Accedo a una agradable praderita al tiempo que voy  templándome con el sol mañanero.

Echando la vista atrás contemplo en la distancia la conocida estampa del Montón de Trigo. Me desvío unos metros para visitar la Fuente de los Ceniceros y luego torno a la senda.

La trocha llega frente a un murete de piedras donde pierdo momentáneamente los mojones; caminando con dificultad entre los enebros salgo del arbolado, a mi izquierda veo el pico de Peñalara. 

Pico de Peñalara
Me oriento de nuevo, y alcanzo el Refugio del Cancho, que se encuentra en la punta misma del cordal que continúa hasta Peña Cítores. Hasta aquí la fuerte pendiente, a partir de ahora, la aplanada loma de altura azotada por ráfagas de viento.

Refugio con buenas vistas
El Refugio es una construcción bien conservada, pequeña y limpia, que sirve de apreciado abrigo en los días de invierno, cuando la helada nieve lo cubre todo y el vendaval azota inmisericorde (recuerdos de pasadas penurias ;).

Loma adelante alcanzo la cima de Peña Cítores, me coloco tras una piedra, a resguardo del viento, y desde un rincón apacible, entre enebros y flores, contemplo la cara Norte de las Cabezas de Hierro y del cerro de Valdemartín. El tiempo parece detenerse en estas situaciones.

Desde Peña Cítores, en el centro las Cabezas de Hierro (cara Norte), a la dcha. el cerro de Valdemartín
Me dirijo directamente hacia el pico de Peñalara, a la vuelta ya pasaré por las Dos Hermanas. Hasta aquí he ido solo, ahora me incorporo al camino habitual de subida desde Cotos. Me convierto en uno más de los aproximadamente 135.000 visitantes anuales que Peñalara recibe.

Hacia el pico de Peñalara
En la cima el tiempo justo para, desde un lugar algo apartado, otear hacia donde los planos montañosos se superponen en el horizonte. La imagen hace que me abstraiga del entorno, durante unos momentos no percibo a nadie alrededor, la naturaleza se muestra acogedora.

Pero he de continuar, así que me pongo en pie y comienzo el trote hacia las Dos Hermanas; en la vertiente Este, el refugio de Zabala y la Laguna Grande parecen tan próximos.

Paso por la Hermana Mayor y sigo hacia la Menor, desde cuya cumbre veo el collado entre ésta y la Peña Cítores. Curioso aprisco circular hacia el que me dirijo “arbusto a través”.

Alcanzado el collado tomo la Senda del Batallón Alpino que lo une con el Puerto de Cotos. Bello camino, inexplicablemente poco frecuentado, desde el que se tienen hermosas vistas de las montañas circundantes.

Siete Picos
Cabeza de Hierro Menor
En el bosque de nuevo, las retamas y los torviscos alegran el paisaje con sus vistosas flores. 

Retama 
Torvisco
Resulta corto el tramo hasta llegar al Puerto de Cotos. Lugar animado por la gran afluencia de personas.

Tomo unas almendras y algo de bebida isotónica para, seguidamente, adentrarme de nuevo en el pinar a través del Camino Viejo del Paular por el que retornaré al punto de partida, la Fuente de la Canaleja, cerrando el círculo al acceder a ella, esta vez por la poterna de la derecha.


Camino Viejo del Paular
Atractivo recorrido por los hermosos pinares de Valsaín deambulando por zonas próximas, de espaldas a los caminos habituales, por lugares en los que siempre resulta posible encontrar algo nuevo y diferente. 

4 comentarios:

  1. Volta-se renovado de uma caminhada como essa tão cheia de atrativos! Uma maravilha!!!

    Beijo.

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    1. Volta-se renovado, pero también cansado, aunque las piernas trotan mejor cuando el entorno es tan atractivo como el encontrado. Salud y Montaña, Teca.

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  2. Citores citas
    del canto a la Cantina
    ambas bóvedas
    aguas entrambas
    Saúde i Livertá

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    1. Reconocido y agradecido
      por comentario que incorpora
      aguda sentencia
      bajo filiación mutante,
      conservando la esencia
      del docto firmante.
      Sin más que añadir por ahora,
      con Salud y Montaña despido.

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