domingo, 9 de marzo de 2014

Hielo al sol

Pico de los Pájaros desde el collado del Nevero
Pétrea superficie cubriendo piorno y roca que aconseja andarse con mucho ojo, desatendiendo posibles cantos de sirenas llamando a seguir a quienes, por ellas atraídos, se encaraman en pos de Pájaros y Claveles.

Escalonados relieves que exigen crampones o cuchillas, tanto da, rechinando y a duras penas conteniendo.


Blanca extensión helada reflejando casi tanta radiación como recibe. Índice de albedo tan próximo a la unidad que, aún a pleno sol, el suelo resulta frío al tacto. 

P. D.: Fotos tomadas por Manuel en su transitar por la helada vertiente Norte del Pico de Peñalara, dejando tenue huella con los afilados cantos de los esquíes sobre una nieve dura  que pocas libertades permitía.

8 comentarios:

  1. Es aunque luminoso
    por doquier
    tiempo luctuoso...

    De ahí que algunos sin demasiado tacto
    se embriaguen de sus nuevos útiles
    Tan necesarios como inadecuados
    Y en esa estamos que de aquí a la semana florecida rompiendo
    triste no son pocos los que cierran los ojos.
    Salud, Libertad...y prudencia o atino.
    Deica entón :|´

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y que en cerrando los ojos todo se acaba.
      Cuánto más vale en tiempo luminoso, entornar los ojos para evitar verse deslumbrado y así, con la mano cual visera, sopesar, medir (se), y decidir serenamente en función de lo que se vea y no de lo que se desea. Salud y Montaña por mucho tiempo, amigo Deicar.

      Eliminar
  2. Bueno, bueno, bueno ... esto va tomando mucho nivel!!

    Relato y comentarios ... excepcionales, sin más.

    Enhorabuena amigos!!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Se te va echando ya de menos por estos lares, amigo Trasgu. Para cuándo tu retorno? Mientras tu te oreas por esas tus tierras, otros vamos haciendo cosas bonitas por estas. El caso, en uno u otro sitio, es seguir manteniendo vivo el contacto con la naturaleza. Salud y Montaña.

      Eliminar
    2. Pronto volveremos por estas "nuestras montañas" ... ¿quizás este fin de semana?

      Eliminar
    3. Este fin de semana es bien posible que vayamos con los esquies en pos de las nieves en retirada. El dónde es la cuestión. Ello dependerá de: la nieve en sí misma (evitando la muy dura de las Norte), la evolución de una contractura intercostal que todavía me acompaña tras "medir" el tubo N de Cabezas hace tres semanas y el tiempo meteorológico. Un abrazo.

      Eliminar
  3. El día soleado pero fresco, un viento en el lado norte y en las crestas ponía el contrapunto. Ni rastro de dedos de nieve fresca, sino todo lo contrario nieve dura no transformada. Así que he hecho gran parte con las cuchillas. Doble trabajo. La parte primera hasta el puerto de los neveros ha sido deliciosa disfrutando de la soledad en unos contornos de nieve muy agradables y con la vista puesta en la loma del empalotado. ¡Qué travesía! Al llegar al puerto, y ya que era pronto, decidí dejar tiempo a que en el lado norte el sol ablandara la nieve. Así que crampones y a Claveles. Cumbre, fotos y vuelta. Sin llegar tan abajo me preparé para el descenso que ya había trazado desde lo alto de Claveles. Ante una nieve dura, flanqueo con ligero descenso hasta la vertical del chozo Araguez. Luego bajada directa a la caseta. El viento de la norte cae aquí con cierta violencia, y lleva pedazos de hielo poco gratos en la cara. Me encamino hacia terreno conocido pero las condiciones son muy distintas. Viento frío, nieve dura. Hay huella pero es más peligrosa porque se ha convertido en hielo pulido. Así que toca ponerse las orejeras y tirar lo más recto posible. Con atención buscando los árboles para descansar. ¡Qué condiciones tan diferentes a las que tuvimos hace unas semanas! Salud y Montaña con los ojos abiertos y atentos

    ResponderEliminar
  4. Solitario transitar por zonas ásperas, siempre atento, que la concentración es fundamental; haciendo algún que otro alto para compartir una foto con quien esta vez no pudo acompañarte pero que contigo iba. Retomando cautelosamente la marcha, agradeciendo las buenas fijaciones y superando la helada pendiente en el retorno. No hay que pensar, tan sólo centrar el objetivo, tirar de experiencia y tesón y ascender descansando y destensando de vez en cuando. No eres tú quien va en automático, es otro a quien tú vas contemplando, corrigiendo y animando para que siga. Al final, tú, el otro, nosotros alcanzamos la calma. Salud y Montaña, Manuel.

    ResponderEliminar