lunes, 2 de julio de 2012

La Punta del Águila. Amarilla por naturaleza.


La Punta del Águila es la primera cima importante de la parte occidental del Parque Natural de Guara y constituye una buena atalaya desde la que observar la Hoya de Huesca, Tozal de Guara, Valle de Nocito, La Guarguera, Peña Cancias, Oturia, Gratal, Peña Oroel y los Pirineos.
Tras unas semanas de retiro forzoso (curar una lesión pertinaz es lo que tiene, 1 mes en el dique seco), llega el momento de volver al monte. De retomar sensaciones y comprobar cómo se comportan esos ligamentos que te hacen sentir preso estando fuera (tras las rejas), asumir después que el reposo es imprescindible (buscas rústicos asientos para la espera) y por fin “salir” para reiniciar.
Organizamos una salida aunando tres estilos: un trial runner destacado (Manumar), una atleta consolidada con inclinación por la montaña (Albamar) y un zanqueador recuperado (el que suscribe).
Optamos por la Punta del Águila porque el itinerario de ascenso, partiendo del Pantano de Árguis, discurre por una bonita y boscosa senda, muy confortable de transitar, siempre picando hacia arriba, permitiendo acceder a la cima por un recorrido mayoritariamente a la sombra, cosa muy de agradecer cuando el verano está muy asentado. Desnivel moderado, algo más de 600m en 4.5km de recorrido.
Dejamos el coche en el pantano de Árguis (979m) y emprendemos la carrera a un ritmo suave, retrocediendo hasta volver a pasar el túnel bajo la carretera y dirigiéndonos hacia la izquierda, hasta llegar, al otro lado de la misma, a un poste indicativo que nos señala el camino a seguir.

Nos internamos en un espeso pinar, por donde el sendero va ganando altura con comodidad, lo mismo que Manuel y Alba, mientras que yo comienzo a experimentar “las mieles” de la perdida forma.  La pendiente no es para tanto, pero el fuelle se resiente.

Justo antes de llegar al cambio de vertiente, allí donde la senda se torna algo pedregosa, decido dejar de correr (ni que hubiera tenido opción) y continuar caminando ¡Lo que cuesta alcanzar la forma y lo poco que tarda en perderse! Abajo queda el pantano de Árguis; mi ánimo no está mucho más arriba, si bien el cuerpo sigue subiendo.

A la derecha se da vista al barranco de Castil de Villas. El aroma del boj lo impregna todo. Ahora aparece también la carrasca. Sigue la sombra y continúo yo buscando infructuosamente el conocido ritmo de zancada fluida que de momento se me resiste.  

La amarilla genista cubre la loma de Monrepós, embelleciendo el paisaje, suavizando las sensaciones, la respiración va acompasándose, el ánimo retorna lentamente, el cuerpo acata.

Las hayas hacen su aparición, el boj mantiene su presencia, el entorno es fresco y la trocha clara.

La genista en flor tiñe el camino, comienza a adueñarse del paisaje. Punzante mata de bello colorido.

Me detengo para echar una mirada hacia la vecina Peña de Gratal, la marco mentalmente como el próximo objetivo en esta fase de recuperación. Montes que en otras ocasiones no te llaman la atención resultan  ahora atractivos.  Es el momento de conocerlos.

Poco antes de coronar, hay que sortear un árbol truncado y roto recientemente, irguiéndose por entre las matas de boj.

Finalmente la senda sale del bosque y confluye con la carretera asfaltada. El viento sopla con fuerza. A la derecha, a unos 200m, se encuentran las antenas que pueblan la cumbre del Pico del Águila (1.619m). Optamos por encaminarnos hacia otra cima que se encuentra a nuestra izquierda, la Punta del Águila (1.631m), ligeramente más alta. Transitamos por medio del territorio verde y amarillo de la genista.

En la lejanía la Hoya de Huesca, de donde sobresalen las dos peñas que componen el Salto de Roldán.

Sin darnos cuenta alcanzamos el sólido y contundente mojón cimero. Barrita energética, trago de agua, mirada en derredor, y hacia abajo.

En el descenso sí que puedo por fin seguir el ritmo de carrera marcado por Manuel. Voy atento a las zancadas, comprobando la sensación del tobillo recuperado. Responde bien, cobro confianza, ahora cunde la marcha, la senda es franca. En menos de 30 minutos estamos de vuelta en el coche.
Acatamiento de la realidad, propósito de perseverancia, sensaciones recuperadas, paisajes compartidos, nuevos objetivos, surgen de una salida en la que se supera un desnivel de 650m de D+ y supone un recorrido de unos 10km.

6 comentarios:

  1. Bonita y agradable salida la del domingo, sobre todo por el equipo que formábamos. Que recuperes pronto.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. El equipo de primera, aunque algo descompensado esta vez. Descubierto un entorno que por su proximidad queda ensombrecido por el llamativo Pirineo, pero que bien vale la pena. Salud y montaña, brother!

      Eliminar
  2. ...Bueno, es bueno y alegrarse de esa lesión ya curada para ser cauto la próxima procurando no coincida nuevamente. Lugar agradable recorres acompañado y me recuerda que la semana antepasada me subí a lo alto de Pinareja y Peña Oso con todo verde, sembrado de amarillo; me acordé del nacimiento de río Moros que dando lugar a sus embalses anduve pensando en tus imágenes. Rozaba el calor moderado y un fresco viento flojo agradecía los brazos la ropa que bajando hacia Pasapán remonté otras cumbres y me alejé para ver la carretera de Segovia. Ya en lo alto la vi pasar toda llena de coches, de camiones; me di la vuelta. Al atardecer y después de treinta y cinco kms. llegué al "haiga" para ver una puesta de sol baja. Un refresco en casa Cirilo y , cambio de sandalias, en marcha bajo música de Jethro, Floyd y Génesis de Gabriel, claro.
    Comparando la vegetación, andan las cumbres floridas de enjambres llenos que recolectando pólenes almacenan. Buena serie fotográfica que acerca las características propias y comunes de esos pagos.
    [Ando falto de tiempo pues unos bocetos y proyectos me ocupan mucho, los poetas no esperan y quieren ver ilustraciones cuanto antes. Eso]
    Anduve el finde pasado subiendo la Ramón Asiaín, por Gredos…Fantástica. Pero para hacer una al año. Tremenda. Mañana de Pedriza.
    [Palabreja de incordio: dedicar 1. Lo prometo]
    Salud, Libertad y Monte, amigo Carmar... d:D´
    Deica

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Bonita excursión Carmar!! y bonita crónica con la que me identifico mucho esta temporada en la que también he sufrido de una lesión: una tendinitis rotuliana muy tozuda que creo he dejado atrás. Ahora procuro no encadenar varios días de correr intercalando salidas en btt, sobre ruedas también puedo sudar subiendo por pistas y caminos para disfrutar del monte, que es lo que más nos gusta. ¡¡Buen verano !!

      Eliminar
    2. Siento como propios tu lesión y el padecimiento que conllevan. Al final lo que mejor les va es el reposo; claro, que no es fácil de aplicar el tratamiento ¡Benditos sucedáneos! Ánimo y buen verano por esas nuestras montañas.

      Eliminar
    3. Amigo Deicar, sí que te cunde el poco tiempo de que dispones, porque realmente no paras de hacer cosas. La semejanza de los colores en la naturaleza es evidente, lo que en Guadarrama es piorno y su flor, en el Pirineo es genista con la suya; verde y amarillo en ambos casos.
      Tenemos pendiente nuestra trepada en Pedriza, que por lo que veo, habrá de esperar a época más propicia. Mientras tanto, a no desatender nuestras tareas, que no son pocas, y a seguir intercalando alguna escapada a la madre natura, para reponer sentimientos y fuerzas. Salud y montaña, amigo mío, y a cuidarse en esas escaladas.

      Eliminar